Cine retro: 5 películas animadas de Astérix

  Imagina el siguiente escenario.

  Estas tirado en tu asiento favorito, pasando los canales con gesto aburrido porque no hacen nada que valga la pena. Todo parece ser lo mismo de siempre, hasta que de repente, descubres que está empezada una de estas películas tan especiales que “siempre da gusto volver a ver”, y dejas el mando. Terminas viendo dicha película hasta el final y con una sonrisa de oreja a oreja, pese a que ya la has visto como chorrocientas mil veces.

  ¿Te ha pasado alguna vez? ¿recientemente?

  De niño me pasaba con frecuencia, principalmente con las cinco primeras películas animadas de Astérix, el famoso personaje de cómic francés creado por el guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo (que tras la muerte de su compañero en 1977 también se ocupó del texto). Son producciones que solían emitir por diferentes cadenas autonómicas como TV3, TVG, o Canal 9 entre otros (de nuevo, gracias a estos canales por los buenos momentos), y con las que me lo pasaba en grande, pues aparte de que me hacían reír un montón, me encantaban los primeros números de la obra original, por lo que me hacía una gran ilusión ver estos personajes en movimiento.

  Y de esto precisamente vengo a hablarte hoy, de estas piezas de la animación que relataban las aventuras de cierto pueblo de irreductibles galos del año 50 antes de Cristo, cuyos habitantes no solo se resistían a la invasión romana, sino que incluso desafiaban al mismísimo emperador Julio César, con hilarantes consecuencias.

  Solo para que quede claro: al momento de escribir estas líneas, existen cuatro películas life-action y diez de animación que estén basadas en aventuras de estos personajes, pero en este post, solo voy a hablar de las cinco primeras del segundo grupo, que fueron las que recuerdo con más cariño.

  Dicho todo esto, equípate el casco y el arma empuñada de tu elección, porque esto empieza ya.

Astérix el galo

  Para ser la primera película animada, lo cierto es que la lió muy parda en el mal sentido, hasta podríamos decir que fue hasta cierto punto polémica, pues ni Goscinny ni Uderzo supieron de su existencia hasta después de que fuera estrenada en cines, cuando fueron invitados a un pase de la película por Georges Dargaud (fundador de la editorial Dargaud dónde se empezaron a publicar los cómics de Astérix y Lucky Luke). No me imagino cómo reaccionarían los autores del cómic durante el visionado de este Astérix el galo animado del que nada sabían, pero lo cierto es que la idea de hacer adaptaciones cinematográficas de sus trabajos les gustó.

 El director de esta producción franco-belga de 1967 no es otro que Ray Gossens (Tintín y el asunto Tornasol de 1964, Bang Bang Boomerang en 1961, Pinocchio in outer space en el 1965, y varios libros, destacando Musti gaat kamperen), que compartió esta responsabilidad con Lee Payant (ya nombro algunos trabajos suyos más adelante). Mientras que el guion fue trabajo de László Molnár, Willy Lateste, y Jos Marissen.

 No suele estar considerada de las mejores películas animadas de Astérix, pues al igual que el cómic en que se basa (al cual es muy fiel en cuanto a trama y guion), se centra principalmente en presentar al protagonista y al druida Panorámix, (Obélix apenas aparece y el perrito Ideáfix brilla por su ausencia), e introducirnos al mundo de estos personajes principales, así como el secreto de su fuerza sobrehumana. Pero ojo, eso no significa que sea mala producción, y aunque obviamente cambia mucho la experiencia de verla de niño a visualizarla de nuevo como adulto, sigue conservando momentos muy divertidos con los que me lo he pasado en grande.

  La trama de esta cinta empieza en el campamento romano de Petibonum, uno de los cuatro emplazamientos militares, junto a Laudanum, Babaorum, y Aquarium, que el emperador Julio César tiene ubicadas en la zona con un único propósito: sitiar una simple aldea gala.

