Retro-Biografías: Francisco Ibáñez. Más allá de Mortadelo y Filemón.

  <<Pienso que le va a hacer un regalo a su nietecito y tal y le pregunté “¿Cómo se llama el chico o los chicos?” y me contesta “No, no. ¿Qué chicos? ¡Si es para mi! Que te he seguido toda la vida”. Eso se siente en el alma. Es una de las cosas que me ayudan a seguir trabajando>>.

 –F.Ibáñez

¿Alguna vez has visto la película El gran Vázquez?

  Es una producción española estrenada en setiembre del 2010 y dirigida por Oscar Aibar (que también dirigió otras películas como La máquina de bailar del 2006 y Atolladero de 1995), la cual narra la vida del caricaturista Manuel Vázquez Gallego, que además de ser el creador de grandes personajes del cómic español durante la década de los sesenta como La familia Cebolleta, Anacleto Agente Secreto, Angelito, y Las hermanas Gilda entre otros, resulta que fue un verdadero jeta de los de la vieja escuela que convirtió el sablazo y la cara dura en un estilo de vida. Vamos, que era un moroso de mucho cuidado. De esta manera, a modo de biopic, la película tiene grandes momentos de humor pero también dramáticos y hasta emotivos, siendo de lo más recomendable además de contar con una modesta pero buena acogida por parte de crítica y público.

  La idea de esta película surgió a raíz de los encuentros que tuvo el director de la misma con el propio Manuel Vázquez en una época en que ambos trabajaban para la revista de estilo underground Makoki y en que el dibujante le explicó a Oscar Aibar toda una serie de anécdotas y vivencias de las que hacen caer la mandíbula al suelo. Inspirado por estas historias, Aibar decidió entrevistar a varios conocidos, familiares y hasta <<víctimas>> de Vázquez con la intención de dar forma a la película ya mencionada que además fue protagonizada por Santiago Segura en uno de sus papeles que, en mi modesta opinión, es de los trabajos más profesionales de este actor.

  Pues bien, resulta que alrededor de esta El gran Vázquez corre un rumor que, sea cierto o no, es de lo más curioso. Y es que al poco de estrenar esta producción, alguien preguntó a Francisco Ibáñez (si, si, el de los Mortadelos) porqué razón no existía una película contando su vida. El gran maestro de la historieta respondió de la siguiente manera: <<Dudo mucho que una película sobre un hombre que se ha pasado más de cuarenta años pegado a una mesa de dibujo sea de interés alguno>>. Y dicho esto se quedó tan pancho.

  Siendo honestos, de ser esto un hecho real solo serviría para mostrar el talante modesto del gran F.Ibáñez, pues en mi periplo para documentarme para este post con la intención de narrarte la vida y obra de esta leyenda viva del cómic español he encontrado gran cantidad de información interesante tanto a nivel personal como profesional acerca de este dibujante al que debemos tantos momentos divertidos de nuestras infancias, y hasta de la madurez en muchas ocasiones, para que engañarnos.

  Escrito lo escrito, ya solo me queda recomendarte que te pongas bien cómodo, inspires hondo, te relajes y te sirvas una agradable bebida que te acompañe a lo largo de la lectura, pues esto empieza ya mismo y en esta ocasión hay mucha tela que cortar.

  Sin más dilación, sed bienvenidos todos y todas, oh buenas gentes lectoras, a otro post de Tallopis-Escribe y espero que te guste.

Erase una vez un niño con un lápiz

 Para empezar esta historia debemos remontarnos hasta el día 15 de marzo de 1936 en la ciudad de Barcelona, momento en que venía al mundo Francisco Ibáñez Talavera. Sin embargo, las cosas no empezaron bien del todo para el recién nacido, pues justo cuatro meses después empezaba la Guerra Civíl Española con todo lo que esto implicaba para el país y sus habitantes. De este modo, y en el seno de una familia humilde que daba el callo por dinero, los padres del pequeño Francisco (un contable de origen alicantino que trabajaba en diferentes empresas y una madre andaluza) hacían lo posible para tirar para adelante al recién nacido y sus tres hermanos.

  Sin embargo una cosa estaba clara. Era una familia en la que no faltaba el sentido del humor, por lo que no fueron pocas las películas cómicas norteamericanas que disfrutaban todos juntos, y de entre los favoritos de Ibáñez se encontraban actores de renombre como Harold Lloyd, Charles Chaplin, Stan Laurel y Oliver Hardy (el Gordo y el Flaco), entre otros que muy seguramente le servirían de inspiración años más tarde debido al claro humor de tipo slapstick que solían hacer estos destacados humoristas. Y no solo esto, sino que a medida que Francisco iba creciendo, se hacía más notoria su admiración por la historieta de auténticos artistas de la viñeta como Peyó, Escobar, Peñarroya (con personajes como Pepe el Hincha o Gordito Relleno), Contí (creador de El loco Carioco y Apolino Tarúguez), y otros muchos cuyas historietas devoraba con verdadera admiración tanto en su infancia como en su adolescencia, en que se convirtió en un consumado lector de los cómics del personaje Juan Centella (conocido como Dick Fulmine en su versión original italiana creada por Vincenzo Baggioli y Carlo Cossio) y El Capitán Trueno de Víctor Mora por citar algunos.

