Cine Retro: Solo en casa.

  Uno de los recuerdos más vividos de mi infancia, fue sin duda el descubrir que a toda mi familia le gustaba mucho reírse.

   Para empezar estaba mi abuelo Miguel, que probablemente sea el hombre más sabio y que más chistes se sabía que he conocido, mientras que mi abuela Juanita lo pasaba en grande viendo películas de Bud Spencer y Terence Hill o de los Hermanos Marx. Por supuesto también debo incluir a mi tío Miguel, que con toda seguridad es de las personas más divertidas que he tenido el gusto de conocer. Y la cosa no se quedaba atrás en mis familiares más directos, como mi padre y mi hermana, a los cuales costaba muy poco lograr que soltaran sonoras carcajadas viendo una película, serie o contándoles un chiste. Y así ha salido este que te escribe tan alegremente, que con nada me sale una escandalosa risotada. En cambio mi madre… bueno, mi madre tiene muchas cualidades pero es más de reírse por lo bajo. Al fin y al cabo, y como ya he comentado en alguna ocasión, eso de reírse es algo muy personal y va a gustos.

  Sabiendo todo esto, espero que podáis imaginar la siguiente escena: estar los cuatro en el comedor de casa durante las fiestas navideñas mientras veíamos una película por televisión. De tal modo que mi padre, mi hermana, y un servidor nos estábamos partiendo de risa a cada rato mientras mi madre nos miraba a los tres con toda la pinta de quien teme estar rodeado de chiflados que han perdido del todo la cabeza, lo cual causaba que nosotros tres nos riéramos más todavía.

  ¿Te suena haber vivido alguna experiencia parecida? ¿de estar disfrutando de alguna historia divertida con varios seres queridos y te entren aún más ganas de reír al ver que alguien se mantiene con expresión de sorpresa o seria?

  En nuestro caso, la cosa llegó a tal punto que la película en cuestión que estábamos viendo se convirtió en un recordatorio de esta anécdota, logrando que rememoráramos lo ocurrido cada vez que veíamos esta producción, dándole así un aspecto cómico añadido a una cinta que ya resulta hilarante por sí misma.

  Esta producción no era otra que <<Solo en casa>>, también conocida como <<Mi pobre angelito>> según desde dónde me estés leyendo. Una delirante mezcla del humor slapstick más extremo con un espíritu navideño muy marcado que supuso toda una delicia para millones de espectadores desde el momento en que fue estrenada . Y ojo, porque de nuevo nos encontramos con una película cuya historia tras las cámaras resulta tan sorprendente como la trama de la misma, llegando a tener todo tipo de dificultades con los escenarios, problemas con el presupuesto, discrepancias creativas, y una serie de acontecimientos de tal calibre que por poco causa su desaparición.

  Pero me estoy adelantando a los acontecimientos.

  Sin más dilación te animo a que te pongas bien cómodo, pongas los pies en alto, te relajes, y tengas a mano una refrescante bebida a tu elección para que te acompañe durante la lectura, no sin antes darte la bienvenida a un nuevo post de Tallopis-Escribe.

  Espero que te guste *^_^*

  ¡Que se haga la trama!

¡Let there be rock!

<<Esta es mi casa y pienso defenderla>>

  Aaaah… las vacaciones. Este momento del año en que poder darse un respiro y gozarla a lo grande con la familia, los amigos, y otros seres queridos. E incluso, ¿porque no? Aprovechar para hacer una escapadita y viajar a nuevos lugares que conocer. Y si encima resulta ser navidad, no faltan las comilonas, los turrones, los regalos, montar el árbol… una maravilla vaya.

  Sin embargo, nuestro joven protagonista Kevin McCallister (Macaulay Culkin) no ve las cosas del mismo modo, y a la tierna edad de ocho añitos ya está de las navidades hasta el gorro.

  Y siendo comprensivos, uno podría pensar que algo de razón si tiene el chaval.

  Para empezar, de paz y sosiego navideño Kevin no tiene ni una pizca a su alrededor, pues si ser el pequeño de cinco hermanos, siendo el mayor de todos ellos el abusón Buzz McCallister (Devin Ratray) no es nada fácil teniendo en cuenta que todos se la pasan haciéndole la vida imposible y metiéndose con él, imagina si a la ajetreada convivencia en la casa de los McCallister se suman los tíos de Kevin y todos sus primos, entre los que se encuentra el pequeño Fuller (interpretado por el hermano de Macaulay, Kieran Culkin), los cuales también la tienen tomada con nuestro protagonista, pues ya te podrás imaginar que este no se sienta muy a gusto que digamos.

Fuller se va a hacer pis en la cama, y lo sabe.

