Cine retro: Se7en.

  <<Largo y escabroso es el camino que conduce del infierno a la luz>>.

                                                             –El paraíso perdido de John Milton-.

  Hay siete pecados capitales. La gula, la avaricia, la pereza, la ira, la soberbia, la lujuria y la envidia.

  ¡Saludos, oh buena persona lectora que vives en el universo al otro lado de la pantalla! Encantado de saludarte y se más que bienvenido/a.

  Antes de entrar al trapo, debo advertirte desde ya mismo que para escribirte adecuadamente acerca de la película Se7en que hoy vengo a presentarte, es necesario que ponga sobre la mesa varios aspectos de la trama que caen sin remedio en el terreno del spoiler, por lo que si aún no has visto este film sería recomendable que lo vieras primero antes de seguir leyendo para evitar chafarte la experiencia.

  Por otro lado, también es necesario comentar que en el viaje interdimensional al que te invito a acompañarme en el presente post nos encontraremos con toda clase de contenido maduro, explicito y hasta salvaje que de ninguna manera está recomendado para las personas más sensibles ni los menores de edad. Por lo que si decides seguir adelante con la lectura, que sea bajo tu responsabilidad. ¡Quien avisa no es traidor!

  Escrito lo escrito, y si decides seguir adelante, ya solo me queda recomendarte que te relajes (dentro de lo posible dadas las circunstancias), te pongas bien cómodo y te sirvas una agradable bebida que te acompañe a lo largo de la lectura porque esto ya empieza.

  Espero que te guste.

  T.A.Llopis.

Una simple caja de cartón. Se queda ahí abierta y poco más. Pero madre mía todo lo que conlleva.

  El tema ese de los pecados capitales viene de antiguo.

  Por lo que he podido averiguar buscando por ahí, pues ya ha pasado mucho tiempo desde mis clases de catequesis, parece ser que fue el papa Gregorio Magno quien estableció los pecados cardinales o pecados capitales a finales del siglo VI, los cuales fueron llamados así por considerar que eran el origen de otros muchos pecados. De hecho, fue tal su importancia que el propio Santo Tomás de Aquino hizo una lista de los mismos que era encabezada por la soberbia y la envidia, seguidos de los cinco restantes, pues creía que estos dos fueron cometidos por el mismísimo Lucifer y por lo tanto eran los más graves. Pero lo que más los caracteriza es que, además de ser contrarios a varias virtudes religiosas y mostrar varias flaquezas humanas en forma de deseos terrenales y mundanos que llevan a otras faltas, implican una reincidencia por parte del pecador al cometerlos de forma habitual, convirtiéndose en un peso para el alma aparte de obnubilar la mente afectando al juicio de quien lo lleva a cabo. Vamos, que si caías en alguno de estos pecados en repetidas ocasiones, pues al infierno de cabeza (catecismo y teólogos de la edad media dixit que servidor se lava las manos y no tengo nada que ver, ojo, ahí está Internet para quien quiera saber más del tema).

  Sin embargo, resulta que estos ya eran tema de debate antes del cristianismo, pues tanto filósofos como poetas grecorromanos entre los que se encuentran Horacio, Aristóteles y Nicómaco ya escribieron sobre ello e insistían en la necesidad de un equilibrio de ciertas virtudes para no caer en los vicios que estos pecados representarían más adelante.

  Eso además de que hubo otros personajes historicos que entre el siglo V y XII tocaron el tema, como es el caso del sacerdote asceta Juan Casiano de Dacia, que a través de su obra estableció una serie de deberes para los monjes así como enumerar los vicios de los que debían cuidarse y que podían ser agrupados en tres tipos de pensamientos impuros:

  -La irascibilidad.

  -Los apetitos lujuriosos entre los que se encuentran la avaricia, la glotonería (incluyendo la ebriedad, por lo que si de vez en cuando empinas el codo que sepas que también entras en la lista de malotes) y la fornicación.

  -La corrupción de la mente, incluyendo la tristeza del alma causada por la fortuna de un semejante, la acedia o pereza ante la dificultad que presentaba el ser santo, y la vanagloria o soberbia.

  Todos estos vicios fueron posteriormente recogidos por el papa Gregorio I que, a través de su obra, estableció los pecados capitales como los conocemos hoy en día. Pero no acaba aquí la cosa, pues estos pecados terminaron siendo sobradamente conocidos por todo quisqui a través del tiempo gracias a la universalidad de La Divina Comedia, libro escrito por el poeta italiano Dante Alighieri y que fue publicado allá por el año 1472.

Ahí están Virgilio y compañía.

  Si llegado a este punto del post notas que tienes un cierto resquemor, puede que agradezcas saber que el catolicismo recoge una serie de virtudes que contrarrestan la influencia nefasta que ejercen los pecados capitales sobre el individuo. De este modo, ante el pecado de la gula está la templanza, la avaricia se rinde ante la generosidad, en caso de ira toca hacer acopio de paciencia, si el tema va de lujuria encontramos la virtud de la castidad, para los envidiosillos y envidiosillas está la caridad, para el que peca de pereza se encuentra la diligencia, y si la cosa va de soberbia queda la humildad. Y es que para todo hay solución oiga, aunque para encontrar la absolución uno deba buscarla, claro está (de nuevo, catolicismo dixit).