Ibáñez de pequeño. ¡Pelazo que lucía!
De izquierda a derecha, el pequeño Francisco Ibáñez con su madre y uno de sus hermanos.

 Pero me estoy adelantando a los acontecimientos.

 Terminada ya la Guerra Civil, entró a estudiar en el colegio Guimerá de Barcelona, pero con todas las influencias que ejercieron en él todos los autores de cómic mencionados, y otros que se quedan en el tintero, no es de extrañar que a Ibáñez le entrara el gusanillo del dibujo a edad muy temprana y desde entonces este dale que te pego al lápiz para sacarse personajes de la manga como quien se rasca la oreja. Tanto es así que en una ocasión dibujó un ratón en la esquina de un periódico de su padre, quien recortó el dibujo para llevarlo en la cartera toda su vida, y a la tierna edad de 11 añitos Ibáñez ya vería publicado un trabajo suyo. Lo cual ocurrió en la revista infantil Chicos en la sección <<Colaboraciones de nuestros lectores>>.

Ibáñez en la escuela Guimerá. ¿Quién iba a presagiar en aquellos entonces el futuro que le esperaba?
Desde bien jovencito ya le entró la afición por el dibujo y tuvo su primer público… aunque un tanto crítico por lo que parece (viñeta del cómic <<El 35 Aniversario>> en el número 77 de la colección Olé).

  Era un inicio más bien modesto, y además el dibujo fue copiado de una historieta del autor Jesús Blasco (historietista de estilo realista creador de Zarpa de Acero y Custo), pero como se suele decir, un viaje de miles de kilómetros empieza con un paso y este fue el primero de muchos para F.Ibáñez.

Primer trabajo publicado de Ibáñez. Aunque sea copiado, ¡que talentazo con 11 años oiga!

  Sin embargo, eso de tener un padre contable supongo que debió de influir lo suyo, por lo que al terminar la primaria Ibáñez estudió Contabilidad y Peritaje Mercantil para pasar posteriormente a trabajar como botones en el Banco Español de Crédito pero sin dejar ni por un momento su afición al dibujo, por lo que con solo 16 años (y tras entregar sus trabajos a varias editoriales que le rechazaron) vería publicada su primera historieta profesional. Esto fue en el número 95 de la revista Nicolás de la Editorial Marco. Revista en la que, por cierto, llegaría a publicar hasta tres historietas más a lo largo del año 1952.

Primera historieta profesional de Ibáñez, en la mencionada revista Nicolás de Editorial Marco. Fíjate en la firma de abajo a la derecha.
Compaginando su trabajo como botones con el asunto de dibujar (viñeta del cómic <<El 35 Aniversario>> en el número 77 de la colección Olé).

  Desde entonces, y a partir del año 1953, fueron varias las publicaciones que contarían con algunos de sus primeros trabajos con diferentes personajes, entre las cuales se encuentran A todo color de la agencia Histograf (dónde publicaría la historieta Haciendo el indio conocida en su primera aparición como El Asalto y que posteriormente también aparecería en la revista Hipo, Monito y Fifí también de la Editorial Marco), Picolín y Lilliput de Editorial Símbolo (en la última de las cuales Ibáñez firmaba con el seudónimo PIF), La Risa de la Editorial Marco, Paseo Infantil de Ediciones Generales, la revista El Barbas (que solo contó con un primer número), así como Chicolino y Álex también de Editorial Símbolo. Fueron cuatro años muy ajetreados y de intenso trabajo para Francisco Ibáñez, pues además de seguir con su empleo en el Banco Español de Crédito, aceptaba prácticamente cualquier trabajo que le ofrecían las mencionadas publicaciones, incluyendo la creación de personajes promocionales como Rufo Chocolatín para publicitar la marca Nestlé, e incluso colaboraba con otros autores, por lo que pasaba largas horas trabajando tenazmente frente a la mesa de dibujo con tal de cumplir su sueño de convertirse en historietista profesional. Y es que la práctica hace al maestro y si no es así no hay forma de darse a conocer, e Ibáñez lo sabía muy bien: había que trabajar duro para abrirse camino en este mundillo, y él lo hacía.

Historieta para la Editorial Marco firmada como PIF con fecha de 1955. Todavía estaba buscando su estilo, pero ahí estaba abriéndose camino.

Personajes a gogo en la <<Antigua Editorial>>

A mediados de los cincuenta, la Editorial Bruguera (anteriormente conocida como El Gato Negro y fundada por Juan Bruguera Teixidó en 1910) estaba en todo su apogeo gracias al grandioso trabajo de talentosos colaboradores como Vázquez (del que te escribí al principio del post) o Miguel Bernet Toledano <Jorge>> (que dio vida a la maliciosa Doña Urraca), y entre los que destacaban aquellos considerados como los <<Cinco Grandes>> o <<Creadores de la Escuela Bruguera>>: José Escobar Saliente (creador de Carpanta, Toby o Zipi y Zape), Eugenio Giner (autor de El inspector Dan), los ya mencionados Carlos Contí  y José Peñarroya, y  Guillermo Cifré (quien dio vida a los personajes del Reportero Tribulete y a Don Furcio Buscabollos), dirigidos todos ellos por Rafael González que era el director de la editorial en aquel momento.

Ojo a las cinco leyendas del cómic español que aparecen en esta imagen. De izquierda a derecha: Escobar, Conti, Cifré, Peñarroya y Giner.
Rafael González, director de la Editorial Bruguera en este punto de la historia.

