Cine retro: Bud Spencer y Terence Hill «…Y si no, nos enfadamos»

 Lo que voy a explicarte a continuación, es un recuerdo muy personal que guardo con mucho cariño.

  A lo largo de toda mi vida, una de las personas que mas he querido y admirado era mi abuelo Miquel.

 De niño lo tenía en un pedestal y me parecía un sujeto dotado de un aura de bondad única, aparte era un hombre muy sabio, prudente, siempre tenía una palabra amable para todo el mundo, sabía como chorrotopotecientos chistes, y era muy fácil hacerle reír, pero por otro lado, cuando se ponía serio era capaz de hacer agachar la cabeza a uno solo con la mirada.

  En definitiva. Era serio cuando había que serlo, alegre todo el resto del tiempo, y conocerlo era quererlo.

  Su esposa, mi abuela Juanita, no era menos.

  Es más, mi abuela era un crack absoluto.

  A simple vista, podría parecer la típica beata que sabía más oraciones que cualquier párroco del pueblo, estricta en lo que a modales se refiere (“en la mesa no se habla”), y tan pulcra que era capaz de peinar a alguien con una raya tan perfectamente recta que era algo fuera de serie. Pero por otro lado, era una luchadora nata que no se achantaba ante nadie, muchas veces fingía que se cabreaba solo para darnos el gusto cuando le hacíamos una broma, y cocinaba como Dios (he intentado un montón de veces recrear su receta de albóndigas con salsa de almendra siguiendo todos los pasos exactamente igual… pero buenas gentes, no hay manera, jamás me han quedado tan buenas como las que cocinaba ella). En pocas palabras, parecía una persona seria, pero podía llegar a sorprenderte muy gratamente si te tomabas la molestia de rascar un poco la superficie.

  Otra de sus principales características, es que le encantaba el cine… cosa que por otra parte es muy común en mi familia por la parte materna. Pero aún así, cuando era pequeño me sorprendía muchísimo ver con que entusiasmo mi abuela gozaba de ver una buena película. Lo disfrutaba de veras.

  Un buen día, siendo yo bastante pequeño, fui a visitarles, y cual fue mi sorpresa cuando escuché algo que en mi corta vida nunca jamás había escuchado jamás hasta aquel momento.

  Aquella señora tan aparentemente formal que no permitía que habláramos comiendo, tan pulcra, y fácil de escandalizar, se estaba riendo con sonoras carcajadas.

  Ni que decir que yo me quedé alucinado, y mi curiosidad natural me llamaba a descubrir que cosa debía ser la que fuera capaz de hacer reír a mi abuela de tal manera. De modo que entré en el pequeño saloncito dónde tenían la tele, y ahí estaba partiéndose de risa como si no hubiera un mañana, viendo una película.

  Dirigí mis ojos a la pequeña pantalla, dónde un señor gordo de abundante barba daba unos bofetones de mucho cuidado a unos matones que salían despedidos tras cada golpe. Me llamó la atención este sujeto que repartía tan buenas ostias, pues su aspecto era el de una persona corpulenta y malhumorada pero que al mismo tiempo inspiraba un aire de bonachón tremendo.

  Semejante individuo no estaba solo en su lucha, sino que contaba con la ayuda de un hombre mas agraciado, de cabello rubio y ojos azules, así como un aspecto de pícaro sinvergüenza de gran sonrisa, el cual también repartía buenos golpes.

  Como seguro podrás intuir, me quedé al lado de mi abuela viendo la película hasta el final, y ni que decir que ambos lo pasamos en grande.

  Hoy vengo a presentarte esta producción, cuyo tema musical principal es el que te dejo a continuación: Dunne buggy de los Oliver Onions.

  Obviamente, aquella película no era otra que …Y si no, nos enfadamos, también conocida como Juntos son dinamita según desde dónde me estés leyendo. Una producción italo-española que se estrenó en Italia en el año 1974, protagonizada por un dúo más que querido y conocido. Tanto, que a día de hoy no son pocos los que todavía les recuerdan con cariño, tal y como me habéis dejado bien claro muchos de vosotros con vuestros comentarios en twitter a lo largo de esta semana.

  Me estoy refiriendo a la pareja de actores artísticamente conocidos Bud Spencer y Terence Hill.

  Pero, ¿quienes eran esta pareja de populares personajes?