  Y así el tema llega hasta nuestros días en que podemos ver como los pecados capitales son bastante conocidos por la mayoría de gente y su influencia es tal que incluso podemos encontrarlos en la cultura popular. Pues en gran medida gracias a la ya comentada Divina Comedia, nos encontramos que no son pocas las obras de ficción que recurren a estos pecados para construir un hilo narrativo de fondo, como es el caso del videojuego Dante’s Inferno o el manga/anime The Seven Deadly Sins, e incluso popularizar algunas teorías por parte de los fans que pueden dar mucho de si aunque de entrada resulten chocantes y hasta puedan causar alguna carcajada, como ocurre con todas aquellas fuentes que a través de las redes no se cortan un pelo al proclamar que a cada personaje de la serie animada Bob Esponja (si, si, lo has leído bien: Bob Esponja) le corresponde uno de los siete pecados capitales. De modo que, según esta teoría, vemos que Calamardo es un caso de manual de ira, a Patricio le puede la pereza, Arenita sería un buen ejemplo de soberbia, Don Cangrejo es claramente avaricioso, el caracol Gary se rinde ante la gula con estos platazos de comida que se zampiña como si nada, el antagonista Plankton sufre de envidia crónica y, por eliminación, nos quedaría que el propio Bob peca de lujuria (a saber que hará en esta piña en el fondo del mar cuando no lo estamos viendo).

Apuesto a que no te esperabas esto. Y si te soy sincero, antes de empezar a escribir este post yo tampoco.

  Pero entrando ya en materia, si hay una obra reciente que ha contribuido en gran medida a que los pecados capitales sean conocidos por muchos de nosotros, esta no es otra que la película del año 1995 a la que va dedicado este post: el thriller policial/psicológico Se7en. Que bien podemos considerar como una de estas producciones que no deja indiferente y que tras verla te la llevas puesta dando vueltas por la cabeza durante días.

  De modo que sin más dilación vamos al asunto que nos ocupa, que hoy hay mucha tela que cortar.

  ——-<<Sinceramente, ¿alguna vez has visto algo como esto?>>——-

  Para narrarte la trama de esta película, debemos viajar a un universo muy parecido al nuestro, quizás demasiado. Concretamente a la ciudad de… espera un momento… ¿En que ciudad suceden los eventos de la película? Pues lo cierto es que nunca llega a mencionarse su nombre ya que los personajes se refieren al lugar en que habitan simplemente como <<la ciudad>> o <<esta maldita ciudad>>. Sin embargo, los más observadores notarán que algunos escenarios pueden ser identificados con ciudades reales, como ocurre con el edificio Chester Williams Building en el 215 al Oeste de la Quinta de Los Ángeles que aparece en cierta secuencia del film, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que la cinta se rodó en dicha ciudad además de contar con otras secuencias rodadas en San Francisco y Filadelfia. No obstante, algunos espectadores, entre los que me incluyo, en un principio pensaron que la acción se llevaba a cabo en Nueva York, y aunque no hay ninguna toma grabada en dicha ciudad, lo cierto es que el guionista de Se7en asegura haberse basado en la mala experiencia que tuvo al vivir en este lugar para escribir el guion, entre otras cosas, por lo que tampoco es tirar mala piedra.

  Sin embargo, hay dos evidencias de que esta ciudad se encuentra en el ficticio condado de Bardach, tal y como podemos ver en el uniforme penitenciario que viste el antagonista casi al final, y como indica una de las viñetas de los cómics promocionales de la película publicados por Zenescope Entertainment, los cuales narran los siete homicidios reflejados en la película desde el punto de vista del asesino que sirve de antagonista en esta historia, siendo cada uno de dichos cómics creado por distintos dibujantes y guionistas. Cómics que, por cierto, se encuentran entre los extras del Blu-ray de la película.

Viñeta correspondiente a uno de estos cómics.
Ahí lo podemos ver claramente. Condado de Bardach.

  Pero me estoy adelantando a los acontecimientos.

  La cuestión es que la historia ocurre en una típica ciudad norteamericana que no escatima en medios para mostrarnos el aspecto más decadente y corrompido de sí misma, con altos índices de delincuencia, miseria, abismales desigualdades sociales y demás. Pues bien, es en este deprimente lugar dónde conocemos al teniente y detective William Somerset (enorme Morgan Freeman), un veterano policía del departamento de homicidios que tras tantos años siendo testigo de actos dantescos e inenarrables de extrema violencia se encuentra hastiado de la ciudad y solo desea que pasen cuanto antes los pocos días que le quedan para su jubilación y largarse cuanto antes a un lugar lo más apartado posible. Como parte de sus últimas tareas antes de su ansiado retiro, Somerset deberá guiar y tutelar al que será su sustituto, el también detective de homicidios David Mills (Brad Pitt), un joven temperamental que acaba de mudarse a la ciudad con su amigable esposa Tracy (Gwynet Paltrow). Al segundo día en su nuevo puesto, Mills acude a una llamada de comisaría para investigar la desconcertante escena de un crimen en compañía de Somerset. Y digo desconcertante porque la víctima presenta evidencias de haber sido torturada durante más de doce horas, siendo forzada a comer sin parar hasta la muerte. Por si todo esto fuera poco, la palabra <<Gula>> aparece escrita con grasa en el lugar.

Víctima de gula. Desde luego parece bastante muerto.

  A partir de entonces, ambos detectives se verán involucrados en una serie de truculentos y retorcidos homicidios perpetrados por un astuto asesino en serie, el cual parece ir siempre un paso por delante de la policía y que se basa en los siete pecados capitales para acabar con sus víctimas. Que ya hay que tener mala idea y echarle ganas… porque, ¿Cómo matas a alguien basándote en la avaricia, la soberbia o la pereza por decir algunos? Ante esta situación, Mills y Somerset deberán dejar a un lado sus diferencias personales para tratar de poner una identidad al asesino y darle caza antes de que culmine su propósito. Un asesino que, al parecer, también tiene un lugar reservado en sus planes para ambos detectives.

  Y ya está. Esta es la trama. O al menos la parte que te puedo contar sin estropear el argumento.

  Visto lo visto, uno podría leer esto y pensar con desgana <<Vaya, pues mira tu que bien, otra película de polis que se llevan fatal y asesinos que matan de forma absurdamente rebuscada>>. Pues lo cierto es que esta Se7en está muy por encima de su tópico y otras películas con premisas parecidas, mostrando mucha más enjundia tanto en sus tramas como subtramas, creando escuela en su estilo para ejecutar con una agilidad sublime un grotesco juego del gato y el ratón que no para hasta llegar a un final tan impactante que se ha convertido en historia del cine por méritos propios mientras juega una y otra vez con la mente del espectador.

