Cine retro: El Golpe

Adoro el cine.

  No puedo hacer de menos, es una de mis grandes pasiones.

  Me encantan títulos de todos los géneros y épocas. Mientras me ofrezcan una buena historia, para allá que voy sin muchos miramientos. Sin embargo, todos tenemos nuestras preferencias.

  Los que ya sois asiduos al blog (y a los que no… ¡bienvenidos!), ya sabéis de sobras que una de mis debilidades se centra en el cine de fantasía, terror, acción, y ciencia-ficción de los ochenta, pero esta no es la única.

  Aparte de la comedia, terror, y la animación en general, uno de mis géneros favorito es el de aquellas producciones del llamado “cine negro” cuyas historias giran alrededor del mundo del crimen organizado, especialmente si estas se sitúan en los años 30 y 40 en Estados Unidos, o lo que vulgarmente siempre se ha conocido como “pelis de gangsters”. No te exagero nada si te digo que películas como Los intocables de Eliot Ness (grande Robert de Niro haciendo de Al Capone), Camino a la perdición, o El Padrino, las he visto varias veces. ¿Qué te puedo decir?, me encantan estas tramas, sus diálogos, y la estética de la época.

  Pues precisamente de este tipo es la producción que hoy vengo a presentarte, una historia sobre el mundo del hampa y la delincuencia en aquellos tiempos convulsos, dónde sus protagonistas forman un conjunto de ladrones de guante blanco, timadores, sinvergüenzas, y demás. De hecho, aunque nunca la hayas visto, estoy bastante seguro que por lo menos una vez en la vida has escuchado el mítico tema principal de su banda sonora, el cual es como sigue.

  Espero que lo disfrutes.

  Sin más dilación, permite que te explique la trama de esta película, considerada por muchos como una de las grandes e imprescindibles de toda la historia del séptimo arte, y cuyo simple nombre es… El Golpe.

  Para ello, debemos trasladarnos a un muy duro periodo histórico del siglo XX.

  Terminada la Primera Guerra Mundial, la mayor parte de Europa quedó sumida en una inflación exagerada y gran cantidad de deuda pública. El mapa económico del mundo cambió radicalmente, impulsando industrialmente todos aquellos países que no participaron… como Estados Unidos. El acelerón que dio EEUU frente a Europa le generó un gran crecimiento que lo llevó a un uso abusivo de los créditos (burbuja especulativa) que no tardaría en volverse insostenible, hasta que ocurrió el desastre.

  El 29 de octubre de 1929 se produjo la quiebra Wall Street en lo que se conocería como el “Crack del ‘29”. La inmensa mayoría de bancos entró en bancarrota y prácticamente todas las empresas sufrieron una caída superior al 50% en sus acciones. Si a esto le sumamos una fuerte rigidez salarial, el retroceso de la inversión en agricultura, la modificación del valor oro durante la Conferencia de Génova de 1922, y que Europa seguía con una mano atrás y otra delante, ocasionó una crisis económica nunca vista a nivel mundial que trajo una evidente caída del consumo, paro, miseria, hambre, cierre masivo de empresas, y mucha pobreza.

  Este periodo fue conocido como La Gran Depresión, y sus consecuencias se hicieron notar durante más de una década.

  Como podrás imaginar, durante este lapso de tiempo la criminalidad subió cosa mala… y es que por mal que pinte la economía, hay que seguir llenando la nevera. Por lo que no tardaron en aparecer todo tipo de chanchullos ilegales de juego, ladrones, crimen organizado… pero, sobre todo, estafadores y pequeños delincuentes a porrillo.

  Y ahí es dónde conocemos a uno de los principales protagonistas de esta historia, el joven pícaro Johnny Hooker (Robert Redford). Un estafador de medio pelo que opera en la zona de Juliett (Illinois) junto a su compinche Luther Coleman (interpretado por Robert Earl Jones, padre del también actor James Earl Jones que posiblemente recuerdes por ser el malo de Conan el Bárbaro) y Joe Erie (Jack Kehoe).

