Animación/Retro: Los Diminutos

Se que algunos de vosotros tenéis la costumbre de leerme durante el desayuno (¡qué aproveche y buenos días!), pero siempre he tenido curiosidad por preguntaros en qué momento y circunstancias tendéis a leer este blog. Aunque antes de eso, creo que debería plantearos otra pregunta.

  ¿Cuántos de vosotros os acordáis de esto?

  Se trata de The Littles, o Los Diminutos, que fue el nombre con que la conocimos en España. Lo cierto es que por aquí llegó a tener un éxito más que sonado, siendo su popularidad merecedora de merchandising de lo más diverso que incluía juguetes con la imagen de algunos de sus protagonistas, así como una colección de cromos, y cuya trama es como sigue.

  Los diminutos son unos seres humanoides y de ciertas características animales, como una cola que recuerda la de un león, orejas puntiagudas, y unos prominentes incisivos. Dichos seres han creado una sociedad propia paralela a la humana, y son tan bajitos que uno de ellos cabría tumbado en la palma de tu mano.

  Pero sobre todo, les gusta ir a la suya, y solo tratan de vivir pacíficamente sus vidas sin causar daño alguno. Son muy mañosos, poseen una gran creatividad, y ellos mismos se fabrican todo lo que necesitan a partir de pequeños objetos como chapas, botones, bobinas de hilo, o clips. De modo que si estos objetos tienden a “desaparecer” en tu casa, lo más probable es que en tu hogar tengas una familia de estos simpáticos seres tomando estas cosas sin que te des cuenta. Sin embargo, también son muy sigilosos y van con mucho cuidado de ser descubiertos por los humanos, pues nos perciben como una gran amenaza para su civilización.

  Un buen día, un niño llamado Quique, descubre la existencia de varios diminutos viviendo en su casa: La familia Pequeño. Lejos de chivarse, Quique, que es maja gente, decide guardar el secreto sobre dicho hallazgo y les ayuda a esconderse, contando con la ventaja añadida que ningún adulto le tomará en serio si va diciendo por ahí que existen una especie de hombrecillos de minúsculo tamaño viviendo de gorra entre las paredes de su hogar. De este modo, Quique adquiere el sobrenombre de “Grande” por parte de esta familia de seres con los que llega a desarrollar una gran amistad, especialmente con los dos hijos de los Pequeño: Tito y Lucy.

  Sin embargo, el humano conocido como doctor Cepo no solo creería a Quique “Grande”, sino que está dispuesto a hacer cualquier cosa por probar la existencia de los diminutos como especie y hacerse famoso revelando su existencia a la humanidad, con la ayuda de su asistente Segundo. Por el carácter de este villano, la serie nos deja bien claro que si alguna vez lograra salirse con la suya, no solo los diminutos dejarían de vivir tranquilos, sino que seguramente serán perseguidos, enjaulados, usados como sujetos para experimentos, o cualquier barbaridad parecida. De modo que Quique “Grande” y los Pequeño correrán varios peligros con tal de que esto no ocurra.

  Y hasta aquí la trama.

  Tengo que decir que cuando veía esta serie de televisión, el villano de esta serie no me parecía como la de las demás y me daba muy mal rollo. No era el clásico personaje aparentemente intimidante pero torpe, como ocurría con Skeletor de He-Man o Shredder de Las Tortugas Ninja, en el sentido que cada vez que uno de estos aparecía, sabías que te ibas a reír o que vendría una emocionante escena de acción. No, no, con el doctor Cepo eso no pasaba. Era igualmente un inútil, y siempre fracasaba en sus planes debido a su rol en una serie de dibujos animados para niños de aquellos tiempos, pero lejos de celebrar sus entradas en escena, siempre que aparecía ya se sabía que los protagonistas se verían en serio peligro y que los espectadores se iban a preocupar pese a saber que todo siempre acaba bien. Para empezar, ya era preocupante que los demás adultos de la serie, como los padres de Quique, le tenían un cierto respeto y a veces hasta aprensión, por la razón que era un villano que te podías creer.

  Piensa en ello. Desprendía cierta autoridad, además de ser un científico de renombre con aspecto muy formal, y al ser los diminutos un secreto solo compartido por Quique y quienes veían el programa, Cepo no era obviamente malvado para todos los demás (como si ocurre con los villanos tradicionales de la animación), sino un hombre serio y formal haciendo un trabajo con pinta de importante, de modo que de entrada, la mayoría de personajes humanos de la serie no tenían razones para sospechar que tramara algo malvado, cosa que Cepo aprovechaba sin dudar. Es un individuo frío, bajo una falsa apariencia de comprensivo que trata de razonar, y calculador, que lejos de estar movido por la ambición o alguna otra motivación clásica, parecía estar impulsado por un genuino odio por los seres a los que tanto deseaba. Además, tenía otra curiosa peculiaridad que lo distinguía de los antagonistas habituales en este tipo de series, y es que cuando perdía no se convertía en un alivio cómico, sino que era mínimamente capaz de conservar la dignidad. Así mismo, su asistente Segundo, no se quedaba atrás, y lejos de ser el clásico esbirro adulador e inepto con el que te reías un rato, parecía tener una verdadera fe en la ciencia practicada por su superior y era más competente que el acólito medio en las series de animación.