  Si no conocéis el cómic ni sus personajes, debo deciros que sí, lo habéis leído bien. Cuatro campamentos romanos armados hasta los dientes para sitiar una pequeña aldea con apenas un puñado de personas viviendo en ella. Y no es de extrañar, pues un par de habitantes de este simpático pueblecito bastan y sobran para vencer con sorprendente facilidad a las patrullas romanas (y hasta batallones enteros) con los que se encuentran en el bosque, obligando a los entrenados soldados a salir huyendo de cada enfrentamiento con varios dientes rotos, las armaduras destrozadas, y los ojos morados.

  Harto de tantas humillantes derrotas, el centurión responsable del campamento de Petibonum, el ambicioso Cayus Bonus, se calienta la cabeza tratando de averiguar cómo demonios lo hacen los galos para darles estas palizas a los legionarios de la mayor fuerza militar del mundo. Por lo que decide enviar a uno de sus hombres disfrazado de galo para que se infiltre en la aldea y descubra su secreto. Tras encontrar a un “valiente voluntario” para esta misión, el pobre desgraciado elegido a dedo (el escuchimizado soldado Calígula Minus) logra infiltrarse milagrosamente en la aldea, con las piernas temblando y rezando para que los bárbaros galos no le descubran.

  Como ya podéis imaginar, se producen toda una serie de acontecimientos para reírse bien a gusto. Y pese a la brevedad de esta cinta, hay escenas realmente delirantes, como la búsqueda de fresas, el levantamiento de la piedra, o cierta poción digna de tirarse de los pelos. Curiosamente, en esta primera aventura se presenta la poción mágica preparada por el druida y cuyo secreto proporciona gran fuerza e invulnerabilidad a los protagonistas, pero los protagonistas Astérix y Panorámix recurren básicamente a la astucia y el ingenio para salir delante de los distintos peligros que deberán superar además de echarse unas risas a costa de sus enemigos. Este me parece un detalle genial para dar a entender a lectores y espectadores de Astérix el galo que las futuras tramas van a ser todo un derroche de originalidad y momentos increíbles que se alejan como la peste del aparente tópico de “se toman la poción y todo arreglado”. Y es que como se a lo largo de sus historias, la poción será mágica, pero no sirve para evitar los problemas, ni las grandes aventuras, ni la diversión.

Astérix y Cleopatra

  Bueno, sin despreciar la película anterior, pero esto es otra cosa.

  Tras intentar llevar adelante el proyecto de adaptar al cine su cómic Astérix y la hoz de oro, que desgraciadamente no llegó a buen puerto, Goscinny y Uderzo formaron parte de la producción para Astérix y Cleopatra desde el primer momento, siendo una inestimable ayuda para el director Lee Payant (Emergency Landing y Bloody Sunday, además de codirigir la anterior Astérix el galo), además de que ambos autores realizaron íntegramente el guion.

  Para esta película, que se estrenó en 1968, Goscinny y Uderzo contaron con la ayuda del presentador y realizador Pierre Tchernia, el cual fue toda una excelente incorporación al equipo y cuya ayuda sería inestimable no solo para esta producción, sino para todas las posteriores películas que te describo en este post. Los tres demostrarían formar un equipo capaz de hacer excelentes guiones y llevar adelante muy buenos trabajos.

  De este modo, no es de extrañar que esta Astérix y Cleopatra no solo fuera muy fiel al cómic original, sino que además suele ser una de las favoritas para los fans de estas producciones animadas. Además, es la única de estas cinco primeras películas que muestra números musicales llevados a cabo por los personajes, como la divertida canción del pastel, interpretada por los dos villanos de la cinta, o el sueño de Obélix.

  Esta historia nace cuando Julio César se burla abiertamente de Cleopatra al decir que su pueblo es decadente. La mítica y temperamental reina de Egipto entra en cólera al oír eso, por lo que desafía al emperador romano con una apuesta: para demostrar que el pueblo egipcio es grande y próspero, construirá un magnifico palacio para César en el plazo de tres meses. Si los egipcios logran llevar este increíble cometido, César deberá rectificar públicamente, de lo contrario, significaría que lleva razón. Con una sonrisa condescendiente, el emperador romano acepta.

