Cine//Retro: RoboCop.

  Adoro el cine. Tengo mis preferencias, claro está, pero disfruto de este arte en todos sus géneros y todas sus épocas.

  Siendo sincero contigo, diría que es algo que seguramente me viene de familia, pues desde que era muy pequeño, tengo el recuerdo de que mis abuelos maternos, mi tío, mi hermana, y mi padre, eran personas que disfrutaban enormemente de una buena película. Yo no podía desear nada mejor que verlas con ellos, pues realmente las vivían y siempre los he admirado por ello, por ser el tipo de persona con la que disfrutar de una buena producción que luego poder comentar largo y tendido.

  Incluso con el tiempo, llegamos a “lanzarnos desafíos”. Uno de nosotros proponía una frase de una película y los demás tenían que adivinarla, siempre cumpliendo las siguientes normas: Debía ser una frase específica de una película que todos hubiéramos visto, no se podía pedir ayuda a terceros (descartado buscar en Google), y en caso de no acertar a la primera, hay derecho a pedir una pista e intentarlo de nuevo antes de rendirse.

  Aunque sea en la distancia y por whatsapp, los que quedamos aún seguimos con este juego.

  Entre algunas de nuestras preferidas, para ir calentando motores antes de subir la dificultad, teníamos “necesitaremos un barco más grande”, “¿carreteras?, a donde vamos no hay carreteras”, “no soy mala, es que me han dibujado así”, y… “vivo o muerto tu vendrás conmigo”.

  Esta última me viene de perlas para presentarte la película protagonista de este post. Si aún no has pillado a qué producción pertenecen las demás, te dejo que pienses un rato mientras te describo la trama de este RoboCop.

  Pero para ello, primero debemos ponernos en situación.

  Esta historia se desarrolla en una versión alternativa de la ciudad de Detroit, y aunque la estética es evidentemente ochentera en todo cuanto acontece a moda, música, y contexto, también se insinúan ciertos toques futuristas.

  Gran parte de la ciudad está sumergida en un ambiente decadente, mísero, y opresivo en dónde el paro afecta a gran parte de la población, mientras la delincuencia asciende a niveles peligrosamente elevados bajo el mando del líder del crimen organizado en la ciudad, el sanguinario Clarence Boddicker (Kurtwood Smith). Un peligroso elemento, violento, aunque astuto y ambicioso, que lejos de estar sentado a esperar que se lo traigan todo hecho, es activo y pelea junto a su banda mientras constantemente planea nuevas maneras de expandir sus horizontes y darse la gran vida.

  Por si fuera poco, la policía no da abasto. E incluso no son pocos los oficiales que, hartos de trabajar con escasez de recursos y de personal (amén de las altas bajas producidas en el cuerpo), planean ir a la huelga.

  Lo cual no hace ninguna gracia a la megacorporación O.C.P. (Omni Consum Products), un gigante empresarial, nido de feroces ejecutivos dispuestos a todo con tal de subir posiciones, y que tiene tentáculos en todos los organismos importantes como la política, el ejército, los medios de comunicación, etcétera. Dicha empresa ha llegado a un acuerdo con la alcaldía de la ciudad para demoler los barrios más problemáticos de Detroit y construir en su lugar un proyecto faraónico y descomunal llamado “Ciudad Delta”. Pero claro, antes de esto, la O.C.P. quiere hacer “limpieza” y asegurarse de que la delincuencia no será un problema para la construcción de dicho proyecto, por lo que emprende las acciones necesarias para que sean ellos (una empresa privada) quienes adquieran la responsabilidad de lidiar con la delincuencia en lugar del ayuntamiento u otros servicios. Dicho de otra manera, que una gran corporación llena de guerras internas y gobernada con una panda de ejecutivos inmorales dispuestos a todo por subir posiciones por encima de sus rivales, es quien toma el control de la exhausta policía de la ciudad en beneficio propio.

  De modo que para poder solucionar todo esto, a lo largo de la película vemos los conflictos internos de los ambiciosos ejecutivos de la O.C.P. con tal de conseguir que su proyecto sea el elegido para disminuir la criminalidad en las calles, y obtener los millones de beneficio que hay en juego para la construcción de “Ciudad Delta”. Tras varias circunstancias que resultarán decisivas en el transcurso de la historia, el joven ejecutivo Bob Morton (Miguel Ferrer) consigue que su proyecto de un cyborg policial sea aprobado. De modo que ya solo queda esperar que se presente un “voluntario” en forma de policía fallecido para que se ponga en sus manos, borrarle la memoria, y llevar el proyecto a cabo.