  De nuevo ya me estoy liando y adelantando acontecimientos. Así que como siempre, voy a ir paso a paso y empezaré narrándote la trama de esta película.

  Acomódate, sírvete tu bebida favorita, y espero que te guste el post *^_^*.

  Para explicarte el argumento de esta producción, es necesario que nos traslademos a un universo muy pero que muy parecido al nuestro. En él nos encontramos que en las afueras de cierta ciudad, justo al lado del parque de atracciones, se encuentra el taller mecánico y de automoción de Ben (Bud Spencer), un hombre corpulento y cara de pocos amigos con dos grandes pasiones en la vida: el automovilismo, y cantar en un coro, para lo cual ensaya constantemente sus partituras mientras trabaja junto a su socio, un anciano cocinero y fumador de puros llamado Jeremías (interpetado por el actor español Luis Barbero, que apareció en más de cuarenta películas y al que también hemos podido ver en series como Farmacia de Guardia, Médico de Familia, o la serie infantil Los mundos de Yupi interpretando a Martín).

  La vida de Ben transcurriría muy plácidamente si no fuera por un viejo conocido, un sujeto al que no soporta y con el que mantiene una relación bastante difícil de describir. No es un amigo ni un enemigo, pero ambos mantienen una dinámica de rivalidad/”respeto” el uno por el otro, de modo que ambos siempre están compitiendo y chinchándose mutuamente. Dicho individuo lo conocemos con el nombre de Kid (Terence Hill), el cual es un camionero pícaro y sinvergüenza que parece ser el polo opuesto de Ben: risueño y sociable pero con un físico más estilizado.

  Un buen día, el destino de Ben y Kid vuelve a unir sus caminos cuando ambos participan en un rally de aficionados con un primer premio que ambos desean con muchas ganas: un mini bólido estilo “buggy” recién salido de fábrica, rojo, con capota amarilla. Por casualidades de la vida, los dos logran llegar a la meta al mismo tiempo, por lo que el coche pasa a ser propiedad de ambos. El problema es que ni Ben ni Kid están dispuestos a compartir el premio, por lo que deciden competir una vez más el uno contra el otro para lograr decidir quien se va a quedar definitivamente con el preciado “buggy”.

Kid y Ben.

¿Una partida de cartas?, mejor no, pues Ben sospecha que Kid haría trampas.

¿Qué tal un pulso?, tampoco, pues Kid cree que Ben tendría claramente todas las de ganar.

Finalmente deciden hacer una curiosa apuesta: decidir quien se va a quedar con el ansiado bólido jugándoselo a “cervezas y salchichas”. Es decir, cada uno come una salchicha y bebe una cerveza cada vez, de modo que aquel de los dos que logre comer y beber mayor cantidad cuando el otro se de por vencido, será el ganador y por tanto legítimo propietario del premio del rally. Ambos se ponen manos a la obra en un local que se encuentra dentro del parque de atracciones del que te hablaba anteriormente.

 Desgraciadamente, existe una banda de mafiosos dirigida por un sujeto conocido como El Padrino (John Sharp), el cual tiene por “consiglieri” a un individuo bastante desagradable que se hace llamar El Doctor (Donald Pleasence). Este par de estrafalarios y torpes delincuentes tienen un malvado plan en mente, extorsionar violentamente a los trabajadores del parque de atracciones para que sus dueños cedan los terrenos del parque a la banda criminal, la cual pretende derribar el parque y construir un lujoso casino en su lugar para aumentar aún más los beneficios de su organización. De modo que El Padrino y El Doctor deciden enviar a sus matones para que causen el mayor destrozo posible al parque, con tan mala suerte que en este momento se encuentran Ben y Kid tratando de resolver sus diferencias, por lo que el mini bólido con el que tanto soñaban acaba siendo pasto de las llamas a manos de los matones de El Padrino.

Nota mental: Invitarles a comer sale caro.

Ante tal situación, los dos rivales deciden aunar fuerzas con un objetivo común y tratan de obligar al jefe de los mafiosos a que les pague un “buggy” nuevo. Y si no… pues… ¿pues que van a hacer Ben y Kid si El Padrino no accede a ello?… este… ¡y si no, se van a enfadar! Ea, así de sencillo. Con un par.