No obstante estos Cinco Grandes decidieron abandonar Bruguera, que en aquel momento era lo máximo de lo máximo en lo que se refiere a revistas de historietas, para empezar su propia aventura editorial con la publicación Tío Vivo, por lo que la directiva de Bruguera andaba a la caza de nuevos talentos con los que suplir su marcha y fue entonces en que repararon en el trabajo que estaba haciendo F.Ibáñez, que ya empezaba a destacar como un posible fichaje de lo más prometedor. Finalmente, durante el verano de 1957, Ibáñez entró a trabajar con Bruguera sin dejar de colaborar con las anteriores editoriales que ya le publicaron. En este punto, el trabajo como historietista y dibujante ya le daba más satisfacciones que trabajar en la banca (aparte de un sueldo hasta siete veces mayor), por lo que desoyendo los consejos de su familia, que le recomendaban no dejar su trabajo en la banca argumentando que era un trabajo más seguro a largo plazo, Francisco Ibáñez Talavera decidió abandonar su puesto en el Banco Español de Crédito para dedicarse de lleno al mundo del cómic junto a profesionales de las viñetas como Martz Schmidt (que en realidad se llamaba Gustavo Martínez Gómez y al que debemos personajes como Troglodito, el Doctor Cataplasma o el Profesor Tragacanto), Raf (cuyo nombre es muy posible que conozcas si leíste las aventuras de Sir Tim O’ Theo en la publicación Super Mortadelo o algún número de la revista Historias de la Puta Mili y su página de La Fragata Capadora), Gin, Figueras, y otros más que entraron a formar parte de lo que se conoce como <<La segunda generación de Bruguera>>.

Auto caricatura de Ibáñez en la que ya se empieza a notar un estilo de dibujo más definido.

F.Ibáñez contaba solo con 21 años en este momento, y su vida estaba a punto de cambiar de un modo que jamás habría imaginado, pues a finales de 1957 presentó una idea con dos nuevos personajes para crear la que sería su primera serie de historietas para la editorial: un par de torpes investigadores privados. Creó algunos bocetos iniciales hasta dar con un modelo para cada personaje que le convenciera, pero le costaba encontrar un nombre adecuado para la serie. Para lo cual barajó entre varias frases iniciales que rimaran con los nombres de los protagonistas de dicha historieta, siguiendo la moda del momento en el mundo del cómic español. Para ello, Ibáñez pensó en varias posibilidades como Ocarino y Pernales, agentes especiales; Mr. Cloro y Mr. Yesca, agencia detectivesca; Mortadelo y Filemón, agencia de persecución, y Lentejo y Fideíno, detectives finos. La nueva propuesta para esta serie encantó al editor jefe de Bruguera y dio luz verde al proyecto pero con un pequeño cambio en el nombre, quedando este como Mortadelo y Filemón, Agencia de información. Finalmente, el 20 de enero del año siguiente, los nuevos personajes harían su primera aparición en la revista Pulgarcito de la Editorial Bruguera con un grandísimo éxito que aún dura al momento de escribirte estas líneas.

Había nacido una estrella. Pero esta… es otra historia.

Primeros bocetos de Mortadelo y Filemón Pi.

Volviendo a nuestro protagonista Francisco Ibáñez, este siguió trabajando con Bruguera y con la Editorial Marco hasta 1960, momento en que dejó la Editorial Marco para centrarse en su trabajo con Bruguera aunque seguiría haciendo trabajos menores en otras editoriales de manera puntual como una tira cómica de apenas unas pocas viñetas llamada Los Pérez para Creaciones Editoriales. Pero desde su entrada en Bruguera en 1957, y a lo largo de los años siguientes, Ibáñez trabajaría con ahínco para diversas publicaciones de Bruguera como Pulgarcito, Ven y Ven (que después sería rebautizada como Suplemento de historietas del DDT), El Capitán Trueno Extra, Bravo, o DDT al mismo tiempo que perfeccionaba su estilo hasta darle un toque más personal que le definiría como dibujante e historietista y trabajando en secciones como Mire que gracioso es Ibáñez o Fíjese que chistes, aparte de crear páginas enteras a una temática concreta como por ejemplo los deportes, biografías de personajes históricos o de ficción en tono de humor y hasta seguir con la página La historia esa vista por Hollywood que anteriormente empezó Vázquez. En este momento, y a lo largo de la década de los sesenta, Ibáñez entra en una etapa muy productiva en lo que se refiere a la creación de personajes nuevos como Don Adelfo, El escudero Bartolo, Felisa y Colás, Doña Pura y doña Pera: Vecinas de escalera, el doctor Esparadrapo y su ayudante Gazapo, Historia Medieval de un señor algo feudal, Anda y ríase “usté” con el Arca de Noé, Godofredo y Pascualino: Viven del deporte fino, o La família Trapisonda… aunque cabe decir que para crear a este <<grupito que era la monda>>, Ibáñez tuvo que hacer varios cambios en su idea original debido al decreto que circulaba en aquella época que prohibía la sátira de la figura parental, por lo que terminó convirtiendo a sus protagonistas en hermanos en lugar de ser pareja. Pero dejando esto a un lado, F.Ibáñez también participó en una nueva revista que lanzó Bruguera en el año 1958 que sería llamada Can-Can, pensada para un público más adulto, con intención de hacer la competencia a la revista Tío Vivo, que finalmente sería absorbida por la editorial Bruguera en 1960, readmitiendo a sus antiguos colaboradores. De hecho, Bruguera aprovechó esto para relanzar la revista desde cero, en una nueva etapa de la misma y con una portada de F.Ibáñez para su primer número. Pero esto era solo el principio.