  Justo en este momento, conocemos al bueno de Alex Murphy (Peter Weller), ejemplar padre de familia y mejor persona además de un entregado policía, que recién acaba de ser trasladado a la comisaría de la zona oeste. En su primer día, y en colaboración con su nueva compañera, la agente Anne Lewis (Nancy Allen), Murphy recibe un aviso por radio acerca de un golpe realizado por la banda de Boddicker. Los dos agentes persiguen a los malhechores hasta una fábrica abandonada, pero desgraciadamente Murphy es sorprendido por los matones y brutalmente cosido a balazos sin que Lewis pueda hacer nada para ayudarle.

  Tiempo después, y por obra de los científicos de la O.C.P., lo que queda de Murphy despierta convertido en un individuo mitad hombre y mitad máquina. Un cyborg con estructura interna de titanio, recubierto de kevlar anti-balas, fuerza sobrehumana, capaz de registrar imágenes en video para reunir pruebas, con la habilidad de interactuar libremente con ordenadores, y equipado con una revolucionaria pistola modificada, además de tener una puntería muy precisa: RoboCop, el policía definitivo, programado para hacer cumplir la ley y servir al inocente.

  Y aunque RoboCop parezca ser el remedio perfecto para combatir la espiral de criminalidad y violencia que asola la ciudad, puede que el malvado complot que se cuece en el mismo corazón de O.C.P., la banda de Boddicker, y las pesadillas que acechan al protagonista de esta historia, puedan ocasionarle un desafío más elevado de lo que se esperaba en un principio. 

  Y hasta aquí voy a contarte.

  Para quien aún no la haya visto, hay que decir que esta cinta es exactamente lo que parece de entrada, solo que trae mucho más, y todo ello muy bien hecho.

  Para empezar, a lo largo de la película no faltan las escenas de espectacular violencia desmedida ni tampoco ciertos momentos bastante grotescos (no por nada esta película tiene dos de las muertes más impactantes que he visto en películas que no fueran de terror). Así como también aparece cierta superficialidad y sensualidad a lo largo de toda la trama, pero dentro de que esto era normal en el cine de acción y ciencia-ficción tan característico de los ochenta y los noventa, en esta producción están puestos adrede de forma muy bien llevada. De modo que todo ello no aparece porque sí, al contrario, se usa de una manera muy estudiada que contribuye enormemente a crear una atmósfera de podredumbre, de decadencia, que sirve para señalar con más énfasis la corrupción presente en todos los ámbitos en dónde se desarrolla el poder, así como un clasismo salvaje en que el pobre está expuesto a todo tipo de desgracias y miserias mientras los poderosos se lanzan salvajemente al cuello los unos de los otros con tal de llevarse un trozo más grande del pastel. Todo ello en un mundo en dónde la delincuencia es tan exagerada, que forma parte tangible del día a día, en todos los aspectos, en todos los rincones. Y que afecta a todos de un modo u otro.

  Buena prueba de ello es una serie de elementos que parecen triviales a lo largo de la película, pero que en realidad definen perfectamente su ambientación, además de contribuir a crear un mundo sombrío y agresivo, pero tan consistente como cercano. Me estoy refiriendo a los cortes publicitarios que anuncian productos considerados normales y propios dentro del universo de la película (como el auto 6000 SUX o el juego de mesa para toda la familia “Ataque Nuclear”), la sit com que tanto parece divertir a todos por igual que trata sobre chicas embadurnadas en tarta por un tipo bastante bizarro “Te las compro por un dólar”, y los segmentos de noticias describiendo todo tipo de desgracias a lo largo de todo el globo bajo la sonrisa de los presentadores. Son pequeños detalles que parecen estar puestos ahí sin ninguna razón aparente, pero que en realidad contribuyen notablemente a dar una gran solidez al universo de la película. Y es que al margen de todo el tema de la creación de robots y cyborgs tan avanzados que vemos en esta producción, como si fuera la cosa más normal del mundo, RoboCop se produce en un entorno intencionadamente cínico, egoísta, y superficial, pero que al mismo tiempo es perfectamente creíble porque se puede dar perfectamente en la vida real.

  Y es que estos detalles, además de los guiones y las propias subtramas que ofrece esta historia, son muestra de un trabajo bien hecho a la hora de crear una película divertida y emocionante que no deja indiferente, pues no para de impactar constantemente al espectador a golpe de muerte, violencia, y destrucción muy bien dirigidas mientras la trama se desliza ágilmente, dejando caer varias cosas entre líneas casi sin darte cuenta. Y es que, a riesgo de que pueda sonar disparatado, ¿no os parece que la historia del personaje protagonista tiene un cierto aire frankensteiniano? Al fin y al cabo, se trata de un individuo fallecido que de repente se ve revivido en una sociedad agresiva que le mira con desconfianza, poseyendo una fuerza asombrosa, y que busca su lugar en un mundo dónde es el único de su condición mientras unos vagos recuerdos le atormentan. De nuevo, esta película nos dice más de lo que parece a simple vista. Si quisiéramos hilar fino, podríamos hablar de que esta producción podría llegar a representar, ni que sea por encima y a su manera, la soledad del individuo mientras es expuesto a la comercialización salvaje y egoísta de una era clasista que se ceba con los más desfavorecidos, aunque puesto de manera sutil, entre líneas, y con una emocionante trama de acción que no deja un momento de respiro.