Obviamente, El Padrino se toma esta débil amenaza a la ligera y decide mandar a su matones y sicarios para que acaben con Ben y Kid, los cuales no solo deciden defenderse sino llevar su amenaza hasta la última consecuencia. Además, no solo su preciado bólido rojo de capota amarilla está en juego, sino también el destino de todos los trabajadores del parque de atracciones, incluyendo la acróbata Liza (Patty Shepard), de la cual Kid siente que se está enamorando.

 Llegados este punto… solo puedo decirte que si nunca has visto la película y quieres saber como termina, mucho me temo que tendrás que verla, pues yo no te voy a contar el final.

 Aunque bueno, siendo el tipo de película que es, no hace falta ser un genio para saber como se van a desarrollar los acontecimientos. Pues esta película de comedia y acción, pero sobre todo comedia, es una película cortada del mismo patrón a otras muchas protagonizadas por este popular dúo de actores, como por ejemplo Le llamaban Trinidad (mítica y me consta que una de las favoritas de muchos de vosotros), Quien tiene un amigo tiene un tesoro, Dos super policías, Par Impar, o Estoy con los hipopótamos. En la que el carisma de este par sobresale junto a las divertidas escenas de lucha, las cuales tienen un fuerte componente cómico con un toque slapstick que, combinadas con los divertidos efectos sonoros que acompañan los golpes, lo característico de estos, y lo divertidas que resultan dichas escenas, no es de extrañar que este par de actores haya contado con el cariño del público durante tantas generaciones.

Aunque bueno, eso de actores igual dependería de a quien se preguntase en su momento, pues el propio Bud Spencer difícilmente se definía a sí mismo como actor. De echo, se rumorea mucho que la gran amistad que mantenían tras las cámaras estos dos individuos vino de que Bud Spencer consideraba a Terence Hill como un maestro del que aprender interpretación al que muchas veces le pedía consejo, pues este si que tenía más experiencia en el mundo del espectáculo cuando empezaron a trabajar juntos. Sea esto cierto o no, la verdad es que ambos se llevaban muy bien y juntos hacían un gran equipo. A lo largo de todas sus películas en la que ambos aparecían como protagonistas, se ve que siempre tienden a tener el mismo tipo de rol o personaje: Bud interpretando a un tiparrón rudo pero de buen corazón, y Terence un encantador pícaro sinvergüenza.

Pero de nuevo me estoy adelantando.

¿Quienes son realmente Bud Spencer y Terence Hill?

Con tu permiso, voy a dedicar la siguiente parte del post a describirte los dos componentes de este dúo con un poco más de detalle.

Empecemos por mi favorito de los dos: Bud Spencer.

Aunque bueno, como comentaba antes, este era su nombre artístico, pues en realidad se llamaba Carlo Pedersoli, nacido en Nápoles el año 1929. Llegado el momento, eligió el nombre artístico de Bud Spencer debido a que su cerveza preferida era la Budweisser y su actor favorito Spencer Tracy… así de sencillo.

Sin embargo, este buen señor no siempre se dedicó a la actuación. De hecho, estudiaba química en el momento que su familia decidió emigrar hacía América Latina cuando este contaba solo con 18 añitos, pero pocos años después volvería a Italia para convertirse en nadador del club deportivo SS Lazio. En más de cinco veces seguidas logró ser campeón italiano de los cien metros libres en natación, en cuya disciplina llegó a recorrer dicha distancia en menos de un minuto. Por si esto te parece poco, Carlo logró dos medallas de plata en los Juegos Mediterraneos de 1951, además de lograr ser semifinalista en los juegos olímpicos de Helsinki en 1952 y en Melbourne en 1956. También fue jugador de waterpolo, logrando el oro con su equipo “Settebello” en 1951. Vamos, casi nada.

Pero míratelo. ¿Cómo no iba a repartir semejantes ostias? Con razón los malos salían volando.

Desgraciadamente, una lesión le apartó de la vida deportiva en 1957, momento en que decidió centrarse en su carrera como actor, aunque su primera actuación fue anterior a esta fecha, pues en 1950 ya hacía de extra en grandes superproducciones como Quo Vadis?

Sin embargo, el momento clave llegaría en 1967, cuando realizó la primera película junto al que sería su mejor amigo y compañero de escena durante muchos años: Terence Hill, protagonizando Dios perdona pero yo no. Fue en este momento que adoptó el nombre por el que todos le conoceríamos: Bud Spencer.