F.Ibáñez durante su etapa en Bruguera en el año 1968.
Portada del DDT creada por Vázquez.

Durante los años siguientes, F.Ibáñez era cada vez más reconocido. Dibujó portadas para almanaques de diversas revistas de Bruguera, creó algunas series menores como Yo, en dónde hacía parodia de sí mismo, pero también daría vida a algunos de sus personajes más reconocidos junto a Mortadelo y Filemón.

Veamos algunos de ellos.

-El botones Sacarino. Es muy probable que este simpático personaje naciera a raíz de las experiencias del propio Francisco Ibáñez durante su etapa como botones en el Banco Español de Crédito, lo que daría lugar a su primera aparición en la revista DDT en 1963, aunque también es probable que se inspirara en el personaje de cómic belga Fantasio creado por Robert Velter. Desde sus primeras páginas del Botones Sacarino ya se mostraba al personaje de El presi de la editorial ficticia <<El aullido vespertino>> y que ejercía de jefe para Sacarino, aunque El dire no aparecería hasta algunos años más tarde. Aparte de Mortadelo y Filemón, Sacarino es de los pocos personajes de Ibáñez que con el tiempo ha protagonizado aventuras largas como El escarabajo de oro (1985) , Los siete inversores (1987), o El retorno del Titi (1985) por citar algunas, e incluso contó con una serie life action para televisión a principios de los 2000 que desgraciadamente no tuvo mucho éxito.

-Rompetechos: No pocas veces F.Ibáñez ha declarado que de todo su repertorio de personajes, este es su favorito y al que tiene más cariño, alegando que eso es debido a que <<ambos son cortos de vista>>. Tanto es así, que es el personaje que más <<cameos>> ha realizado en aventuras largas de Mortadelo y Filemón como El quinto centenario (número 47 de la Colección Olé) o Por el Olimpo ese (210 de la Colección Olé). Sin embargo, Rompetechos es también el que menos reconocimiento ha tenido fuera de nuestras fronteras precisamente por la dificultad que implica el trasladar sus gags a otros idiomas, compuestos la mayoría de ellos por juegos de palabras de imposible traducción. Su primera aparición fue en la revista Tío Vivo en el año 1964, pero con el tiempo  se convertiría en el núcleo de la Revista  Din Dan además de dar nombre a otras dos revistas de la editorial Bruguera como Extra Rompetechos y Súper Rompetechos.

-13 Rue del Percebe: Un moroso de armas tomar, un tipo viviendo en una alcantarilla, un tendero con más cara que espalda, un ladrón y su señora, la madre de tres niños con más peligro que una piraña en el bidet, un ascensor imprevisible, un veterinario despistado, un sastre con mucho morro, una anciana amante de los animales, un científico loco y la tacaña dueña de una pensión son solo algunos de los personajes que asomaron la jeta en este delirante edificio del cómic. Puede que sea una de las creaciones más populares de Ibáñez, hasta el punto de que se le han dedicado algunos números en la colección Olé y varias recopilaciones en volúmenes de Super Humor, pero también es la creación más difícil de llevar a cabo por su autor debido a que en cada viñeta debía aparecer un chiste, mientras que con sus otros personajes tendían a mostrar uno o pocos gags por página. Su primera aparición fue en marzo de 1961 en la contraportada de la revista Tío Vivo durante la segunda etapa de la misma. Por si te estás preguntando el motivo por el que esta página lleva este nombre tan curioso, es debido a que los percebes son el plato favorito de Ibáñez.

-Pepe Gotera y Otilio: Este singular dueto se atreven con todo tipo de labor: pintar, soldar, trabajos de albañilería, mecánica, electrónica, carpintería, cristalería… el problema es que todo lo hacen mal y con frecuencia acaban causando más desastres que reparaciones a sus sufridos clientes. No por nada su página es conocida como Pepe Gotera y Otilio: Chapuzas a domicilio, siendo Pepe Gotera el patrón o jefe, que hacía todo lo posible por escaquearse del curro para ir al bar a empinar el codo, dejando todo el trabajo pesado a su forzudo aunque orondo ayudante Otilio, que solo pensaba en pasarse el rato comiendo (mítica esta viñeta en que se le ve pintando una ballena después de que el médico le dijera que solo comiera pescado blanco). Su primera aparición fue en abril de 1966 en la revista Tío Vivo. Sin embargo, en 1985 se lanzó a la venta una revista centrada en estos personajes que apenas tuvo un total de siete números (4 ordinarios más 3 extraordinarios) antes de ser cancelada.

Número 1 de la revista Pepe Gotera y Otilio.

Pero ojo, que no todo en la vida de Ibáñez iba a ser darle al lápiz dibuja que te dibuja sin parar, pues en mayo de 1966 se casaría con el amor de su vida y con la cual sigue felizmente casado: Remedios Solera Sánchez, con la que tuvo dos hijas llamadas Sonia (nacida en 1971) y Núria (que vino al mundo en 1972).