   En definitiva. Esta película es una experiencia en sí misma.

  ——-<<William, quiero presentarle a David. David, él es William>>——-

  Uno de los grandes aciertos de esta película lo encontramos en el reparto y la relación entre sus respectivos roles, mostrando actuaciones y diálogos que rompen moldes para mostrar un universo lúgubre y sin miramientos habitado por unos protagonistas que, con sus virtudes y defectos, solo tratan de tirar para adelante como pueden en medio de un entorno hostil.

  Empecemos por el veterano detective William Somerset, al que muy poco le faltó para que fuera interpretado por Al Pacino o William Hurt, pues ambos eran las primeras opciones para el personaje antes de que Morgan Freeman fuera finalmente seleccionado para el papel. No es por desmerecer a Hurt y Pacino (¡faltaría más!), pero es que el señor Morgan Freeman no solo es uno de los últimos grandes actores de nuestros tiempos, sino que además sabe llevar la mayor parte del peso interpretativo del film con gran maestría y lo clava al dar vida a Somerset. Un personaje culto, metódico, ordenado, inteligente, experimentado, muy correcto y sosegado que se muestra aparentemente frío hasta el punto de definirse a sí mismo como antipático. Pero en realidad no son pocas las escenas que nos muestran una gran calidez de carácter por su parte, como la llegada a la biblioteca o la cena en casa de Mills y Tracy, en donde podemos verle protagonizar uno de los escasos alivios cómicos de la película. Mas bien se podría decir que Somerset evita socializar pero ello no significa que se le dé mal hacerlo, pues en realidad, lo que le ocurre es que está de vuelta con todo tras ver tantas atrocidades en el ejercicio de su carrera, además de lo padecido en su vida personal. De hecho, es alguien muy empático que se preocupa por la gente aunque predique lo contrario, y lo más probable es que su aparente frialdad solo sea un modo de protegerse, pues incluso estando decepcionado con la vida y la gente, se sabe sensible. Vive en la contradicción de preocuparse por los demás al mismo tiempo de estar convencido que no tiene sentido hacerlo. Y quizás por todo ello, es el personaje que más se ve afectado por los acontecimientos narrados a lo largo de la película.

Eh aquí al detective Somerset. Ahí donde lo ves, tan serio él, entre la escena del <<hogar vibrante>> y <<os mando al conductor haciendo footing>> resulta que en el fondo le va la broma que no veas.

 De hecho, ¿no será que de algún modo Somerset ve en Mills al hijo que nunca llegó a tener? De ser así, esto explicaría la relación maestro-pupilo y casi paternal que llegan a mantener casi al final.

 Que sí, que al principio de la película ambos se llevan como el perro y el gato, pero a medida que avanza la historia podemos ver como lentamente se van complementando el uno al otro e incluso llegan a compartir momentos de camaradería.

  Por otro lado, el detective David Mills es puro nervio. Al momento de empezar la historia lleva cinco años trabajando en homicidios en un destino anterior hasta que solicitó el traslado a la gran y caótica ciudad, arrastrando a su mujer Tracy en el proceso, que le sigue por puro cariño más que por un sincero deseo de mudarse. ¿Es Mills un egoísta o simplemente está empanado? Quizás la respuesta a esta pregunta llega cuando vemos que se refiere a sí mismo como Serpico, haciendo referencia a la película del mismo nombre de 1973 que está inspirada en la historia real de Frank Serpico, un policía conocido por su fama de incorruptible. De lo que podemos deducir que el joven e impulsivo Mills busca destacar, quiere marcar la diferencia y tiene ganas de ser un héroe. Es todo un hombre de acción, ambicioso, que se toma todo como algo personal y resulta casi primario al dejarse llevar fácilmente por sus impulsos hasta el punto de ser arrastrado fácilmente por el enfado o la frustración, tal y como vemos cuando lanza el libro de La Divina Comedia contra el salpicadero de su coche o se encara con el fotógrafo tras descubrir a la víctima por el asesinato de pereza. Y sin embargo, ya tiene unas ciertas tablas en el oficio y es ocasionalmente ingenioso además de mostrar muchas ganas de aprender. Lo cual hace que Brad Pitt sea sencillamente perfecto para hacer de David Mills aunque otros actores se barajaran como primeras opciones, como fue el caso de Denzel Washington quien rechazó el papel (y hasta hay quien dice que también pensaron en Kevin Costner y Nicolas Cage… pero esto es otra historia). Pues cuando le ofrecieron participar en Se7en, el actor Brad Pitt venía de hacer Leyendas de Pasión el año anterior (1994), y le preocupaba que tras dicha producción le encasillaran en este tipo de papeles sin opción a hacer trabajos que le exigieran un mayor peso interpretativo. Vamos, que no quería ser visto como una cara bonita sin más, por lo que la producción que nos ocupa, más la cinta de ciencia-ficción 12 Monos que también hizo en 1995, le venían al pelo para demostrar precisamente esto, que pese a ser joven no era ningún novato, que podía y quería llegar a más. Estaba ansioso por demostrar lo que valía. Igual que su personaje de David Mills, el cual le venía como anillo al dedo y le sirvió como trampolín. Cosa que supo aprovechar para callar muchas bocas con el paso del tiempo y consolidando su carrera como actor todoterreno tal y como demuestra en producciones como Érase una vez en Hollywood del 2019 por poner un ejemplo.

Mills y su cara de <<no me toques la moral a estas horas de la mañana>>.

Que por cierto, a Mills se le pasan algunas cosas por alto y está obcecado con sobresalir en su trabajo y todo lo que tu quieras, pero siendo del tipo de persona que siempre va con el corazón en la mano, está claro que es la contrapartida perfecta para Somerset y que ama a su mujer Tracy.