El de la derecha es Bud Spencer. ¡En serio!

Pero, ¿que hay de Terence Hill? ¿cual es su historia?

Pues resulta que el nombre real de este otro buen señor es Mario Girotti, nacido en Venecia el año 1939. Cuando en 1967 conoció a Bud Spencer/Carlo Pedersoli (el mismo año que Mario se casó con Lori Zwicklbauer) se le pidió que eligiera un nombre más anglosajón para rodar el spaguetti western Dios perdona pero yo no. Se dice que eligió el nombre artístico de Terence Hill para que las iniciales invertidas coincidieran con el nombre de su madre: Hildegard Thieme.

Mario Girotti/Terence Hill con 12 años en Vacanze col gangster.

Sea como sea, empezó su carrera como actor… ¡con solo 12 añitos! Fue en la película Vacanze col gangster del año 1951, y aunque posteriormente estudió literatura clásica durante varios años, lo cierto es que al final decidió centrarse en su carrera como actor. Y no le fue nada mal, pues llegó a participar en películas de renombre como El Gatopardo (1963) y conocer a personalidades como Sara Montiel, con la cual coincidió en el rodaje de Pecado de Amor en 1961. Pero ojo, que si bien no tuvo una carrera deportiva tan destacada como su compañero Bud/Carlo, lo cierto es que también practicaba varios deportes que le permitirían desarrollar sus papeles, como gimnasia y boxeo, lo cual le permitiría realizar varias de sus acrobacias en escena.

De modo que cuando conoció a Bud Spencer, ya tenía varias tablas y recorrido en el mundo de la actuación, cuadrando con el rumor de que aparte de amigos tenían una cierta relación maestro-alumno que te comentaba antes.

Terence Hill con Sara Montiel.

 Y aunque ambos protagonizaron varias películas por separado (Spencer trabajó en cintas como Bombardero, Pegafuerte, o Banana Joe mientras que Hill protagonizó películas como Viva Django), lo cierto es que ambos dieron el gran salto a la fama en 1971 al trabajar juntos en el spaguetti western Le llamaban Trinidad… y el resto es historia.

Volviendo a la película que nos ocupa, cabe decir que en varias ocasiones se encontraban con que muchos miembros del equipo técnico tendía a coincidir de una producción a otra, por lo que esta …Y si no nos enfadamos es una pequeña excepción a esto, ya que en ninguna otra ocasión volvieron a coincidir los dos actores a la vez con el mismo director y guionista de esta producción. De hecho, el director de esta cinta (cuyo nombre original es …Altrimenti ci arrabbiamo!) resulta ser un director bastante reconocido en su país de origen: Marcello Fondato, quien dirigió La ronda del placer (1975), Bombardero (1982), o Mr.Charleston y sus secuaces (1977), entre otras con las que también coincidió con el guionista Francesco Scardamaglia, con el cual es bien sabido que ambos trabajaron en el script de esta película.

Además, parte del rodaje se llevó a cabo en España y podemos encontrar varios emplazamientos que puede os resulten muy familiares, pues ahí se puede ver el estadio Vicente Calderón y el puente de Toledo. Mientras que con algunos de los actores ocurre lo mismo, y sí, antes ya hemos hablado de Luís Barbero en el papel de Jeremías, pero también podemos ver que el director del coro no es otro que el cómico Emilio Laguna (que participó en el concurso No te rías que es peor junto a otros populares humoristas de la época). Curiosamente, ninguno de ellos se dobló a sí mismo en la versión española.

Emilio Laguna.
Vicente Calderón.

Al ver de nuevo esta película para preparar este post, tengo que admitir que por un lado lo he pasado en grande y me he partido de risa. La escena de la persecución en moto con esta parodia de justa medieval me parece tronchante, así como la secuencia en que los dos protagonistas tratan de dar esquinazo al sicario Paganini (Manuel de Blas) contratado por El Padrino, o la carrera que se da casi al principio de película… este pique que tienen ambos personajes protagonistas me parece desternillante. Pero ninguna como la pelea final en la fiesta de globos, o el parque de atracciones con el matón Atila (interpretado por Deogracias Huerta) con la posterior escena de lucha multitudinaria en el gimnasio. Y eso por nombrar algunas, porque cuando están los dos protagonistas decidiendo como decidir quien se queda el coche, y la secuencia de las cervezas en el bar (con los matones destrozando todo y ellos como si nada) también es para reírse un rato largo.