F.Ibáñez con su esposa Remedios Solera.

  Vamos, que a lo largo de la década de los sesenta Ibáñez no solo vio como cambiaba su vida personal sino que además estaba en la cresta de la ola y tuvo una excelente racha de mucho trabajo con sus múltiples colaboraciones en diversas publicaciones e incluso con la creación de varios personajes promocionales como Kinito, Pepsiman o Balín y Balón. ¿Y que mejor broche de oro para está década que publicar la primera aventura larga de Mortadelo y Filemón? Esta no es otra que El sulfáto atómico, que vio la luz en 1969 en formato serial para la revista Gran Pulgarcito y que se convirtió en todo un éxito que daría paso a más aventuras largas de los dos agentes Mortadelo y Filemón además de presentar a nuevos personajes que ampliaran su mundo como el profesor Saturnino Bacterio o el señor Superintendente Vicente.

Pepsiman.

  De este modo, Ibáñez, y muy especialmente sus personajes más famosos Mortadelo y Filemón, entrarían por la puerta grande en la época de los setenta con la aparición de más aventuras largas publicadas de forma serial como Chapeau el esmirriau de 1971 o La caja de los diez cerrojos (publicada el mismo año y que es una de mis aventuras largas favoritas de esta pareja de hilarantes espías). Por añadidura, a Ibáñez se le asigno todo un equipo de dibujantes y guionistas, como Jesús de Cos Borbolla (de la llamada <<Tercera generación de Bruguera>>), para que trabajaran en más historietas cortas no solo de Mortadelo y Filemón sino también de sus otros personajes más destacados al mismo tiempo que se seguían produciendo más aventuras largas. Vamos, que los trabajos de Ibáñez estaban viviendo un proceso de expansión bestial debido a la gran popularidad y aceptación que tenían entre el público, hasta el punto en que prácticamente todas las revistas de Bruguera contaban con al menos unas cuantas páginas dedicadas a los famosos agentes de la T.I.A. cuando no aparecían directamente en las portadas de dichas publicaciones o poniendo nombre a algunas de ellas, como fue el caso de la revista Súper Mortadelo, al mismo tiempo que Ibáñez seguía creando nuevos personajes en el universo de Mortadelo y Filemón como la secretaria Ofelia Michelínez, y otros independientes como Tete Cohete (que aparecería por primera vez en el cómic del mismo nombre de Mortadelo y Filemón en 1981 y posteriormente en la revista Pulgarcito). Personaje que también compartiría peripecias junto al botones Sacarino en aventuras largas de este personaje como El año internacional de la juventud de 1985 y que se publicó por primera vez en al revista Pulgarcito también de forma serializada.

Tete Cohete.

  Fue tal el impacto de los trabajos de Francisco Ibáñez que no solo triunfaban en nuestro país, sino que también empezaron a producirse varios largometrajes animados de sus dos personajes más famosos y sus aventuras en viñetas se estaban exportando a otros países como Polonia, Turquía, Alemania, Noruega, Brasil, Portugal, México, Dinamarca, Suecia, Italia, Grecia, Finlandia, Eslovenia, o Francia entre otros.

  Todo parecía indicar que los ochenta también pertenecerían a Mortadelo y Filemón, Ibáñez y Bruguera. 

¿O quizás no?

Con los lápices a otra parte

  Si como este que te escribe ya peinas alguna que otra cana, quizás recuerdes que a mediados de los ochenta el país pasaba por una crisis económica de las gordas que, sumada a la exagerada inflación del momento y unas cifras de paro brutales que rondaban el 20%, puso las cosas realmente difíciles tanto al ciudadano de a pie como a grandes empresas. Fueron tiempos bastante duros en el que no pocos comercios y compañías terminaron por cerrar el chiringuito y el que tenía un trabajo con el que poder ganarse los garbanzos se aferraba al mismo con furia visigoda.

  Tanto es así, que la antaño exitosa Ediciones Bruguera terminó cerrando en 1986 debido a graves problemas económicos que no pudo afrontar, afectando seriamente al barrio del Coll de Barcelona en dónde se encontraba situado el edificio, a los vecinos de la zona que trabajaban en dicha empresa, y por supuesto a los comercios que directa o indirectamente vivían de la editorial.

  Pero un año antes de este triste desenlace, ocurrió que Ibáñez tuvo serias diferencias creativas y varios conflictos con la dirección de la empresa, por lo que se marchó en busca de pastos más verdes en que poder publicar sus trabajos y seguir desarrollando personajes. Aquí es necesario un pequeño inciso para dejar claro que todos los dibujantes de Bruguera debían ceder a la empresa todos los derechos de sus obras y personajes si querían cobrar, de modo que, por contrato, todo lo que Ibáñez y los demás dibujantes habían hecho durante los últimos años bajo el techo de Bruguera pertenecía a la editorial aunque esta cerrara la persiana. Así que imagínate lo descontento que estaría nuestro protagonista para tomar esta tajante decisión y arriesgarse a perder los derechos sobre sus obras. De hecho, las malas lenguas dicen que F.Ibáñez se marchó con cierto rencor y que esta es la razón de que siempre se dirija a su etapa en Bruguera como <<los tiempos en la antigua editorial>> con tal de ni nombrarla.

Fíjate la popularidad que tenía F.Ibáñez, que su marcha de Bruguera apareció hasta en los periódicos.