  Para conseguir su propósito, Cleopatra encarga al siempre preocupado arquitecto Numerobis que lleve a cabo dicha tarea bajo la promesa de ser cubierto de oro si resulta victorioso, pero también con la amenaza de que será devorado por los cocodrilos del Nilo si fracasa.

  “Construir un palacio en tres meses… ¡necesitaría la ayuda de un mago!”, se lamenta el pobre Numerobis. Entonces tiene una idea, contactar con su viejo amigo Panorámix para que le ayude en su cometido. El sabio druida galo no solo acepta, sino que los dos mejores guerreros de su aldea, Astérix y Obélix, ofrecen gustosos su ayuda en esta tarea ante la perspectiva de ver mundo y vivir una nueva aventura. Este cambio en los acontecimientos no hace ninguna gracia al rival de Numerobis, un taimado arquitecto llamado Paletabis que ambicionaba el proyecto, por lo que tratará de impedir la construcción del palacio por cualquier medio y con la ayuda de su ayudante Kukrut (también conocido como Destornillador o Tornavís, como yo lo conocí), para que Numerobis fracase y obtener el puesto de arquitecto oficial de la reina.

  Por su parte, el propio Julio César decide tomar cartas en el asunto para asegurarse de ganar la apuesta y no quedar en ridículo.

Las 12 pruebas de Astérix

  Popularmente conocida como “esa con la escena de La Casa que Enloquece”.

  Y aunque este momento en concreto le precede, lo cierto es que esta película de 1976 es de las más divertidas, llena de momentos increíbles y situaciones ingeniosas. Eso además de permitirse experimentar gráficamente (como ocurre en la tenebrosa secuencia de “el antro de la bestia”), y ser una película un poco más larga que cuenta con más de ochenta minutos de duración frente a los 65 y 70 de las dos primeras.

  De nuevo, Tchernia, Goscinny y Uderzo fueron figuras clave en el equipo de esta película, ocupándose nuevamente del guion, además de tomar parte en la dirección de la misma (colaborando con Pierre Watrin y Henri Gruel), y de intervenir directamente en la producción con ayuda del editor Georges Dargaud.

  Curiosamente, esta película no está basado en un comic previamente publicado, sino en una historia sobre la que Goscinny estaba trabajando en el aquel momento y que se convirtió en un libro con fotogramas de la película una vez estrenada esta.

  La trama empieza después de que el ejército romano sufra una nueva y aplastante derrota contra la aldea dónde viven Astérix y sus amigos.

  Julio César está que trina, y es que los galos pueden tener la poción mágica, pero el emperador romano ha recurrido a toda clase de planes y triquiñuelas para derrotarlos con el paso del tiempo. Con ello no me refiero solo a la fuerza militar de su ejército, sino que este antagonista ha intentado tratar de separarlos, corromperlos, aprovecharse de sus costumbres y supersticiones, recurrir a traiciones, tomar rehenes… pero todo ha sido en vano. De modo que César se está empezando a plantear seriamente si no estará tratando de luchar en vano contra dioses. De modo que decide apostarlo todo a una carta y desafiar abiertamente a los galos en 12 pruebas que solo una divinidad podría superar, pero no pruebas como los famosos 12 trabajos de Hércules (que esto ya está muy visto), sino unos desafíos elaborados por el mismísimo emperador y que no solo pondrán a prueba las capacidades físicas de los galos, sino también su mente, ingenio, valentía, y hasta la cordura.

  Si ganan, César reconocerá que son seres superiores frente a los que un simple mortal no puede luchar y se rendirá ante ellos. Pero si pierden, serán los galos quienes deberán subyugarse ante el imperio romano. Astérix y Obélix juran por su honor que cumplirán los términos de tal trato, y se ponen en marcha para proteger a su pueblo.

Astérix y la sorpresa del César

  Pegamos un salto hasta 1985, casi una década después de la anterior película.