Pero no todo son risas y puñetazos en esta producción, pues también encontramos un leve punto de romanticismo en la relación que mantienen Kid y Liza, e incluso un momento un tanto dramático cuando los secuaces del villano de esta película se pasan de la raya, todo ello con la evidente intención de aportar una excusa más para que los dos protagonistas acudan a al guarida del villano a repartir mamporros contra todo el que se mueva para goce y disfrute de nosotros como espectadores. Lo cual aporta algo más de variedad y consistencia a un guión que no tiene otro propósito que hacernos pasar un buen rato sin más. Porque las cosas son así, esta película no es una producción a lo que dirigirse si uno busca una trama profunda llena de sesudas líneas de diálogo llenas de contenido, sino que simplemente ofrece lo que promete… humor, acción, y poco más dentro de una trama sencilla pero efectiva a efectos de esta película, sin mayor pretensión. Lo cual de vez en cuando se agradece mucho.

Vamos, que me vuelto a reír un montón y no me extraña que estos dos actores llegaran a protagonizar tantas películas parecidas, pues no cabe duda de que llegaron a ser muy populares y divertidas. ¡Si hasta existe un videojuego estilo beat’em up inspirado en las películas de Bud Spencer  y Terence Hill que tiene una pinta estupenda!. El título conocido como Slap & Beans, el cual promete muchas risas.

Sin embargo, y haciendo un pequeño ejercicio de empatía, me he planteado cómo sería para una persona veinte años más joven el ver esta película… y he llegado a la conclusión de que si uno hila muy fino, se podría pensar que esta producción igual no ha envejecido demasiado bien, en el sentido de que alguien que no conociera los personajes de antemano difícilmente pudiera disfrutarla del mismo modo que alguien de mi quinta o anterior (mira mi abuela que bien lo pasaba con sus películas). De hecho, casi me atrevería a decir que esta es una producción cuyo humor ya no tiene mucha cabida en el panorama actual, y que en algunos momentos tiene cierto tufillo un tanto machista… como cuando la chica con gafas del coro, la mujer bajita en el baile, o la artimaña de Kid para lograr que Liza caiga literalmente a sus brazos. Eso por no contar que algunos gags y situaciones puede que hayan quedado un tanto obsoletos, por lo que esta película podría ser un tanto difícil de seguir para alguien que no conociera a Bud Spencer y Terence Hill de antemano.

Aunque quizás estoy siendo demasiado escrupuloso con estas líneas. Que al fin y al cabo puedo estar perfectamente equivocado en cuanto acabo de decir.

Sea como sea, una cosa si te puedo asegurar, y es que si ya sabes de que pie cojea este dúo de actores, y empatizas tanto con este estilo de comedia como estas secuencias de lucha tan exageradas que solo buscan hacerte reír que ya han mostrado en otras películas, esta …Y si no nos enfadamos, no te decepcionará.

De hecho, si ya les conoces, me encantaría que me explicaras que suponen para ti y si tienes alguna historia divertida sobre como fueron las primeras veces que viste alguna de sus películas: que te parecieron, gracias a quien las descubriste… o lo que tu quieras. Para lo cual te invito a que uses la caja de comentarios que se encuentra más abajo, así como aprovecho para recordarte que tus comentarios son más que bienvenidos a este blog.

I feel like a king in my buggy… pa papa paaaaa.

En conclusión. Aunque soy muy consciente de que igual estas películas ya no son tan disfrutables por personas de todas las edades, !!que buenos momentos he pasado, y pienso seguir pasando, con las producciones protagonizadas por este par de actores y que maravilla volver a verles pegar estos golpes tan grandilocuentes que envían a los villanos por los aires de maneras tan hilarantes¡¡

Vamos, que me lo he pasado de lujo riéndome a gusto pese a los años que tiene.

Y hasta aquí llega este post.

 Como recomendación de la semana, quiero presentarte el que ha sido mi más reciente descubrimiento en materia de combinar videojuegos con buenas obras.

