Cine de animación: Tarón y el caldero mágico.

  Cuando uno piensa en películas clásicas Disney, inmediatamente acuden a la mente estas producciones atemporales con las que muchos de nosotros hemos crecido, basadas principalmente en cuentos y leyendas de todo el mundo. Que si Los tres cerditos, que si Blancanieves, La Sirenita, Hércules, la Bella Durmiente, etcétera.

También se han basado en muchos libros para sus producciones animadas, como ocurrió con Basil, el ratón superdetective (del escritor Eve Titus) o Tarzán (de Edgar Rice Burroughs), e incluso se han lanzado a la piscina al versionar algunos de forma más libre, como ocurrió con Oliver y su pandilla, inspirada por el clásico Oliver Twist de Charles Dickens.

  Y aunque en alguna de estas películas a veces aparecen escenas un tanto oscuras que resultaron perturbadoras para los niños que las vieron en el momento de su estreno, lo cierto es que la casa del ratón más famoso del mundo siempre ha tenido las cosas muy claras en su modo de hacer las cosas con sus producciones animadas, tendiendo a tirar siempre hacia lo políticamente correcto, evitar en lo posible los temas controvertidos, y llevando al mínimo el número de escenas que puedan resultar escabrosas, al mismo tiempo que estudian muy detenidamente el aspecto de todos sus personajes.

  Razón por la que, cuando en la empresa del tío Walt deciden salirse por la tangente y hacer algo distinto de su línea habitual, resulta extraño y cuesta asimilar que llevaran a cabo un proyecto de esta clase.

  Sin más dilación, permite que te presente la película que protagoniza este post: Tarón y el caldero mágico. Una producción que, si bien es poco conocida en comparación a las demás, lo cierto es que sorprende por cierto tipo de imágenes y temas que se muestran en la misma.

  Ya mismo dejo de liarme y paso a relatarte su trama.

  La acción nos lleva directamente al mágico reino de Prydain, una tierra medieval de espada y brujería en dónde viven todo tipo de seres mágicos.

  En este lugar de fantasía, mucho tiempo atrás antes de los acontecimientos de la película, se dice que existió un rey cuyo nombre fue perdido en el largo paso del tiempo. Un soberano en extremo cruel y malvado, cuya ambición era tal que ansiaba sojuzgar bajo su tiránico mandato a todos los pueblos de la tierra, para lo cual estaba dispuesto a hacer cualquier cosa. Era tanta su vileza, que hasta los mismos dioses llegaron a temerle y nadie parecía capaz de pararle los pies, hasta que un día fue víctima de un elaborado complot para acabar con su vida. El depravado rey fue arrojado a un crisol de hierro hirviendo que acabó con su vida, pero en su último aliento, en un acto de venganza sin precedentes, traspasó su corrupto espíritu al metal derretido, el cual tomó la forma de un siniestro caldero maldito que podía otorgar la capacidad de crear un invencible ejército de no-muertos, y así el moribundo rey albergó la esperanza de que alguien, algún día, continuara su corrupto legado.

  Pasaron las décadas, pasaron los siglos, y el caldero fue perdido, escondido en un lugar remoto para que nadie pudiera encontrarlo.

  Sin embargo, la leyenda siguió viva.

  El mismísimo Rey del mal ha dedicado su vida a buscar el caldero encantado para esparcir su propio dominio de dolor por todo Prydian, con lo cual se ha originado una temible guerra entre sus huestes y los habitantes de todos los reinos para impedir que se haga con el poder absoluto.

  Y ahí es cuando entra en escena el protagonista de nuestra historia: Tarón, un niño que ansía con todas sus fuerzas llegar a convertirse en un famoso guerrero, pero que trabaja como criador de cerdos al servicio de su amo, el benevolente sabio Dolben.

  Ni que decir que Tarón está más que harto de la vida que le ha tocado y lamenta sin cesar el tener que dedicar su vida al cuidado de una cerdita llamada Hen Wen, a la que el viejo Dolben cuida y mima con toda su alma. Lo cual no es de extrañar, pues resulta que este pequeño animalito posee extrañas cualidades adivinatorias que podrían revelar el paradero del caldero maldito a cualquiera que la encuentre.

  Un triste día, Dolben intuye que el ejército del Rey del mal ha dado con el paradero de la cerdita Hen Wen, y en un acto desesperado, no ve otro remedio que encomendar a Tarón una labor crucial para el destino de todos los seres vivos, que se lleve a Hen Wen lo más lejos posible y haga cuanto esté en su mano para evitar que los esbirros del Rey del mal se hagan con ella.

  En su viaje, Tarón entablará amistad con una serie de sorprendentes aliados que se verán unidos a su misión debido a una serie de extrañas circunstancias. Entre ellos se encuentra una joven impetuosa llamada Elena que asegura ser una princesa cautiva, un juglar de dudoso éxito llamado Fausto que se encuentra en posesión de un arpa cuyas cuerdas se rompen siempre que miente, así como de un travieso animalito peludo y glotón llamado Gurgi.