  Sin embargo, los lápices y tinteros de Ibáñez no estuvieron quietos mucho tiempo, pues al poco de cortar sus relaciones con Bruguera (en que fecha ocurrió esto exactamente sigue siendo motivo de discusión en varios foros y webs dedicadas a este autor y sus creaciones), empezó a trabajar para Ediciones Grijalbo y más en concreto para la revista Guai!, en dónde publicó las páginas de 7 Rebolling Street en un formato de gags y estilo muy parecido al de 13 Rue del Percebe, así como las aventuras de sus personajes más críticos con el panorama social y económico de la época: Chicha, Tato y Clodoveo. De profesión sin empleo. Vamos, que tan mal no le fue y encima pudo desquitarse a gusto, empezando así la dinámica que se muestra en muchas de sus aventuras largas de retratar varios aspectos de la vida cotidiana en España y que perduraría aún en los trabajos que sigue publicando Ibáñez al momento de escribir estás líneas.

  Y no solo eso, sino que en 1988, Ediciones Grijalbo (que era propiedad del Grupo Z y actualmente pertenece a Penguin Random House), compró la Editorial Bruguera así como todos sus derechos y material publicado para pasar a rebautizarla como Ediciones B. Y si a eso le añadimos que durante el año anterior se publicó la Ley de Propiedad Intelectual que cedía la propiedad de la obra los autores de la misma, obtenemos que Francisco Ibáñez entró en Grijalbo por la puerta grande y recuperando sus creaciones así como todos los derechos de sus personajes.

  A partir de este momento, y hasta la fecha de publicar este post, Ibáñez siguió creando aventuras largas de sus personajes principales Mortadelo y Filemón a un ritmo de entre cuatro y seis volúmenes al año de tal modo que, listo como es Ibáñez y conocedor de que su público ha cambiado con el paso del tiempo pasando a ser más adulto, estas aventuras suelen tener como telón de fondo algún tema de la actualidad en la sociedad española o bien parodiando acontecimientos de talla mundial como olimpiadas, mundiales de fútbol, entre otros, para deleite de todos aquellos que crecimos y hasta aprendimos a leer con sus personajes.

  Ains… nostalgia más tonta me entra, oye.

¡Premio Princesa de Asturias para F.Ibáñez YA!

  Tristemente no se puede caer bien a todo el mundo, eso es así. Por lo que a Ibáñez también le han llovido varias críticas a lo largo de los años y se ha creado no pocos detractores. Y si entramos a hablar del modo en que alguna vez la censura de tiempos pasados trató de calificar algunas de sus viñetas como <<no aptas para el público>>, aquí tenemos material para rato. Si quieres saber más sobre el tema e iniciar tu propia investigación al respecto, escribe <<Francisco Ibáñez censura>> en tu buscador de internet y flípalo en colores.

Precisamente a causa de la censura de la época, el personaje del científico loco de 13 Rue del Percebe fue sustituido por un sastre.

  Pero una cosa está clara, y es que ha sabido ganarse el cariño del público y hasta algunos medios oficiales que no han dudado en premiarle con varios honores, decantándose claramente a favor de este legendario autor de cómics que tanto ha influido en el trabajo de muchos otros.

  Con más de 220 aventuras largas solo de Mortadelo y Filemón, así como miles y miles de historietas cortas a una o media página de sus otros personajes, no cabe duda de que la Ibáñezmania ha conquistado el mundo entero e incluso a dado el salto a otros medios como la animación gracias a las películas animadas de los Estudios Vera en la década de los setenta o la serie de BRB Internacional así como el largometraje animado Contra Jimmy el Cachondo. Eso además de películas life action, videojuegos a cascoporro (me encanta La máquina metereoloca), camisetas, muñecos, anuncios publicitarios, y merchandising a punta pala. Y ni que decir que sus trabajos han sido reeditados y publicados hasta la saciedad (si es que es posible saciarse de la obra de F.Ibáñez) para goce y disfrute de tantas generaciones que hemos reído hasta llorar con sus trabajos. Así que no es de extrañar que a este buen señor se le concediera el Gran Premio en el Salón del Cómic de 1994, el premio al Mejor Guion de Historieta de Humor en la 23ª edición de los premios Diario de Avisos, así como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes que se le concedió en 2001, dedicarle multitud de exposiciones y que se le otorgara el premio al Mejor Comunicador en el Festival Internacional de Comunicación Infantil de 2013 entre otros galardones más que merecidos, amén de seguir rompiendo récords de ventas en toda Feria del Libro en que se presenta este buen señor.

  Conclusionando. Puede gustar más o puede gustar menos y todo es de lo más respetable. Pero no cabe duda de que Francisco Ibáñez Talavera es el autor de cómics español más reconocido no solo en nuestro país sino a nivel internacional. Por algo será. Pero al margen de esto, es innegable también el como ha hecho reír y pensar a legiones enteras de fans quienes tanto le debemos a su obra con un humor a veces brutalmente directo y en otros más sutil, con un estilo muy personal que va desde el slapstick hasta la sátira más mordaz, con unos personajes llenos de virtudes y defectos que los hacen tremendamente humanos, cotidianos y hasta cercanos a todo aquel que bien se avenga a sumergirse entre sus páginas. Gracias a Ibáñez siempre nos queda un refugio en forma de viñetas en el que poder poner una sonrisa a un mal día, un lugar en el que hemos aprendido palabras muy propias de nuestro idioma que siguen más vivas que nunca gracias a sus guiones, y un mundo en el que la risa está garantizada desde el momento en que tomamos uno de sus trabajos entre nuestras manos.