  Un buen día, consiguen estafar a un pobre pardillo con una variante del timo de la estampita. Aprovechándose de su codicia, Hooker y sus dos compañeros logran “pescarle” todo el dinero que llevaba encima al pobre infeliz (y es que como dijo cierto personaje de Terry Pratchett, “no puedes estafar a una persona honrada”). Cuando más tarde se reúnen para hacer recuento de la “pesca”, Hooker, Joe, y Luther descubren que el “pardillo” llevaba más de 10.000$ encima. Celebrando su buena suerte, se reparten el botín entre risas.

¿Quién no pondría esta cara al encontrarse de repente con 10.000$ (o euros € o lo que sea) libres de polvo y paja?

  Pero como podréis suponer, oh buenas gentes, las cosas no pueden ser tan sencillas (de lo contrario no habría película). Y es que resulta que el “primo” en cuestión al que le roban el dinero, resulta ser un sujeto llamado Mottola (James J.Sloyan), el cual trabaja como “correo” para una peligrosa organización criminal dirigida por Doyle Lonnegan (Robert Shaw). Un sujeto de gran poder e influencia a la par que orgulloso, el cual tiene una tapadera como banquero mientras dirige toda una serie de negocios clandestinos por todo el país, y que no duda un segundo en enviar sus matones y pistoleros para «dar el pasaporte» a cualquiera que perciba como un peligro para su reputación. ¿Y adivináis de dónde sale “la pasta” que roban Hooker y los demás?… efectivamente, este dinero era la “recaudación” local destinada a ser entregada al mismísimo Lonnegan.

El actor Robert Shaw como el mafioso… digo, el «honrado ciudadano», Doyle Lonnegan.

  Cuando el robo llega a oídos de semejante individuo, manda tomar represalias con toda la frialdad del mundo. Como resultado, Luther recibe una paliza que acaba con su vida, pero Joe y Hooker logran escapar por los pelos de una muerte segura. En su último aliento, Luther confiesa que el legendario estafador Herny Gondorff (Paul Newman) es un íntimo amigo suyo, y que puede dar refugio y enseñanzas a Hooker… el cual parte raudo a Chicago para reunirse con Gondorff.

  Ambos planean reunir una banda de individuos muy especiales con un firme propósito, vengarse del malvado Lonnegan estafándole una buena cantidad de pasta y dejándole en ridículo. Por lo que traman un engaño complicado, la madre de todos los timos, el gran golpe. Para el cual necesitarán grandes dosis de ingenio, improvisación y valor, pues de ser descubiertos por el despiadado Lonnegan y sus sicarios, seguro les va la vida. 

  Por si fuera poco, el obtuso teniente Snyder, de la policía de Illinois (Charles Durning) persigue implacablemente a Hooker, el agente Polk del FBI (Dana Elcar) tratará por todos los medios de meter entre rejas a Gondorff, y un siniestro asesino de rostro desconocido sigue de cerca a los dos timadores para acabar con ellos.

  Si quieres saber cómo se desarrollan los acontecimientos y saber que ocurre a continuación, ya sabes lo que te toca: ver la película, porque yo no te lo voy a contar.

  Y hasta aquí llega la trama.

  Esta producción dirigida por George Roy Hill (Dos hombres y un destino en dónde Newman y Redford ya trabajaron juntos, Carnaval de las águilas, y La vida según Garp entre otras), con guion de Charlsie Bryant y David S.Ward, que fue estrenada en 1973, realmente es una película muy distinta en comparación a los demás títulos que acostumbro a traeros en el blog.

  Para empezar, carece de todo elemento de fantasía o ciencia-ficción de estos por los que suelo decantarme. Aquí no hay señores sobre musculados manejando espadas, ni bichines hiperactivos, monstruos de ningún tipo, y mucho menos aparatos hiper futuristas de ciencia prácticamente imposible. No, no. Aquí no hay nada de esto… ni tampoco les hace ninguna falta.