Ah, Tracy. Muy dignamente interpretada por Gwyneth Paltrow, quien al contrario que sus compañeros de reparto, ella sí fue la primera opción para el papel que acabó desempeñando aunque en un principio no lo veía muy claro. Ante su negativa a interpretar a este personaje ocurrieron dos cosas. La primera, que las productoras New Line Cinema y Arnold Kopelson Productions pensran en la actriz Christina Applegate para sustituirla. Y la segunda, que el director del film le pidiera a Brad Pitt que tratara de convencerla para que participara en Se7en porque el personaje de Tracy le quedaba que ni hecho a propósito. Al final, Paltrow terminó aceptando.

Pero a lo que íbamos, este personaje interviene en pocas escenas, pero acaba siendo la madre del cordero oiga. No solo es clave para varios puntos de la narración, sino que es un ser de luz en un océano gris de cemento y mala uva, un oasis en un desierto urbano de podredumbre, es esa sonrisa que se interpone entre dos polos opuestos para unirlos con un apretón de manos. Es tan dulce, tan amistosa, con un corazón tan grande que no puedes evitar el tomarle cariño por su modo de ser. ¿Problema? Pues que una persona tan bondadosa en semejante desastre de ciudad acaba sufriendo y mucho. Que Mills la quiere un montón, sí, vale, pero Mills se pasa el día en el curro tratando de capturar a un asesino en serie que prácticamente llega a obsesionarle mientras Tracy se pasa el día en casa sin ver a otro ser vivo que no sean sus perros y buscando trabajo como profesora de primaria sin éxito. Vamos, que la pobre está más sola que la una y encima no logra adaptarse al entorno tan duro en que ahora le toca vivir. Pero cuando se pone manos a la obra, Tracy obra milagros como hacer que los dos detectives empiecen a hacer buenas migas o lograr que el reservado Somerset se abra a alguien y haga una amistad. Esta mujer es el corazón que mueve todo a su alrededor y nos emociona como espectadores de todo lo que ocurre, añadiendo aún mas oscuridad a la lluviosa ciudad mediante sus diálogos, gestos y expresiones.

Si tienes que parpadear, hazlo ahora, pues este fotograma con el rostro de Tracy pasa tan rápido que es fácil de pasar por alto.

No obstante, sin saberlo ella pero sabiéndolo nosotros, también forma parte del malévolo plan elaborado por la mente maestra y malvada que urde los asesinatos de los pecados capitales. El despiadado marionetista fanático que mueve los hilos de toda la película, el antagonista supremo del film que parece tenerlo todo perfectamente estudiado incluso cuando los protagonistas descubren su escondite. Es el villano metódico, exacto y paciente con la labia necesaria como para convencerte por un momento acerca de su retorcido punto de vista. La cara oculta que aparece ante nuestras narices sin darnos cuenta, siendo presentado al espectador lentamente a través de su siniestra labor, hasta que él mismo decide mostrarse por todo lo alto como parte de su plan. Él es…¿quién es este tipo?… pues ni idea, oye. De hecho, a este personaje le conocemos con el seudónimo de John Doe, que es como en Estados Unidos llaman a las personas sin identificar. No tiene cuentas bancarias, ni créditos solicitados ni empleo conocido, pero aún así es económicamente solvente. Es un misterio con piernas, aunque cojea un poco, y un hombre de recursos que si quiere dar con uno, sabe como hacerlo y encima tiene conocimientos técnicos en varias materias además de un nivel cultural avanzado, por no mencionar que es la clase de persona capaz de cortarse la yema de los dedos con tal de no dejar huellas digitales en su propia casa y que da mucho miedito. ¿Que atrocidad no es capaz de hacer un individuo como este, que en algunos aspectos llega a ser la oscura otra cara de la moneda en comparación con el aplicado Somerset?

Si estás leyendo esto, doy por supuesto que has visto la película y sabes que este villano es interpretado por el actor Kevin Spacey, pero no te lo pierdas, pues por un momento se barajó la posibilidad de que fuera interpretado por Michael Stipe, el cantante de la banda de rock R.E.M. Y es que una vez más, Brad Pitt tuvo que dar la cara por un miembro del reparto al insistir en que Kevin Spacey, que en este momento también estaba trabajando en la cinta Sospechosos Habituales, fuera seleccionado para el papel.

John Doe con pose de <<aquí estoy porque he llegado>>. Brutal como él solo.

Sea como sea, tras más de veintiocho años que han pasado desde que se estrenó esta producción al momento de escribir estas líneas, sigue siendo sorprendente el secretismo que se formó en su momento alrededor de la identidad del asesino de los pecados capitales y el actor que le daba vida con tal de que este fuera toda una sorpresa para el espectador que veía Se7en por primera vez, pues Kevin Spacey no participó en ninguna premier ni acontecimiento promocional previo al estreno de Se7en. Es más, por no salir, no sale ni en el making of de la película ni en los créditos iniciales, pues la idea era que su identidad fuera todo un misterio hasta su revelación final en la secuencia que le vemos entrar en la comisaria gritando <<¡Detectiveeee!>> cubierto con sangre de pies a cabeza. Pero, una vez más, hay recompensa para los que estuvieron especialmente atentos durante el visionado del film, pues si se pausa en el momento justo en que John Doe aparece caracterizado como el falso periodista que fotografía a Mills, se revela su rostro, oculto por una peluca y unas gafas, de acuerdo, pero ahí está el tío. De hecho, es posible que el hombre cojeando que observa a Mills y Somerset a través del escaparate cuando estos están interrogando al dependiente de la tienda Wild Bill’s Leather, pueda ser John Doe siguiendo la pista a los detectives. De ser esto cierto, ¿En cuantas escenas más se debe poder ver al antagonista siguiendo a nuestros protagonistas?

Es mencionar que John Doe cojea y justo aparece un tipo cojeando al fondo. Si se trata de una coincidencia es de las increíbles.