  Estos cuatro compañeros se verán envueltos en un viaje increíble dónde deberán vérselas con hadas, brujas, dragones, afrontar mil peligros en dónde su vida está en juego a cada momento, y encontrarse frente a frente contra las diabólicas huestes del Rey del mal.

  La aventura está servida. Si nunca has visto esta película y quieres saber cómo acaba esta historia, ya sabes lo que te toca, verla. Porque yo no te voy a contar como sigue.

  Y hasta aquí la trama.

  Estoy francamente sorprendido de que esta película resulte ser una gran desconocida, y más aún de que en el momento de su estreno en julio de 1985, resultara ser un auténtico fracaso de taquilla que costó más de veinte millones de dólares a Walt Disney. Y por muy Disney que sea, veinte millones duelen lo suyo. Razón por las que no son pocas las webs que la describen como “la película que estuvo a punto de acabar con Disney”.

  Puede que la razón de este señor batacazo fuera precisamente por lo oscuro de la cinta, teniendo en cuenta que es una película de animación destinada a los más pequeños y por la inocencia de estas producciones en los años ochenta. En aquellos tiempos, los productos orientados al público infantil tendían a ser mucho más inocentes y libres de imágenes o temas delicados en comparación a lo que estamos acostumbrados actualmente (sin entrar a ningún debate ni decir que esto sea mejor o peor). Y es que el aspecto de los seres malévolos que aparecen en esta cinta, salvo un par de cómicas excepciones, no tienen nada de inocente o caricaturesco ni moderado (especialmente si los comparamos con otros villanos Disney… y mira que los hay que son de armas tomar). Empezando por el propio Rey del mal, que entiendo perfectamente que para un niño de los ochenta resultara intimidante y hasta terrorífico tanto por su aspecto, voz, comportamiento, y sobre todo por su presencia, creando con todo ello un aura especial que uno casi piensa que las plantas podrán marchitarse a su paso. Eso por no decir que su destino final es uno de los más visualmente impactantes que he visto en una película de animación destinada a un público infantil.

  Y lo mismo podría decir de los escenarios frecuentados por los antagonistas y las secuencias en dónde aparecen. En este sentido hay momentos que entran directamente por los ojos y que logran cumplir su cometido de sobras, como el primer plano del Castillo Negro (sencillamente impresionante) o el ataque de los dragones contra Tarón y Hen Wen. Podréis decir que soy exagerado, pero realmente se ve a estas criaturas comportarse con una verdadera malicia que no recuerdo en ningún otro siervo antagonista de Disney: altivos, despectivos, maliciosos, y primarios.

  Por otro lado, en su trama se desvelan asuntos bastante delicados, especialmente sobre cierto personaje que muestra una verdadera sensación de abandono, soledad, e incluso autodesprecio, hasta albergar el pensamiento de sacrificarse, no solo por entrega a aquellos que ama (que también) sino por el bajo aprecio que dicho personaje tiene por sí mismo. Lo cual resulta desgarrador y termina por ser objeto de auténtico drama en más de una ocasión.

  Con todo lo dicho, no me cuesta imaginar a los niños llorando a moco tendido en el cine y a los padres salir de la sala con un mosqueo más que considerable. Menos mal que los guionistas y productores decidieron cortarse un poco, porque investigando para este post he leído que los primeros bocetos del guion eran más adultos, incluyendo escenas de desnudez parcial así como un tono aún más lóbrego.

  Aun así, no es de extrañar que esta sea la primera película de animación para niños en obtener la clasificación PG (Paternal Guide o Recomendado el acompañamiento de un adulto en menores de 10 años) por la Motion Picture Association of America’s Film-rating System, abreviada MPAA. Te dejo un link al respecto por si quieres saber más sobre el tema.

movies.fandom.com/es/wiki/Clasificaci%C3%B3n_por_edades_de_la_MPAA

  Con todo lo dicho, no sorprende que esta película, basada en las dos primeras novelas de Las crónicas de Prydian del autor Lloyd Alexander (las cuales tienen muy buenas críticas y han cosechado varios premios) esté rodeada de tanta leyenda negra y misterio en las redes, hasta el punto de ser clasificada como “la primera obra de la era oscura de Disney”. No obstante, con el tiempo ha terminado convirtiéndose en una obra de culto que ha cosechado numerosos fans, y no me extraña, porque siendo objetivos, la película realmente es muy pero que muy buena.