  De hecho, es incluso una película cuya mezcla de géneros de cine negro y la comedia ya resulta poco común. Puede que alguno de vosotros esté pensando en producciones que ya se atrevieron con esta curiosa combinación, tales como Con faldas y a lo loco (no descarto que un día acabe cayendo en un futuro post), Pistoleros de agua dulce (grandes Hermanos Marx), o la más contemporánea Una terapia peligrosa (¿Robert de Niro y Billy Cristal juntos?, ¿por qué no?). Sin embargo, en todas estas, la comedia acaba tomando la voz cantante hasta el punto de caer en la parodia más absoluta al «cine negro» en todas las ocasiones.

  Sin embargo, en El Golpe, nos encontramos con una proporción mucho más equilibrada al respecto, dónde un tipo de comedia mucho más suave forma alianza con una historia de “policías y mafiosos” bastante atípica en dónde no faltan las amenazas, las persecuciones, y los tiroteos, por no mencionar las situaciones en que los personajes se enfrentan a la muerte en cada ocasión. Sin embargo, el ingenio, la astucia, y el aplomo ante las situaciones más difíciles tiende a ganar la partida a la violencia o la acción más directa. Aun así, hay sitio de sobras en esta producción para las subtramas que se van cociendo a fuego lento, sin prisa pero sin pausa, que no solo sirven para alimentar el genial lore de esta producción sino que además da lugar a incrementar esta sensación de peligro y amenaza constante, a la par de sorprender al espectador con varios giros argumentales que le dejan a uno con la mandíbula cayéndose al suelo de la sorpresa, porque realmente no las ves venir.

  Vamos, una producción con todos los ingredientes en su justa proporción, además de ser una maravilla narrativa, y una producción llevada de forma muy inteligente.

  Sin embargo, si tenemos que hablar de los verdaderos dos puntos fuertes de esta película, tenemos que hablar irremediablemente de su puesta en escena (incluyendo su ambientación), la cual reproduce de forma muy fidedigna el contexto histórico de la película. Y no lo digo solamente por el excelente vestuario tan bien elegido, la aparición de auténticos automóviles de época, y de la cuidada decoración en cada uno de los sets de rodaje (impresionante la aparición de la cerveza Schlitz tan popular en los años 30), sino también por el brillante uso de los diversos planos de cámara.

  Pero si tenemos que hablar de lo mejor de la película… no hay duda alguna de que esto es el impresionante nivel interpretativo que se produce en todos y cada uno de los planos en dónde aparece alguna de las tres figuras principales del reparto, como son Robert Shaw (que cojeaba de verdad debido a una lesión jugando balonmano) en su impresionante papel como mafioso astuto pero temperamental que no se fía de nadie y te asiente con la cabeza mientras busca una excusa para partirte por la mitad. Pero sobre todo… Paul Newman y Robert Redford. Hay que decirlo, todo el elenco de la película (incluyendo la gran cantidad de secundarios como Ray Walston, Eileen Brennan, Harold Gould, o el ya mencionado Robert Earl Jones) hacen un trabajo extraordinario. Pero centrémonos en estos dos gigantes de la actuación al cargo de los roles de Gondorff y Hooker, esto es un duelo entre actores impresionante, una auténtica clase magistral de cómo se interpeta excepcionalmente bien. Algo digno de verse.

  Si a todo esto le sumamos un guion cuidado hasta la última coma (cosa importante porque un buen actor no siempre te puede salvar un mal diálogo), con una calidad muy difícil de encontrar, con unas escenas y líneas que son puro arte narrativo, obtenemos una película simplemente imprescindible. Una de estas obras de arte que merece todos y cada uno de los siete premios óscar que se llevó al bolsillo, de obligado visionado (al menos una vez en la vida) para todo aquel que se llame a sí mismo “cinéfilo”. Porque esto es lo que es El Golpe: CINE con mayúsculas, de ese que se mantiene en pie a base de la habilidad de los actores, una historia que engancha cosa seria, y un guion firme como la roca.