No obstante, lo que si es seguro es que esta producción ya nos dice que estamos a punto de ver algo distinto e impactante desde el principio, y es que sus créditos iniciales creados por Kyle Cooper (que también llevó a cabo la misma labor para la serie The Walking Dead) no solo son difíciles de olvidar, sino que inspiraron los créditos iniciales de películas posteriores como Mimic (1997) o el remake de The House on the Haunted Hill (1999), así como las series American Horror Story o Banshee por citar algunas.

Ya que estamos con el tema, igualmente son muy destacables los créditos finales de Se7en. No solo porque lo primero que vemos en ellos sea (por fin) el nombre de Kevin Spacey y su papel como John Doe, sino que además es muy probable que esta sea la única película en que los créditos finales van de arriba a abajo en lugar de al revés como es habitual. Vamos, que esta producción rompe moldes desde el comienzo hasta su conclusión.

——-<<Tenemos que concentrarnos en los detalles del caso>>——-

  A estas alturas del post, igual ya va siendo momento de que te escriba acerca de las dos cabezas pensantes con las que la productoras de la película contaron para hacer de este proyecto una realidad.

  Empecemos por su director David Fincher que, al igual que muchos miembros del elenco, tampoco fue la primera opción ya que en un principio se pensó en grandes cineastas como Guillermo del Toro o David Cronenberg para esta labor (¿te imaginas qué película habría quedado si Cronenberg hubiera aceptado? ¡Para reventar cabezas de tres en tres oye!). De hecho, la elección de David Fincher no deja de ser un tanto curiosa, pues este buen señor venía de hacer videoclips musicales como Express Yourself, Vogue y Oh Father de Madonna, así como Only de Nine Inch Nails y Englishman in New York de Sting, por citar algunos, antes de estrenarse en el mundo del celuloide al dirigir la cinta Alien 3 en 1992. Experiencia que por cierto no le fue nada grata, y es que aparte de la disparidad de opiniones que pueda despertar la tercera entrega de los xenomorfos, lo cierto es que Fincher quedó bastante harto de la experiencia y se le quitaron las ganas de volver a dirigir. O al menos así fue hasta que llegó a sus manos el guion de esta Se7en y al hombre le entró de nuevo el gusanillo de sentarse en la silla de director. Y las cosas como son, el tipo lo borda. No solo nos deja claro en todo momento que domina la situación para terminar haciendo un trabajo muy elogiable al frente de esta producción amén de implicarse sobradamente en el proyecto. De hecho, entre que hizo una gran labor al frente de Se7en y que la experiencia le fue mucho más grata que su trabajo anterior, Fincher no solo consiguió demostrar su talento y sacarse la espinita que tenía clavada, sino que con el tiempo nos regalaría una serie de películas nada desdeñables como El club de la lucha en 1999 (¡El club de la lucha nada más y nada menos! Eso no lo dice cualquiera oye) o El curioso caso de Benjamin Button (2008), ambas con Brad Pitt, sino que también nos trajo The Game (1997) y Zodiac (2007). Ahí es nada.

David Fincher.

  Pero no te lo pierdas, que el guion de esta cinta tambien tuvo su aquel. Y es que viendo esta película tan repleta de detalles que te sorprenden con algo nuevo cada vez que la ves y diálogos lapidarios de estos que se te quedan en la cabeza por sobrepasar todos los índices de molonidad habidos y por haber, estos discursos tan bien redactados y todas estas referencias culturales hacía obras literarias como El Paraíso Perdido de John Milton, Los Cuentos de Canterbury de Geoffrey Chaucer, Por Quien Doblan las Campanas de Ernest Hemingway (publicada en 1940), El Mercader de Venecia de William Shakespeare, o la ya mencionada Divina Comedia de Dante Alighieri así como conocer pasajes de la Biblia (con los dedos de una mano se pueden contar las personas que hayan leído estos títulos sin un propósito académico vamos), resulta que está escrito por un casi desconocido que anteriormente solo había trabajado en dos películas que pasaron sin pena ni gloria como son Brainscan, también conocida como Juego Mortal, del 1994 y Hideaway en 1995. Me estoy refiriendo al señor Andrew Kevin Walker, el cual además hace un pequeño cameo en la película como la víctima de asesinato que investiga Somerset justo antes de conocer a Mills. Y la verdad que Walker no lo tuvo nada fácil, pues al momento de trabajar en el guión se encontraba sobreviviendo a duras penas como dependiente para la cadena de tiendas especializadas en la música Tower Records, sin un céntimo en el bolsillo y para colmo afectado por esta enfermedad tan devastadora que es la depresión. De hecho, Walker ha reconocido en varias ocasiones que el tono lúgubre y desolador que presenta su trabajo en esta película es mayormente debido a lo mal que lo estaba pasando por aquellos días y la visión tan pesimista que tenía de la vida en este momento. En este estado, enviando los guiones a varias productoras por inercia más que por una esperanza real de conseguir algo, finalmente New Line Cinema compró el libreto y desde entonces hemos visto a Walker trabajando en producciones posteriores de mayor envergadura como Asesinato en 8mm y  Sleepy Hollow (ambas de 1999), o The WolfMan del 2009, que por cierto escribió junto a David Self.

Andrew Kevin Walker.
Walker haciéndose el muerto.