  Y si así fuera, no sería nada de que extrañarse, pues el director de esta película es nada más y nada menos que el buen señor Paul Verhoven. Que, si bien este RoboCop de 1987 es el primer film de este director en Estados Unidos, vemos que en otros de sus trabajos (como Desafío Total, El hombre sin sombra, Starship Troopers, e Instinto Básico por nombrar algunos de los varios que tiene en su haber) ya tiende a hacer uso de estos elementos para relatar grandes historias que invitan a reflexionar sobre sus trasfondos mucho más profundos y elevados sin que apenas te des cuenta. Y eso, es una maravilla, me quito el sombrero.

  Pero si hablo del trabajo que Verhoven ha realizado en esta película, y de cómo se nota su estilo en este y otros de sus trabajos, también tengo que hablar de Rob Bottin. Puede que así de bote pronto no sea un nombre muy conocido, pero este buen señor es el responsable de las prótesis, efectos especiales, y de maquillaje en películas como King Kong (la de 1976), Mimic, La Niebla (1980), Las brujas de Eastwick, Seven, y La Cosa (de John Carpenter). Eso, además de que Rob Bottin y Paul Verhoven son viejos conocidos que han trabajado juntos no solo en RoboCop, sino también en Instinto Básico, Robocop 2, además de Desafío total. Y aunque para los espectadores más sensibles, esta RoboCop se trate de una película bastante difícil de ver en determinadas escenas, estamos hablando del responsable no solo de diseñar al personaje principal y el robot ED-209 (cuyas escenas ya son asunto de Phil Tippett), sino también de los efectos de maquillaje para la escena de los vertidos tóxicos (entre otros), solo en esta película. ¿Yo que puedo decir ante esto?, los que me seguís de hace un tiempo ya sabéis que artísticamente siento debilidad por estos efectos tan artesanales, y Rob Bottin es uno de los grandes… ¡Que crack, que le suban el sueldo o algo!

  En definitiva.

  Nos encontramos ante un clásico del cine de acción y ciencia-ficción de los ochenta. Una película estupenda en muchos sentidos y meritoria de múltiples elogios por numerosos méritos propios. Salvaje y profunda, reflexiva y con mucha acción, divertida y con una ácida crítica social nada forzada, una película que parece simple pero cuyos pequeños detalles le otorgan un lore realmente extenso y bien construido. Si eres capaz de aguantar las escenas más duras, te la recomiendo con ganas.

  Vamos, que no es de extrañar que existan tantos productos derivados de esta película, empezando por sus dos secuelas, dos series animadas, multitud de videojuegos (a destacar el arcade, su cameo en Mortal Kombat 11, y el Robocop Vs Terminator de MegaDrive), una miniserie, múltiples apariciones en cómic (de las que se dice que Frank Miller hizo una de las mejores), así como un remake del año 2014 que aún no he visto y por lo tanto no puedo opinar.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como recomendación de esta semana, no me canso ni por un momento de volver a hablaros de una propuesta que me ha llegado al corazón, de esas que no puedes evitar decir “¡qué cracks!”. Se trata de las muy buenas gentes de “Videojuegos por alimentos”, una organización sin ánimo de lucro que organiza mercadillos solidarios en distintos eventos a nivel nacional, y que se dedica a intercambiar videojuegos a cambio de alimentos que luego distribuyen entre las familias más necesitadas. En su página web “videojuegosporalimentos.org/” está toda la información acerca de los próximos eventos en dónde van a acudir, cómo trabajan, y demás. Les deseo todo lo mejor y que tengan todo el apoyo que merecen en su gran labor. Te recomiendo muchísimo que visites su página, y si encima colaboras con ellos, apúntate cinco mil puntos de experiencia.

  Como siempre, te recuerdo que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 16 de agosto.

  Para terminar, quisiera pedirte que, si has disfrutado el post, me sería de mucha ayuda si le dieras al botón “Me gusta” y lo compartieras en tus redes sociales, así como con tu familia y seres queridos. También decirte que puedes participar activamente en el blog a través de la caja de comentarios, ya sea dejándome tus sugerencias para la “recomendación de la semana” (si conoces algún evento o local interesante relacionado con el frikismo cerca de dónde vives), así como tus aportes para la sección de “Fechas frikis” y “Curiosidades” al margen de cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores. También puedes apoyar al blog mediante la aplicación “Invítame a un café” que se encuentra en la barra de widgets. Todo ello me sería de gran ayuda para seguir adelante con “tallopis-escribe.com”.

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

Ánimo, salud, y éxito.

P.D. : ¿Descubriste a qué película pertenece cada frase?, ¡seguro que sí! 😀