  Por todo esto y por mucho más, por todas las carcajadas, por enseñarnos a pensar, a ser críticos, inventivos y dejar volar la imaginación, por seguir al pie del cañón dibujando y dibujando sin parar con sus 87 años que tiene al momento de escribir estas líneas… desde este humilde podio que es el blog de Tallopis-Escribe solo puedo decir a modo de resumen de todo lo escrito… ¡Muchísimas gracias Maestro!

  Ah, y por cierto. Menos mal que según él mismo su vida se resume a estar más de cuarenta años frente a una mesa de dibujo, porque si llega a tener más vivencias que narrar, en lugar de un post tendría que escribir un libro sobre su vida y obra oiga.

Pero que grande por favor. Que le hagan un monumento, le suban el sueldo o algo. ¡Maestro incomparable oiga!

  ¿Pero que me cuentas tú al respecto? ¿Tienes algún personaje favorito de este autor? ¿Qué vivencias te vienen a la mente al recordar sus páginas? ¿Qué te gustaría aportar al viaje interdimensional que acabamos de hacer a través del tiempo? Como siempre, ya sabéis que la caja de comentarios está a tu entera disposición y que me encanta leer vuestras historias. 

  Si quieres saber más sobre el tema tratado en este post, te recomiendo que visites la Web No Oficial de Mortadelo y Filemón (la cual ha sido una de las muchas fuentes consultadas para este post) o que le eches un vistazo a esta entrevista al mismísimo Francisco Ibáñez en la que cuenta no pocas anécdotas y vivencias de lo más interesantes.

  Cómo recomendación de la semana quiero hablarte nuevamente una de estas iniciativas que tanto me gustan y que se sirven de los videojuegos como medio para hacer un gran bien a quienes más lo necesitan. Me estoy refiriendo a Fundación Juegoterapia, cuya finalidad me parece más que admirable. La idea salió en 2010, cuando a su fundadora Mónica Esteban se le ocurrió darle una PlayStation a un niño ingresado por un tratamiento de quimioterapia. En un ambiente tan atemorizante como este, echar unas partidas cambió el modo en que este joven aventurero vivió su experiencia. Desde entonces, el proyecto Juegoterapia se dedican a recoger consolas y videojuegos para donarlos a los hospitales, además de recaudar donativos de socios, y voluntariado, para crear jardines, áreas de juegos, y hasta cines para que los niños con cáncer. Te dejo el link directo con todas sus actividades, proyectos, información, y modos en que se puede colaborar con su gran labor.

www.juegaterapia.org/

Como Recomendación Especial, comentaros que los próximos días 17 y 18 de junio se celebra en Madrid una nueva edición del Retro World. Para más información puedes consultar la web de IFEMA y también puedes conseguir tu entrada anticipada en este link (amigo EJoagoz, si estás leyendo esto, mil gracias por el soplo chavalote).

De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡GRACIAS POR ESTAR AL OTRO LADO DE LA PANTALLA!

Y un AGRADECIMIENTO ESPECIAL a todas las buenas gentes lectoras de bien que colaboran con el blog a través de la CAFETERÍA DE TALLOPIS-ESCRIBE, comprando mi libro de relatos cortos de ciencia-ficción <<Los Otros Tú>> o mi nueva novela <<Wae’hazu: El libro de Niel>>. ¡¡Mil gracias por vuestro apoyo y ayuda en lograr que esta bitácora salga adelante!! Todo lo aportado servirá para sufragar los costes del blog, invertir en mejoras, novedades, y nuevos proyectos en los que estoy trabajando. 

  Si te gusta mi trabajo, te agradecería enormemente que le dieras a al botón “Me gusta”. También puedes suscribirte al blog mediante el widget que se encuentra en la parte derecha del post para estar al corriente de nuevos viajes dimensionales, y que compartas este post en tus redes sociales. Todo lo cual me resulta de gran ayuda para seguir adelante y seguir trayendo nuevos posts.

  También puedes seguirme en twitter, dónde publico nuevo contenido casi a diario: twitter.com/tallopis, en Instagram, o en la comunidad <<Telegram del blog Tallopis-Escribe>>.

   ¡¡Estate atento a mis redes sociales para estar al día de futuros viajes dimensionales!! Hasta entonces, cuídate mucho y pásalo bien.

  Ánimo, salud, éxito y un abrazo bien grande.

Y con la trayectoria de este buen señor me despido por el momento de ti, oh buena persona lectora que vives en el universo al otro lado de la pantalla. No sin antes desearte una muy feliz semana y anunciar que ya estoy manos a la obra con el siguiente portal dimensional para recuperar el ritmo del blog. Hasta la próxima, un abrazo bien grande de este que te escribe.

Comments

  1. Señor, enorme sacadón de polla que se ha marcado en este post. Un pedazo de homenaje a la altura de UN GRANDE de este país como es el ilustre Don Francisco Ibáñez Talavera. El día que nos falte todos correrán a honrarle, a llorarle y a recordarle a él y a su obra, pero amigo Tallopis, tú te sales de la escala de putoamismo dedicándole está exquisita entrada con él aún vivito y coleando. Te recomiendo que le busques por RRSS (si tiene) y que busques la manera de que pueda leer este texto, seguro que le gustará y es la mayor de las alegrías que un escritor puede tener, como tú bien sabes.