  Para colmo, tiene una banda sonora pegadiza. ¿Qué más quieres? Yo que tú ya tendría las palomitas en el microondas.

  Y si queda alguna duda de su grandeza… solo hay que ver como se intentó aprovechar su popularidad en 1983 al estrenar El Golpe II. Que yo no la he visto y por lo tanto no puedo opinar, a lo mejor un día me da por verla y resulta que es buena, pero por regla general, cuando una producción de gran éxito tarda tantos años en tener una segunda entrega, acaba saliendo un producto regular que solo busca reexplotar la fama de la producción original. Si la has visto, te invito a que compartas tu experiencia en los comentarios.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como recomendación de la semana, os traigo una nueva sugerencia del amigo Raziel del blog  mundoanimecritico.blogspot.com/ (gracias por la idea compa).

  Se trata de la tienda Shogun Salamanca. Yo personalmente no he estado ahí (aún), pero ha sido darme una vuelta por su impresionante página web, y desear el dejarme caer por ahí, porque en verdad que tienen material de ese bueno bueno bueno. No solo hay todo tipo de cómic (norteamericano, europeo, nacional, y manga) y un amplio surtido de objetos de coleccionista de lo más interesantes (desde funcos, figuras de acción, calendarios, reproducciones de objetos de película y demás), sino que también hay una amplia variedad de juegos de mesa y juegos de rol de todo tipo. Vamos, que me he quedado encantado con la tienda y seguramente le termine haciendo algún encarguillo online y que me lo traigan a casa. Si quieres juzgar por ti mismo, o buscas algo en concreto, te dejo un link directo a su web para que le eches un vistazo.

www.shogunsalamanca.com/tienda/

  ¿Y tú?

  ¿Aún no te he mencionado nunca en la “recomendación de la semana”?

  ¿¡Pues a qué estás esperando!?

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  Como siempre, te recuerdo que puedes visitar el apartado de “Relatos” para disfrutar de distintas historias de terror, fantasía, y ciencia-ficción (que voy escribiendo cuando el tiempo me lo permite *^_^*), y que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día… ¡¡3 de enero del nuevo año 2021!!

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.

 ¡¡FELIZ AÑO NUEVO 2021 PARA TODOS LOS AMIGOS, SIMPATIZANTES, COLABORADORES, Y MUY ESPECIALMENTE A LOS LECTORES DEL BLOG TALLOPIS-ESCRIBE.COM!!

  GRACIAS POR HACER DE ESTE AÑO ALGO ESPECIAL Y POR ESTAR AL OTRO LADO DE LA PANTALLA.

  UN ABRAZO BIEN GRANDE.

Comments

  1. La vi el año pasado y me sorprendió muy gratamente, había giros magníficos. Muy interesante tu análisis.

    Un saludo,
    Laura.

    1. ¡¡Hola Laura, encantado de saludarte nuevamente!! 😀
      Me encanta el cine de todos los géneros y épocas. Pero lo cierto es que algo tiene el cine que se realizaba en los setenta, e incluso en décadas anteriores, que argumentalmente me parece una maravilla. Me alegra saber que disfrutaste de esta película y de sus giros :). ¿Recuerdas haber visto alguna otra similar que te gustara? Es una opinión personal y puede que un tanto absolutista, pero me da la sensación de que en aquellos tiempos se daba más protagonismo a la calidad argumental o que se valoraba más el trabajo de una actuación bien hecha (la secuencia de la partida de póker con el personaje de Henry aguantando el tipo y haciendo el paripé me parece soberbia a nivel de lo que es el trabajo de actor propiamente dicho).
      Un abrazo bien grande 😀

Tus comentarios son más que bienvenidos.