  Personalmente, creo que su mayor pecado fue el ser una obra adelantada a su tiempo, porque cualidades no le faltan. Empezando por el apartado gráfico, es notablemente detallado y espectacular, solo fijaros en los escenarios y fondos sobre los que se mueven los personajes. En ellos encontramos ambientes siniestros, sí, pero también hay colorido, luz, ambientes de ensueño, algunos hasta bucólicos, todos ellos con un nivel de detalle, minuciosidad, y calidad que son un regalo para la vista, de modo que cada uno de ellos (sea tenebroso o no) cumple perfectamente su cometido, logrando reseñar todo cuanto acontece por la mente de cada personaje y lo que estos pretenden transmitir con un solo vistazo, aunque no estén hablando.

  Personajes, por cierto, que me parecen estar dotados de unos trasfondos personales tan misteriosos como interesantes que se dejan entrever lentamente, así como un carisma notable y múltiples golpes escondidos que los sacan de sus respectivos clichés, mostrándonos tanto sus virtudes como lo más ingrato de sus personalidades, sus luces y sus sombras, al igual que todo cuanto podemos ver en esta película.

  Y es que esta producción está formada por mucho más que ambientes tenebrosos y antagonistas que dan muy mal rollo. Durante esta épica historia podremos ver un verdadero “viaje del héroe” en dónde hay lugar para la evolución de los protagonistas y la introspección emocional, pero también para grandes dosis de aventura, fantasía a raudales, e incluso algún que otro elemento cómico y un rayo de esperanza entre medio de tanta desolación. Demostrando el excelente trabajo de los guionistas Larry Clemmons (que trabajó en las películas Disney Tod y Toby, Robin Hood, y Los aristogatos entre otras), y Ken Anderson (que participó en producciones de animación de la misma compañía como El libro de la selva, Cenicienta, o Los rescatadores), así como el notable trabajo de sus directores Ted Berman (La bruja novata y La gran aventura de Winnie the Pooh) y Richard Rich (El rey y yo, Tod y Toby), que además de hacer una muy buena labor tuvieron la valentía de sentarse y decir “vamos a hacer las cosas de manera distinta”.

  En definitiva: Una película muy recomendable que se equivocó de momento, pero cuyas cualidades tapan cualquier leyenda negra que se le otorgue. Por el amor de lo que sea, tienes que verla.

  Y hasta aquí llega el post.

  Como recomendación de la semana, me encantaría recomendaros una serie de podcast que estoy siguiendo actualmente en iVoox, los cuales me parecen una verdadera maravilla, tanto por lo bien documentado de los temas que tratan, su modo de hacer las cosas, como lo notable de su labor.

  –La hora de los marcianitos. Estos simpáticos chavales que se dejaban las monedas de cinco duros en las recreativas han crecido, y han decidido crear un podcast sobre videojuegos y todo lo que les rodea. Todo ello con mucho desparpajo, humor, y muy buen rollo.

www.ivoox.com/podcast-hora-marcianitos_sq_f1928478_1.html

  –Los viejos frikis nunca mueren. Cuando crezca, yo quiero ser como este buen señor. ¡Que crack!, no se corta un pelo al derrochar simpatía y un muy buen hacer en este podcast dedicado a la cultura pop de los ochenta y los noventa, prestando especial atención a la música (¡que temazos pone el iaio friki oye!), el cine, y los videojuegos.

www.ivoox.com/podcast-viejos-frikis-nunca-mueren_sq_f1315371_1.html

  –Arqueología Nintendo. Brutal, una estrella en meteórico ascenso. Este simpático caballero relata de forma cronológica la historia de la gran -N- de un modo ameno, divertido, y realmente apasionante. Jamás habría imaginado que la historia de esta compañía fuera tan interesante, describiendo grandes avances en la industria del videojuego, demostrando que esta es también la historia de gran parte del país nipón, del mundo, y hasta las vidas de los que crecimos con sus juegos. Hay que escucharlo para creerlo.

www.ivoox.com/podcast-arqueologia-nintendo_sq_f1942285_1.html

  –Carne de videoclub. ¿Recuerdas estos años en que ir al videoclub del barrio era casi como un ritual? ¿y lo bien que te lo pasabas eligiendo estas películas tan ochenteras y noventeras que se convertirían en tus favoritas mientras las disfrutabas en la comodidad de tu sofá? Ellos sí. Lo que estos tipos no sepan sobre el cine de aquella época, no lo sabe nadie. ¿Ya tienes preparadas tus palomitas?

www.ivoox.com/podcast-carne-de-videoclub_sq_f142809_1.html

  –La taberna del grog. Empuña tu mando, llena la jarra hasta arriba, y ten cerca tu espada por si acaso. Este equipo de veteranos jugones controlan que no veas sobre videojuegos de todo tipo y de todos los tiempos, y lo demuestran con mucha gracia.

www.ivoox.com/podcast-taberna-del-grog_sq_f1310044_1.html

  ¿No te he mencionado nunca en la “recomendación de la semana”?

  ¿¡Pues a qué estás esperando!?

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  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.