  Para ir terminando este apartado, y ser justo del todo, es necesario que nombre el impresionante trabajo de otros profesionales que contribuyeron con su labor a hacer que esta Se7en fuera una realidad y cuya participación en este film resulta muy elogiable. Tal es el caso por ejemplo del actor Michael Reid MacKay que interpreta a Theodore “Víctor” Allen, más conocido como la víctima de pereza, el cual pesaba 40 kilos (unas 90 libras según desde dónde me estés leyendo) en ese momento y cuyo maquillaje requirió 14 horas de ardua labor para otorgarle este aspecto de cuerpo cadavérico cubierto de úlceras por presión (brutal trabajo el del técnico de maquillaje Rob Bottin… ¡se sale!). Que por cierto, aunque apenas sale unos pocos segundos en pantalla, la participación de MacKay tiene una doble curiosidad de estas que me apasiona cazar. Por un lado está el susto mayúsculo que le dio a todos los actores presentes cuando”Víctor” tose y empieza a convulsionar, ya que ninguno de ellos sabía que esto iba a suceder, por lo que su reacción es muy real. Y por el otro lado, la cinta ya nos avisa mucho antes de que esto va a ocurrir, justo en el momento que Mills entra en el escenario del crimen correspondiente a la primera víctima, gula (calorazo tuvo que pasar el actor Bob Mack con semejante traje protésico), y pregunta <<cuantas veces un agente se ha encontrado un cadáver que al final no estaba muerto>>.

Víctima de pereza. ¡Como para no llevarte el susto de tu vida al verlo toser en vivo y en directo!

  Y es que esta película juega con nosotros una y otra vez, dándonos pistas de lo que está por ocurrir o poniendo detalles aparentemente insignificantes ante nuestras narices que luego resultan ser más importantes de lo que parecen además de contar con toda una serie de curiosidades increíbles. Sirvan como ejemplo el bolígrafo que usa Mills para tomar notas, el cual presenta una mujer desnuda en una pose sugerente aludiendo a la víctima de lujuria, que Somerset mire directamente a su joven compañero al mencionar el pecado de la ira, o la escena con las portadas de periódicos anunciando la muerte del abogado Eli Gould (que se escribe y suena muy parecido a gold/oro), interpetado por el actor Gene Borkan, y en la que vemos a un hombre contando billetes… todo muy apropiado para la víctima de avaricia.

Podría ser un boli bic de toda la vida, prestado de la comisaria o con publicidad del banco de la esquina. Pero no, es un boli con el dibujo de una mujer desnuda. ¿Otra increíble coincidencia?
El periódico anuncia el hallazgo del cadáver víctima de la avaricia y justo al lado hay un tipo contando billetes.

  Pero no acaba aquí la cosa, pues otro que se tomó muy en serio su fugaz aparición en este film fue el actor Leland Orser, quien da vida al asesino forzoso de lujuria y que aparece en los créditos finales como <<hombre enloquecido>>, pues no solo hiperventila realmente durante el interrogatorio con Somerset, sino que las dos noches anteriores a la grabación de su escena se las pasó sin dormir para hacer que su aspecto fuera más demacrado y dar más realismo a su personaje. ¡Que manera de tomarse el trabajo en serio!.

Aparece durante unos pocos minutos pero se lo curra.
En ningún momento vemos a la víctima de lujuria de forma explícita, pero tampoco hace falta. Basta con ver el arma del crimen para que nuestra imaginación haga el resto.

Eso por no nombrar que los diarios de John Doe costaron la friolera cantidad de 15000 dólares para ser creado en un plazo de dos meses y que Somerset comenta que este es el tiempo que llevaría el leerlos todos,que el set de rodaje correspondiente a la biblioteca es el mismo que el banco en la película La Máscara de Jim Carrey, que la cafetería cutronga en que hablan Mills y Tracy es la misma que aparece en el film Training Day, que el escenario del apartamento que tiembla al pasar el metro fue construido sobre una plataforma vibratoria para conseguir el efecto deseado, que Brad Pitt se lesionó realmente durante la escena en que persigue a John Doe y que esto fue añadido al guion en la forma de un vendaje en su mano izquierda durante gran parte de la película, que las bolsas de basura sobre las que aterriza Mills se colocaron sobre una colchoneta cubierta de lona para dar la impresión de que realmente se caía sobre la acera, que Morgan Freeman llevó a cabo el lanzamiento de cuchillo contra la diana sin truco alguno, las cajas que aparecen en la esquina inferior izquierda la primera vez que vemos la habitación de Somerset y que invitan a pensar que ya está pensando en mudarse tras su jubilación, que para el rodaje contaron con un equipo de policías en activo a modo de asesores… vamos… un no parar de curiosidades ¡y las que se me habrán escapado!

Sin duda alguna se trata de una película llena de matices y que gana mucha profundidad en el momento que el espectador se atreve a rascar la superficie. Cada detalle, cada gesto, cadaconversación, cada escenario… todo está ahí por algo. Y eso es algo que me encanta en una historia del tipo que sea. Puede que algo se escape en los primeros visionados, como cuando Mills se está afeitando el pecho, está a punto de decirle algo a Somerset y al final se calla, pero toda la producción invita a pensar que nada está al azar. Vamos, que todo suma a la gran atmósfera y simbolismo que muestra esta Se7en, haciendo que sea muy redisfrutable.

  ¿Encontraste alguna que no haya comentado?

Por difícil de creer que pueda resultar, la frase de Mills <<Jodie Foster me obligó a hacerlo, el perro me obligó a hacerlo>> hace referencia a dos crímenes reales. En el primer caso, John Hinckley Jr. dijo que trataba de impresionar a Jodie Foster cuando atentó contra el presidente Reagan en 1981. Mientras que en el segundo, el asesino en serie David Berkowitz dijo que el perro de su vecino le pedía la sangre de chicas jóvenes y que esta fue una de las razones por las que perpetro sus crímenes. Por si esto fuera poco, el técnico de dactiloscopia que aparece en la imagen es interpretado por Alfonso Freeman, el hijo de Morgan Freeman.

  ——-<<Cuando haya terminado, algo quedará>>——-

  No estaría completo este post si no te comentara la constante presencia del título a lo largo de todo el visionado, pues está claro que el equipo de grabación y dirección de arte se ha tomado muy en serio el plasmar el número siete en infinidad de ocasiones.