  En esta ocasión el trío maravilla comentado anteriormente vuelve a la carga a la hora de escribir el guion, pero en lugar de tratarse de una película basada en una historia original o basarse en un solo cómic, esta producción fusiona dos aventuras previamente existentes para crear la trama principal de esta película: Astérix Gladiador y Astérix Legionario. Posteriormente, y como ocurrió con Las 12 pruebas, se publicó un libro con imágenes de la película y describiendo la historia.

  Dirigida por los hermanos Paul y Gaetän Brizzi (ojo con estos dos, pues han participado en películas como Fantasía 2000, El jorobado de Notre Dame y Tarzán… sí, sí, las del tío Walt), y producida por Yannik Piel, esta película muestra una notoria mejora gráfica en comparación a sus antecesoras, mostrando un mayor detalle y nitidez. Además, el sonido (Vladimir Cosma) también muestra una mejora importante, especialmente la banda sonora, que contó con la colaboración del musico belga conocido como Plastic Bertrand para el tema principal Astérix et là.

  No obstante, y esta es una opinión personal que no tiene porqué reflejar una realidad objetiva, considero que en lo que refiere a contenido y desarrollo es la más floja de las cinco primeras películas animadas de Astérix. Si bien tiene momentos muy divertidos y escenas que arrancan buenas carcajadas, me parece que algunos gags tienden a repetirse demasiado, por lo que en ocasiones se me hace un poco pesada, que no mala, ojo.

  Esta historia comienza como si los eventos de Las 12 pruebas nunca hubieran ocurrido, y con Julio César empeñado en expandir el imperio romano.

  Llega la primavera en el poblado galo, y con ella también ha venido de visita la bella Falbalá (también conocida como Panacea), sobrina del jefe de la aldea Abraracúrcix. La niña pequeña que se fue a cursar sus estudios en Lutecia hace tantos años, se ha convertido en una joven preciosa que sonroja hasta a las rosas al pasar, y además ha logrado obrar un pequeño milagro, que el glotón Obélix pierda el apetito (comiendo solo dos jabalíes enteros como aperitivo, casi nada) al enamorarse perdidamente de ella. Para desgracia de este forzudo guerrero, Falbalá ya está prometida con un joven apuesto llamado Tragicómix, hijo único del jefe de una aldea vecina.

  En un momento dado, los dos amantes galos deciden dar un paseo por el bosque, con tal mala suerte que un legionario recién llegado llamado Superbus decide apresarlos para impresionar al centurión de su campamento. Cuando el centurión, que ya conoce de lo que son capaces los habitantes de la aldea, ve el desastre que ha creado Superbus, teme por la ira de los galos y ordena que los prisioneros sean enviados al puesto de avanzada que las milicias romanas tienen en pleno desierto del Sáhara, en el norte de África, y así desembarazarse de ellos lo más rápidamente posible.

  Como es de suponer, cuando Astérix, Obélix, y los demás galos notan que los dos amantes han desaparecido, derriban todos los campamentos romanos de los alrededores hasta dar con los incautos que tuvieron la idea de capturar a Tragicómix y Falbalá para darles de puñetazos hasta que confiesen a dónde han mandado a la joven pareja. Sabiendo el paradero de sus amigos, los dos guerreros galos deciden enrolarse en la legión extranjera para seguirles la pista y liberarles.

  Todo ello para regocijo de sus compañeros de destacamento, y desgracia de los romanos. No te imaginas la que llegan a liar Astérix y Obélix como soldados del ejército romano.

Astérix en Bretaña

  En esta producción de apenas 80 minutos, estrenada en 1986, el trio de guionistas compuestos por los autores del cómic original con la colaboración de Pierre Tchernia, vuelve a dar la campanada con esta más que recomendable película, siendo personalmente una de mis favoritas. En esta producción, volvemos a disfrutar del trabajo musical de Vladimir Cosma (en colaboración con el grupo Cook da’books para el tema principal The lookout is out), mientras que la dirección corre a cargo de Pino Van Lamsweerde (The care bears in the land without feelings, The Velveteen Rabbit, y Rumpelstiltskin entre otros), en la que sería la última película de Astérix llevada a cabo por Dargaud Films.