Te presento la web “Videojuegos sin fronteras”, la cual aún no ha sido del todo traducida a nuestro idioma, pero que en su versión española también incluye un link directo a la plataforma original en inglés, la cual recoge toda una serie de geniales iniciativas con las que hacer un mundo mejor gracias a medios como los videojuegos y la animación. Entre sus actuales proyectos he visto campañas contra el analfabetismo, en beneficio del desarrollo sostenible, recaudación para la investigación del covid-19, y mucho más.

Si estás interesado en sus proyectos, en la misma web se detallan los modos en que se puede colaborar en sus diversas causas, y la verdad es que vale la pena echarle un vistazo.

¿Y tu?

  ¿Aún no te he mencionado nunca en la “recomendación de la semana”?

  ¿¡Pues a qué estás esperando!?

  Si tienes un local u organizas alguna actividad de cara a la cultura pop y friki, si sabes de algún evento interesante, o si eres creador de contenido (podcast, blog, youtube, etcétera), déjame un mensaje en la caja comentarios o escríbeme un mensaje privado por twitter (twitter.com/TALlopis). El próximo en aparecer en la “recomendación de la semana” de futuros posts de este blog podrías ser tu.

  Además, publico bastante contenido en twitter casi a diario.

Si lo deseas, también puedes participar activamente en el blog a través de la caja de comentarios, ya sea explicándome cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores, o bien echándome una mano con las páginas “Fechas frikis” y “Curiosidades” con este dato tan genial que te sabes.

 Por último, si te ha gustado el contenido de este post, te quedaría muy agradecido si le dieras al botón “Me gusta” y si lo compartieras en tus redes sociales, o recomendaras a tus amigos, familia, compañeros de estudios, del curro, y otros seres queridos que tengas a mano.

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  Como siempre, te recuerdo que puedes visitar el apartado de “Relatos” para disfrutar de distintas historias de terror, fantasía, y ciencia-ficción (que voy escribiendo cuando el tiempo me lo permite *^_^*), y que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 4 de abril.

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.

¿Te apetece que vayamos a por unas cervezas mientras llega el post de la semana que viene?

Comments

  1. Que grande el post y que grandes recuerdos nos has desbloqueado, amigo!!! Y es que como bien dices las películas de este icónico par pasaron a ser visualizadas por toda la familia, convirtiéndose en unos momentos a compartir de risas y diversión admirando las tollinas que se repartían en pantalla. Nuestra película favorita es Banana Joe, que recordamos siempre la emitian por la tele el día de Reyes y era acto obligatorio de presencia visualizarla tras abrir los regalos y disfrutar de una opípara comida familiar e incluso cantar el tema principal ¡Oh Banana Joe, corazón gigante ilusionadooo 🎵🎵🎶🎶🤣🤣🤣!
    Que tiempos….
    Ahora ya sabemos que tu gran bondad la has heredado de tu abuelo y es que estos deberían de ser eternos por enseñarnos multitud de cosas y cuidarnos hasta infinito!!!
    Lo dicho, gracias(de nuevo) por abrir nuestra nostálgica mente y hacernos recordar grandes momentos, crack!!
    Seguimos con el siguiente post de hoy, que solo con el título nos lo has vendido!!
    Un abrazote!!

    1. ¡¡Holaaaaa Presstartcook 😀 !!
      Ostras, me encanta que me expliquéis historias como esta *^_^* :D. Que bueno el vivir estos momentos tan maravillosos. De verdad que cuando me decís que gracias al blog recordáis momentos tan especiales como este, me dais la vida. Imagino lo bien que lo pasaríais, cantando la canción tras este gran momento de abrir los regalos y daros una buena comilona familiar :D. Igual en aquellos momentos tan felices se estaba forjando ya el genial cocinero-blogger (y mejor persona) que eres hoy compa :D.
      Realmente este es un post que me ha hecho mucha ilusión escribir, pues realmente sois muchos los que guardáis momentos muy divertidos gracias a estos dos actores y sus simpáticas películas. Y es que con este estilo tan divertido de repartir bofetones, marcaron varias generaciones de fans.
      Inmenso honor que me compares con mi abuelo Miguel… era una persona extraordinaria. Realmente, que seres tan maravillosos los abuelos, y que gratos recuerdos nos quedan de ellos en nuestra infancia.
      Gracias a ti por tus simpáticos comentario, y como siempre, un placer que te dejes caer por aquí.
      Un abrazo bien grande 😀

Tus comentarios son más que bienvenidos.