    Gran trabajo compañero. ¡Un abrazo, sapristi!

    1. ¡Rayos señor Empepinao86, grandioso comentario el tuyo!
      Como siempre, bienhallado y bienvenido a este humilde blog. Coincido plenamente contigo, el día que nos falte este Maestro del cómic y genio inigualable (que ojalá aún falte para ello), seguro que no pocos se pondrán la medalla de rendirle honores a título póstumo y dedicarle todo tipo de alabanzas, incluyendo aquellos que le dieron la espalda cuando publicó la aventura larga «El Tesorero».
      Por mi parte, soy un medio pequeño, si, pero con la de grandes momentos que he vivido gracias a las viñetas de don Francisco Ibáñez Talavera no podía hacerle menos a dedicarle uno de mis humildes posts para tratar de plasmar la grandeza de este hombre, su vida y trabajo. Y si por alguna casualidad cósmica resultara que F.Ibáñez leyera este post, vamos, eso ya sería directamente apoteósico y creo que me da un paralis de la emoción.
      Aunque lo máximo de lo máximo es gozar de la visita de tantas buenas lectoras como tu chavalote, que dais vida al blog y hacéis que todo esto valga la pena.
      ¡Un abrazo bien grande!

  2. ¡Que maravilla de homenaje al gran Ibañez!
    Pilar fundamental en mi vida y en mi infancia, muchos tebeos que aun conservo que guardan en mi muchos momentos especiales. Uno de los mejores artistas que hemos tenido en nuestro país, y tu como otro artista le rindes homenaje por todo lo algo, con muchos datos y detalles y todo hilado a la perfección.
    Conocía parte de su vida pero como siempre, me has descubierto muchas cosas nuevas. Vi el gran Vazquez y me encantó el reflejo que se dio a aquella industria de los tebeos.
    Me ha encantado leerte y recordar toda la vida de este genio, narrada por otro genio como eres tú. Un placer como siempre Compacrack! Un abrazo

    1. ¡Escelentísimo señor MecaCoop (Fer)! Que alegría más grande verte por aquí y leer tu comentario 😀
      Me siento muy identificado con tus palabras tan bien elegidas, pues las páginas y personajes de este gran artista que es F.Ibáñez también han sido pilares fundamentales de mi infancia y en la vida. La de risas que han dibujado en mi rostro los peores momentos y que de volúmenes suyos que sigo guardando como oro en paño.
      Tanto como artista o genio, yo mas bien diría que solo estoy aprendiendo a escribir cosillas, pero con la grandísima suerte de contar con personas maravillosas como tu que a bien venís de visita a este vuestro blog *^_^*. La verdad que ha sido una gozada realizar el proceso de documentación para este post y tener la oportunidad de aprender tanto sobre la vida y obra de este Maestro de la Viñeta que es F.Ibáñez.
      Y si, coincido contigo en que la película de «El Gran Vázquez» no solo relata la vida del caricaturista, sino también el mundillo editorial y el ambiente social en la España de aquellos tiempos.
      El placer es todo mío por leerte chavalote.
      ¡Un abrazo bien grande! 😀

  3. Dicen que todo lo bueno se hace de rogar. Pues ya tenemos aquí un nuevo post de uno de nuestros blogs favoritos como es este tuyo,compa.
    Y que forma de hacerlo al hablarnos de todo lo bueno que nos ha podido regalar esta leyenda del Tebeo patrio. Sobre todo por el ser el artífice de inculcarnos el amor tanto por los comics como por la lectura en general, pues gracias a muchas de sus obras nos picó el gusanillo de la lectura.
    ¿Y sabes que? Que gracias a eso también podemos disfrutar ahora de poder leer post tan maravillosos como este que nos regalas.
    Ahora nos quedamos con ganas de más y de volver a desempolvar alguno de esas grandes obras de este genio del dibujo.
    Nos leemos sin falta en el siguiente post.
    ¡Un fuerte abrazo, compa!

    1. ¡Bienhallado Presstartcook :D!
      Que alegría leerte y millones de gracias por tus palabras *^_^*. Si es que lo mejor del blog sois las buenas personas lectoras (y en tu caso además blogueros de pro) que a bien venís de visita por estos lares *^_^*.
      Admito que últimamente he estado un poco descolgado, pero espero poder recuperar el ritmo de publicación de Tallopis-Escribe con la esperanza de que me acompañéis en nuevos viajes dimensionales. O al menos, espero que no vuelva a pasar más de un mes hasta el siguiente *^_^*.
      En verdad que F.Ibáñez es todo un maestro del cómic que nos ha dado muchísimas alegrías con sus personajes, y al igual que tu, me entró el gusanillo por la lectura desde bien pequeño gracias a la obra de este buen señor. En cuanto a lo de desempolvar alguno de sus trabajos, me parece una excelente idea y debo confesar que tras escribir este post me pasa lo mismo. Fijo que cae alguna de sus aventuras largas a no mucho tardar.
      ¡Un fuerte abrazo y nos seguimos leyendo :D!

Tus comentarios son más que bienvenidos.