  No obstante, estos sujetos no aparecían siempre, y gran parte de los episodios eran aventuras inocentes y más bien cómicas, además de divertidas. Gran parte de esto último, gracias a los personajes del Abuelo Pequeño y el primo Dinkie Pequeño. Siendo el primero la voz de la experiencia (ay que ver como se mantenía en forma este tipo, saltado, trepando, y corriendo por ahí a sus años), el cual chocaba constantemente con el torpe Dinkie, el cual presumía a cada momento de ser un gran piloto cuando en realidad era un verdadero desastre con el que reírse a gusto con sus payasadas.

  Y es que en general, la serie era muy blanca e inocente. Con diálogos muy sencillos que sabían muy bien que se dirigían a un público más bien de poca edad, con acción pero sin violencia, y con aventuras muy azucaradas llenas de un humor muy tierno que además de entretener, cumplían su función de transmitir diversos valores morales a través de la amistad que unía al personaje de Quique con los Pequeño, con los cuales compartía mascota, una pequeña tortuguita con patines (y cuyo aspecto siempre me recordaba a E.T. El extraterrestre) llamada Flecha. Eso, y que al final de cada episodio dedicaban unos pocos minutos a un segmento llamado Pequeñas ideas para chicos grandes, en donde se explicaba el modo de hacer curiosas manualidades a partir de objetos sencillos, tal y como hacían los diminutos en su día a día. Porque si hay algo que me sorprendía mucho de esta serie, era el ingenio con que esta raza de pequeños seres había construido toda una sociedad moderna a escondidas. Con prensa, acceso a electricidad, vehículos para moverse rápidamente, y hasta una especie de gobierno político con diferentes frentes de opinión: uno más conservador y otro con cierto aire progresista.

  En definitiva, para el tipo de serie que se trata, tenía un lore muy logrado que se alimentaba por dar a conocer que esta especie está repartida en más comunidades aparte de la ciudad en donde se desarrolla la acción. Lo cual no deja de ser curioso.

  Supongo que el hecho de que esta serie esté inspirada en una saga literaria infantil tendrá mucho que ver. Y es que este show animado está basado en los libros del autor John Peterson: The Littles, que al parecer tuvieron un éxito notable a mediados de los 60. Además, en la portada de los mismos se les ve como cierto aspecto más animal que recuerda a pequeños ratones.

  Sea como sea, no hay duda de que no fuimos pocos quienes disfrutamos de sus aventuras a lo largo de los 29 capítulos que formaron la serie a lo largo de tres temporadas (que me parecen hasta pocos para la fama que tuvo el show), y hasta alguna que otra película para televisión.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como recomendación de la semana, quiero haceros saber al respecto de la nueva tienda que abrió sus puertas el pasado 3 de julio en las Galeries Maldà de Barcelona (C/Portaferrissa, 22). Se trata de la primera tienda temática de Willy Wonka (del universo literario/cinematográfico “Charlie y la fábrica de chocolate”), la Woncandy Shop. En dónde se pueden comprar varias chocolatinas de la marca Wonka, así como caramelos eternos, y muchos más. Siendo honesto con vosotros, tengo que deciros que aún no he estado ahí, pero tampoco pienso tardar mucho en ir. He visto varias fotos y reportajes al respecto por internet, y la verdad es que tiene una pinta estupenda.

  Ya solo me queda recordaros que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 12 de julio.

  Para terminar, pedirte que si has disfrutado el post, me sería de mucha ayuda si le dieras al botón “Me gusta” y lo compartieras en tus redes sociales así como con tu familia y seres queridos. También decirte que puedes participar activamente en el blog dejándome tus sugerencias para la “recomendación de la semana” (si conoces algún evento o local interesante relacionado con el frikismo cerca de dónde vives), así como tus aportes para la sección de “Fechas frikis” y “Curiosidades” al margen de cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores, todo ello lo puedes hacer a través de la “Caja de comentarios”. También puedes apoyar al blog mediante la aplicación “Invítame a un café” que se encuentra en la barra de widgets. Todo ello me sería de gran ayuda para seguir adelante con “tallopis-escribe.com”.

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.

Comments

  1. La verdad, recuerdo el ópening y algún detalle más de la serie, pero lo cierto es que no recuerdo la serie en si y recuerdo más una serie de animales pequeños que tenían generalmente de antagonista un lagarto de tipo varano que se los quería comer.

    La serie que más marcó mi infancia sin duda fue Gargoyles.