  Entre algunas de las que he podido encontrar se encuentra la presencia de dicho número en la puerta de los despachos en la comisaría y en todos los portales de la calle en donde los detectives protagonistas tienen su primer diálogo juntos, así como la tienda Wild Bill’s Leather, el autobús blanco que aparece en la esquina inferior izquierda tras ver al helicóptero policial sobrevolando la ciudad, o el modo en que la palabra <<Seven>> aparece en primer plano después de que Somerset haga una fotocopia en la biblioteca durante su investigación.

  Dicho así puede que no parezca la gran cosa. Es muy probable que acabes de leer el párrafo anterior y pienses, <<bueno, hay un par de sietes que aparecen oportunamente por ahí, tampoco es para tanto>>. Y tendría que darte la razón. Solo son sietes que aparecen por ahí sin ton ni son.

  Ahora bien, ¿y si te dijera que hay otras ocasiones en que esta cifra toma un aspecto más significativo? Al fin y al cabo, es en el minuto siete de la película en que Mills recibe la llamada que le lleva al primer escenario del crimen, dando comienzo a todos los acontecimientos posteriores, y es a falta de siete minutos de terminar la película que Somerset menciona la frase <<Él habrá vencido>> refiriéndose a John Doe. Del mismo modo, el mensajero que lleva la caja al final de la película tenía orden de entregar el paquete a las siete en punto y toda la trama transcurre a lo largo de siete días.

Un autobús con dos sietes en el techo pasaba casualmente por ahí al momento de filmar la escena. ¿Porqué no? Ya no viene de eso.

No se que pensarás, pero ahí ya me parecen demasiadas coincidencias. ¿Será otro modo que tiene la película de vacilarnos a cada rato y lograr que estemos atentos? Desde luego, conmigo lo ha conseguido.

  Para terminar de poner la cereza sobre el pastel, para el final de esta truculenta pero absorbente historia se barajaron varias conclusiones a cada cual más sorpendente y surrealista. Empezando con que la cabeza que se encuentra en el interior de la caja perteneciera a uno de los perros de Mills, pasando por la posibilidad de que John Doe secuestrara a Tracy con tal de dar pie a un frenético rescate contrareloj o que el villano terminara crucificando a Mills en una iglesia en llamas mientras se observa un cuadro con los siete pecados capitales, Pero el que estuvo más cerca de llevarse el gato al agua es aquel en que Somerset dispara a John Doe con tal de evitar que el antagonista se salga con la suya. Todo muy loco, la verdad. Pero de nuevo nos encontramos con que Brad Pitt acude al rescate para estipular por contrato con la productora que, o se hacía el final previsto en el guion original, es decir, el que todos conocemos y que nos dejó con el culo picueto la primera vez que lo vimos, o tanto él como el director David Fincher (que apoyaba con gran entusiasmo el final previsto desde un principio) cogían el petate para irse a casa y dejar el proyecto en bragas.

Ninguno de los finales alternativos llegó a filmarse, pero el de Somerset disparando a John Doe contó con su propio storyboard.

 –Conclusionando: Guste más o guste menos, siendo ambas opciones muy respetables, lo cierto es que Se7en no es una película absolutamente perfecta, todo hay que decirlo. Hay unos pocos gazapos por ahí en forma de fallo de raccord (¿y que película no los tiene?) y no falta quien tacha la actuación de Pitt como un tanto sobreactuada (y aunque fuera cierto la verdad es que ello aportaría más credibilidad a la naturaleza de su personaje). Es más, si nos ponemos quisquillosos y buscamos tres pies al gato, se puede llegar a encontrar que la trama hace aguas por algún pequeño agujerito sin importancia.

  Pero, ¿qué le voy a hacer si se encuentra entre mis preferidas? Se mire por donde se mire, nos encontramos ante una cinta magistral en prácticamente todo, está cuidada hasta el más mínimo detalle tanto por parte del reparto como del equipo tras las cámaras, incluyendo el excepcional trabajo musical que el veterano saxofinista y compositor Howard Shore aporta a todo el gran conjunto que es Se7en, invitándote a un universo macabro y retorcidamente realista que traspasa la pantalla para golpearte con un metafórico mazo de hierro y logrando que con cada visionado posterior al primero descubras cada vez mas matices a esta más que elogiable película a la que añadir el gran doblaje con que lo disfrutamos en España y que contaba con talentosos actores de voz como el gran Pepe Mediavilla (respect a este buen hombre por favor) quien añadió su propio talento al más que completo personaje de Morgan Freeman. Todo en definitiva convierte a Se7en en una película digna de ser considerada una joya de su género.

<<Oiga Somerset, ¿no tiene la sensación de que alguien nos está observando?>>

  Y ojo, que no lo digo yo, que al fin y al cabo mi opinión es lo de menos. Especialmente cuando los hechos hablan por si mismos.

  Sirva como muestra de ello el lanzamiento de una novelización del film escrita por Anthony Bruno a raíz del éxito que tuvo la película, así como los cómics ya mencionados a modo de material promocional, o la idea lanzada por New Line Cinema de dejar la puerta abierta a una secuela con el provisional título de Ei8ht, y es que semejante ocurrencia no se aplica precisamente a una película mala. Pero sobre todo, tenemos que partiendo de un presupuesto aproximado de treinta millones de dólares, que me parece hasta barato para lo que es la cinta que nos ocupa, logró una impresionante recaudación de 328 millones, dejando claro que Se7en se convirtió en todo un pelotazo que enamoró al público y que a día de hoy sigue contando con una entregada legión de fans.

Novela de la película.

  De hecho, es tal su impacto en la industria del cine que originó todo un boum sobre el fenómeno de asesinos seriales que derivó en toda una serie de películas ansiosas por repetir su éxito, tales como la adaptación de la novela publicada en 1997 El Coleccionista de Huesos del autor Jeffrey Deaver , que derivó en la película del mismo nombre, o Resurrection (ambas estrenadas en 1999).

  Pero por encima de todo esto, está la huella que deja en todos aquellos que la vieron en su momento y que sigue estando muy viva a día de hoy.

  Y esto, no lo consigue cualquiera.