  Respetando la calidad de imagen que ya vimos en La sorpresa del César, este film demuestra una vez más lo divertida que puede ser una fiel representación sobre un comic ya existente de Astérix. En este trabajo se hace gala de un tipo de humor muy presente en las viñetas y álbumes, demostrando el excelente trabajo de documentación histórica llevado a cabo por los autores para crear el mundo en el que se mueven los personajes, así como hacer un uso realmente inteligente de los estereotipos de cada nación visitada por los protagonistas. Además, y como viene siendo habitual en los trabajos de Goscinny y Uderzo, el guion rompe la cuarta pared para hacer guiños directos al espectador al aprovechar el contexto histórico para comentar temas de actualidad en forma de gags siempre efectivos. Como ejemplo de esta aventura, sirva la escena en que Astérix se burla de Obélix después de que este proponga la idea de crear un canal que una el noroeste de Francia con la isla de Gran Bretaña (refiriéndose al famoso canal de La Mancha, cuyo proyecto se aprobó un año antes de la producción de esta película.

  En esta ocasión, la trama empieza después de que las tropas romanas de Julio César desembarquen en Gran Bretaña con intención de expandir sus territorios.

  Los bretones representan ser unos valientes y decididos guerreros que ponen a los romanos en más de un apuro, aunque muestren tener una serie de extrañas costumbres que los invasores deciden utilizar a su favor. Al final, toda Bretaña es conquistada por las tropas del César.

  ¿Toda?, ¡No!, pues una pequeña aldea de valientes guerreros resiste ante el invasor (¿esto os suena de algo?). Desgraciadamente, el jefe de la aldea rebelde bretona, el veterano líder Zebigbos, sabe que no podrán aguantar mucho más y a la larga los romanos terminarán doblegándoles. Por suerte, su compañero Buentorax tiene un primo-hermano llamado Astérix que vive en la Galia y que podría ayudarles.

  Por supuesto, el buen Astérix (acompañado de su amigo Obélix) está encantado de ofrecer una mano de ayuda a su primo. Por si esto fuera poco, Panoramix accede a preparar un barril lleno hasta arriba de poción mágica para que Zebigbos y los demás puedan dar una buena paliza a las huestes romanas y les dejen en paz.

  Ahora solo falta que Buentorax, Astérix, y Obélix logren llevar el barril sano y salvo desde la Galia hasta el poblado bretón situado al otro lado de Londinium. En el camino deberán enfrentarse a fieros piratas, burlar patrullas romanas, vérselas con fenicios, ladrones, jugadores de un extraño juego, y la particular cocina bretona. Pan comido.

  Y hasta aquí llega este post. Vaya, este ha sido de los largos.

  ¿Has visto alguna de estas películas?

  Como recomendación de la semana, y ya que estamos hablando del tema, os recomiendo el canal de Youtube Asterixpedia, en dónde podréis ver la mayoría de estas películas en castellano y diversos dialectos de nuestro país. Pero si por la razón que sea aquí no encuentras lo que buscas, siempre puedo darte el conocido consejo de “quien busca, halla”, y a veces más fácilmente de lo que puede parecer ;). Sea como sea, espero que disfrutes del genial trabajo llevado a cabo por este canal.

www.youtube.com/channel/UCrBUWbq29PJpXa3Y7CNKmwQ

Como siempre, te recuerdo que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 20 de setiembre.

  Para terminar, quisiera pedirte que, si has disfrutado el post, me sería de mucha ayuda si le dieras al botón “Me gusta” y lo compartieras en tus redes sociales, así como con tu familia y seres queridos. También decirte que puedes participar activamente en el blog a través de la caja de comentarios, ya sea dejándome tus sugerencias para la “recomendación de la semana” (si conoces algún evento o local interesante relacionado con el frikismo cerca de dónde vives), así como tus aportes para la sección de “Fechas frikis” y “Curiosidades” al margen de cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores. También puedes apoyar al blog mediante la aplicación “Invítame a un café” que se encuentra en la barra de widgets. Todo ello me sería de gran ayuda para seguir adelante con “tallopis-escribe.com”.