    1. ¡¡Hola junajo121!!, ¿qué tal te va todo? Como siempre, eres más que bienvenido por aquí 😀
      Bueno, lo que comentas no es de extrañar. Pues fue tal el éxito que tuvo y la cantidad de merchandising que se produjo al respecto (la canción del openning en casetes junto a otros temas de series infantiles de TV, muñecos, posters, camisetas, balones, figuritas de promoción, etcétera), que es fácil que uno recuerde la serie y detalles de la misma, sin haberla visto. Aunque con lo del lagarto me has sorprendido y tengo que admitir que ahora no lo recuerdo.
      Recuerdo Gargoyles, vi algún que otro capítulo y me resultaba francamente interesante. Me tomaré esto como una sugerencia para un futuro post 😉
      Un abrazo bien grande 😀

    1. ¡¡Hola Yarelatremenda!!, que alegría saludarte de nuevo, ¿cómo te va? 😀
      Si te soy sincero yo era más de He-Man, Cazafantasmas, y Dr.Slump entre otros. Pero lo cierto es que esta serie de «Los Diminutos» era tan inocente y entrañable, que también la terminé disfrutando. Como bien dices, eran muy lindos, y es que su apariencia general me parecía de lo más simpática, y las manualidades eran ciertamente ingeniosas. Pero sobre todo, no caía en los tópicos de siempre respecto a los villanos.
      En fin, creo que de nuevo me he vuelto a liar y me he pasado un poco escribiendo jajajaja *^_^*.
      Muchas gracias por tu comentario, ya sabes que siempre eres bienvenida por aquí.
      Un abrazo bien grande 😀

  2. ¡Hey Llopis!

    Pues el nombre me suena, pero como a Juanjo, no tengo en mi memoria recuerdos que me hagan pensar en haberla visto. Así que posiblemente por el éxito o de haberla escuchado mencionar en algún encuentro tengo constancia, pero me da que no la vi en su momento.

    Sobre el momento de leer el blog… no tengo rutinas fijadas. Se puede decir que el día que tengo libre, es cuando aprovecho para pasar y sorprenderos con comentarios ^^u jajaja

    ¡Un abrazo bien fuerte!

    1. ¡¡Holaaaa Vanessa!!, ¿que tal todo? siempre es un honor que te dejes caer por aquí. Bienvenida de nuevo 😀
      Me ha echo mucha gracia tu comentario y me ha dado en que pensar, pues no eres la primera que me dice algo parecido al respecto de esta serie de animación. Varios de vosotros me habéis comentado que no tenéis recuerdo de haberla visto, pero si que teníais constancia de la misma. Supongo que será debido a que en su momento sacaron a la venta varios casets con intros de series de animación, entre las cuales estaba incluida la de este show. Además, también se comercializaron camisetas infantiles, muñecos de promoción con cierta marca de yogures (creo que eran yogures, o al menos me suena que era así), y demás merchandising de promoción en la misma línea, por lo que muchos los reconocéis pese a no haberlos visto nunca. O vaya, imagino que será esto, igual habrá que enviar el caso a Iker Jiménez XDXD.
      Así me gusta, que aproveches para pasar a saludar y sorprender con tus simpáticos comentarios de forma imprevista :D. Siempre eres bien recibida por estos lares.
      Un abrazo bien grande y cuídate mucho 😀

  3. ¡Hola! Yo sí me acuerdo de Los Diminutos!! jejeje. Y la verdad es que, viendo algunas series de animación del panorama actual, creo que se echa en falta alguna que otra de este tipo, tanto por el apartado artístico como de contenido y personajes. Del villano ya no me acordaba, pero se ve que se salía un poco de lo habitual. Cuántos recuerdos me ha traído esta entrada. Un abrazo 🙂

    1. ¡Eh, hola M.A.Álvarez!, ¿que tal todo por tu blog «auxilili.blogspot.com«? 😀 Alguna vez me he pasado por tu bitácora y me parece que el contenido es muy interesante a la par que bien llevado. Felicidades y espero poder venir pronto a visitarlo :D.
      En verdad me quedó muy buen recuerdo de esta serie «Los Diminutos», tanto por el planteamiento como por el modo de llevarla a cabo. El desahogo cómico del primo Dinky, las manualidades, y que el villano no fuera el clásico intimidante que siempre acaba haciendo un ridículo exagerado al perder, además de otros factores que hacían que esta serie fuera realmente buena, la convirtieron en algo único.
      De todos modos, y esto es una opinión personal con la que puedo estar perfectamente equivocado, creo que esta serie fue un fruto de su tiempo (pese a sus características sobresalientes respecto a otras) y que entre su merecido éxito sumado al «factor nostalgia», quizás nos pueda llevar a infravalorar algunas series de animación actuales en comparación, las cuales también son fruto de su tiempo y están adaptadas a los nuevos públicos. ¿Qué opinas al respecto?
      Si esta entrada te ha servido para revivir tantos recuerdos, y si encima son buenos, pues me alegro mucho de haberla escrito aunque sea solo por eso.
      Muchas gracias por tu simpático comentario.
      Un abrazo bien grande 😀

Tus comentarios son más que bienvenidos.