  Y hasta aquí llega este post.

  Pero, ¿qué opinas tu al respecto?, ¿que te pareció esta película?, ¿crees que John Doe podría tenerte en su lista? Como siempre, me encanta saber tu opinión al respecto del viaje interdimensional que acabamos de realizar y te recuerdo que la caja de comentarios está a tu completa disposición para todo aquello que quieras compartir. ¡No te cortes y dale caña! Que me encanta leeros.

  Como Recomendación Especial, te hago saber que el próximo 21 de octubre arranca el A Coruña Japan Weekend, que tendrá lugar en el recinto ferial ExpoCoruña (en la Rea Juana Capdevielle número 2) y contará con numerosos stands así como destacados cosplayers invitados. A mi porque me pilla lejos, pero si tienes la ocasión de visitarlo no te lo puedes perder. Puedes ver más información al respecto y comprar tus entradas en este link.

¡Eventazo oiga!

     Como Recomendación de la Semana, quería hablaros nuevamente acerca de una de estas iniciativas solidarias que tanto me gustan, y que vienen a señalar que el frikismo no es incompatible (ni mucho menos) con realizar buenas obras que benefician a quienes más lo necesitan. Me estoy refiriendo a VIDEOJUEGOSPORALIMENTOS.ORGuna asociación sin ánimo de lucro que cambia videojuegos y periféricos a cambio de alimentos no perecederos para repartir entre las familias en riesgo de pobreza o exclusión social. Nada de dinero. Solo kilos de alimentos y te llevas un juego para casa, además de contribuir a una noble causa. ¿Qué más se puede pedir? En su web podréis encontrar una amplia descripción de su actividad así como su presencia en próximos eventos para que puedas ir a hacerles una visita.

De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡GRACIAS POR ESTAR AL OTRO LADO DE LA PANTALLA!

Y un AGRADECIMIENTO ESPECIAL a todas las buenas gentes lectoras de bien que colaboran con el blog a través de la CAFETERÍA DE TALLOPIS-ESCRIBE, comprando mi libro de relatos cortos de ciencia-ficción <<Los Otros Tú>> o mi nueva novela <<Wae’hazu: El libro de Niel>>. ¡¡Mil gracias por vuestro apoyo y ayuda en lograr que esta bitácora salga adelante!! Todo lo aportado servirá para sufragar los costes del blog, invertir en mejoras, novedades, y nuevos proyectos en los que estoy trabajando. 

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  Ánimo, salud, éxito y un abrazo bien grande.

Míratelos. De tanto perseguir a John Doe por ahí, se han quedado fritamen perdidos sobre el sofá. Creo que mejor les dejo dormir tranquilos mientras parto raudo en búsqueda de nuevos portales dimensionales que traerte. ¡Hasta la próxima y cuídate mucho!

Comments

  1. Nunca vi esta película pero siempre le tuve ganas. Como dices al principio del post que hay muchos spoilers pues no he leído la entrada, pero seguro que está genial. Sin embargo te dejo aquí mi comentario de rigor para mostrarte mi apoyo. ¡Un saludote!

    1. ¡Grande, enorme, gigantesco excelso y bienhallado señor Empepinao86 *^_^*!
      Siempre es un placer recibir tu visita y te agradezco un montón este apoyo que siempre me das. Si eres un crack absoluto se dice y no pasa nada oye.
      Entiendo que a uno siempre le llamen la atención otros temas, aparte que la vida no da para todo lo que se tiene que ver, leer, jugar y demás ^_^, aparte que también es verdad que la esta película tiene algún que otro momento muy crudo, pero también te digo que el señor Morgan Freeman está que se sale en esta producción y ofrece una verdadera máster class de como se actúa, siendo esta una película que logra captar la atención del espectador por el modo en que atrapa su historia y como juega contigo sin que te des cuenta. Por lo que si en alguna ocasión tienes la oportunidad de verla te la recomiendo encarecidamente.
      Mil gracias de verdad por tu apoyo y tu visita.
      Un abrazo bien grande 😀

  2. De verdad, compa, el trabajazo que te pegas para la documentación de cada uno de tus post es digno de alabar hasta infinito, sobre todo para contarnos todos los entresijos que rodean a esta gran película. Una de esas cintas que hay que ver al menos una vez y que nosotros pudimos disfrutar de ella gracias a una asignatura del instituto a la que gracias a ella conocimos grandes obras como esta y otras muchas. Eso sí, siempre nos llamó la atención al ver la carátula en el videoclub pero por cosas de la edad siempre nos inclinábamos a visualizar otras cosas.
    Lo dicho, un enorme post que vamos a compartir ahora mismo para que se lea por todos los rincones de la red, no sea que la pereza nos venga encima y esto no podemos dejarlo pasar.
    Un abrazote, compañero y nos seguimos leyendo sin falta.

    1. ¡Bienhallado estimado Presstartcook :D!
      Como siempre un placer contar con tu presencia. Me hace mucha ilusión saber que te ha gustado el post *^_^*.
      La verdad que he gozado enormemente de documentarme para este post y cazando todas las curiosidades que se encuentran detrás de esta película (y las que se me habrán escapado). Aunque tenga momentos muy crudos, coincido contigo en que es estas que deben verse al menos una vez en la vida por diversos motivos. Pero lo que me ha llamado la atención es que la descubrieras en el instituto junto a tantas otras, ¡que enrollado vuestro profo o profa al ponernos títulos como este en clase! :D. Y si, la portada llama mucho la atención, aunque es perfectamente comprensible que a veces pase por alto debido a que uno pueda estar más interesado en otros temas, al fin y al cabo todos pasamos por etapas como esta en que siempre se nos van los ojos a otros temas que despierten la curiosidad en una dirección concreta en un momento dado.
      Mil gracias por este gran apoyo que siempre me dás *^_^*.
      Un abrazo bien grande y nos seguimos leyendo 😀

Tus comentarios son más que bienvenidos.