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.

Comments

    1. Me alegro que te gustara *^_^*
      La verdad es que siempre han sido personajes que me han despertado una gran simpatía, y descubrir que había películas animadas de estos cómics que tanto me gustaban de pequeño (especialmente los primeros en que ambos autores aún estaban vivos), me pareció una maravilla. Contando «Astérix y Cleopatra», la verdad es que «Las 12 pruebas» y «En Bretaña» eran mis favoritas :).

  1. ¡Muy buenas! ¡La de buenos recuerdos que nos trae leer este post, llevándonos directamente al videoclub y alquilando alguna de estas joyas de animación!.
    También pudimos acceder a ellas, sin llegar a completar la colección por desgracia, gracias al periódico regional que las «regalaba» junto al dominical de turno.
    Nuestras favoritas eran «Asterix en América» Y «Las 12 Pruebas» que teníamos vistas casi hasta rallar las cintas, eso sí las nuestras, que si hubiesemos estropeado las del videclub nos hubiesen salido más caras 🤣.
    Y es justo en la de las 12 pruebas, donde se recalca una escena que hemos sufrido muchos en temas burocráticos, teniendo que pasar de un sitio a otro para dejar solucionado el trámite de turno, eso sí, de forma menos hilarante.
    Muy buen post recomendando estas películas, que hicieron buen complemento junto con los comics de esta pareja de galos tan mítica.
    Un abrazote y nos leemos en el siguiente.

    1. Y que lo digas, no te puedes imaginar (o quizás sí) la de sonrisas que me ha proporcionado escribir este post, eso por no hablar de los grandes momentos que me ha hecho recordar con nostalgia. Y es que estas películas eran muy divertidas, ya fueran pilladas casualmente en la tele, como alquilándolas, o como tu dices, que entraran con algún periódico. Creo recordar que, durante un tiempo, los cómics venían con cierto periódico de tirada nacional.
      No me extraña nada que las vierais hasta rallar las cintas, especialmente la de «Las 12 pruebas», que era una de mis favoritas. También recuerdo con cariño haber visto la de «Astérix en América», que es una adaptación bastante libre de «La gran travesía» (creo).
      Ahí le has dado, creo que la famosa escena de «La casa que enloquece», la hemos recordado muchos de nosotros en nuestra época adulta con cierto pesar al tener que enfrentarnos a la tediosa burocracia… y es que esta secuencia la clava de lleno XD.
      Sea como sea, entre las películas y los cómics, los dos galos más famosos del mundo nos han regalado momentos realmente divertidos. Así mismo, te recomiendo el juego de Super Nintendo (conocido simplemente como «Astérix» y que toma varias referencias de cómics como «En Hispania» o «En Helvecia») y el arcade. Los dos muy disfrutables.
      Un abrazo bien grande :D.

  2. ¡Cuánta razón tienes! La verdad es que hay obras que siempre entran bien, y las de Asterix son de ellas. Te llevan a otra época (la infancia) y encima de hacen pasar el rato más que entretenido. Uderzo y Goscini eran unos cracks…

    1. Ya te digo si entraban bien estas películas. De verdad que encontrarlas casualmente en algún canal durante los fines de semana de mi infancia, era toda una fiesta, porque me encantaban y lo pasaba en grande viéndolas de nuevo :D. ¡Qué tiempos aquellos! ^_^
      Como bien dices, Goscinny y Uderzo eran lo máximo de lo máximo. Me encantan aquellas de sus obras en que llegaron a trabajar los dos juntos. Los primeros cómics son una verdadera maravilla 😀
      ¿Cuál era tu favorita de las películas? 😀

    1. Uffffffff… ya te digo, especialmente aquellos que deben enfrentarse a estas cosas cada día. Desde luego es una escena mítica que muchos adultos recordamos de esta película, pero con pocas ganas de reír en el momento de enfrentarnos a estos trámites XD.
      Desde luego, Goscinny y Uderzo la clavaron con eso.

Tus comentarios son más que bienvenidos.