  De este modo, las cosas llegan al punto que la noche antes de irse de viaje todos juntos a París para pasar las pascuas, Kevin se cansa de ser siempre el último mono que encima se lleva todos los palos y termina perdiendo la paciencia, armando un pifostio de mil demonios que arruina la cena a todos.

  Ante esta situación, la madre de Kevin, Kate (Catherine O’Hara), discute con nuestro protagonista y lo manda a dormir al desván. ¡Que injusticia! No solo todos se meten con él todo el rato sino que encima es el único al que castigan, piensa Kevin en su soledad. Y ni siquiera puede ir al garaje para entretenerse con las herramientas como ha hecho tantas veces. Enfadado, el pequeño desea con todas sus fuerzas que su família desaparezca para poder estar solo y hacer lo que quiera.

  Y es entonces cuando la maquinaria del universo de Solo en casa se pone en marcha.

  Un fuerte vendaval arranca de cuajo la rama de un árbol que acaba cayendo sobre los cables de alta tensión que llevan la electricidad hasta la casa de los McCallister, haciendo que todos los aparatos electrónicos se apaguen… incluyendo los despertadores.

  De este modo toda la familia se queda dormida, despertándose a toda prisa para lograr ultimar los preparativos para el viaje y salir a toda prisa con tal de llegar a tiempo al aeropuerto. Con tan mala suerte que Kevin es confundido con el pequeño Mitch Murphy (Jeffrey Wiseman), el hijo de los vecinos, que entra en el porche de los McCallister para curiosear antes de irse con sus padres de vacaciones a Orlando. Como resultado, la familia de Kevin se marcha a la carrera para no perder el avión y se olvidan accidentalmente de este, quedándose solo en casa.

  Cuando nuestro protagonista despierta y descubre que ni sus hermanos, padres, ni primos están en el lugar, este se siente como si le hubiera tocado el gordo de navidad y aprovecha para hacer todas las cosas que siempre ha deseado: corretear por la casa, saltar encima de la cama de sus padres, y comer todo el helado que le apetezca mientras se dedica a ver todas estas películas que nunca le permiten ver. Vamos, que el chico lo goza a lo grande.

Esta es la cara de quien piensa pasárselo muy pero que muy bien.

  Sin embargo, más temprano que tarde descubre que vivir solo no es el chollo que se pensaba, pues no solo le toca espabilarse por su cuenta y hacer las tareas que normalmente hacen los adultos por él, como hacer la compra, poner una lavadora en el tétrico sótano de la casa, o preparar su propio alimento, sino que también deberá superar su miedo al siniestro anciano Marley (Roberts Blossom) que vive en la casa de al lado. Pero sobre todo, Kevin deberá hacer frente a dos peligrosos amigos de lo ajeno que planean robar la casa de los McCallister mientras su preocupada madre Kate trata de llegar hasta casa por todos los medios a su alcance para no dejar a su hijo solo e indefenso.

  Sin embargo, y aunque solo tenga ocho añitos, Kevin resulta ser una especie de mezcla entre MacGyver y el presentador de Bricomanía, por lo que enseguida elabora un plan para darles una dolorosa bienvenida a los ladrones Marv (Daniel Stern) y Harry (Joe Pesci) y lograr que se lo piensen mejor antes de insistir en hacerse con un suculento botín en la casa de los McCallister.

Kevin haciendo un macgyverismo de los suyos.
Los mangantes Marv y Harry. No saben la que les espera.

  ¡La batalla está a punto de empezar!

  Y hasta aquí puedo contar. ¿Cómo terminará todo esto? ¿qué trampas preparará Kevin contra estos dos maleantes? ¿serán efectivas? ¿logrará reunirse con su madre? ¿que historia esconde el anciano Marley? Si quieres saber la respuesta a todas estas preguntas y no has visto la película, no te queda otro remedio que echarle un vistazo, porque yo no te lo pienso contar.

Al principio estaba John Hughes

  Si un viaje de miles de kilómetros empieza con un paso, puede que no sea descabellado afirmar que un pelotazo como es Solo en casa empezara con una idea surgida de la mente de un solo hombre.

  Me estoy refiriendo al guionista John Hughes, el cual escribió el script de quince películas o más durante la década de los ochenta además de dirigir casi la mitad de las mismas, entre las que se encuentran algunas como La mujer explosiva (del año 1985 y también conocida como Weird Science o Ciencia Loca), El club de los cinco (también de 1985), Todo en un día (de 1986 y también conocida como Ferris Bueller’s Day Off o Un experto en diversión), y Socorro, ya es navidad en 1989, en dónde colaboró con el que sería su mejor amigo hasta el día de su muerte, el director Chris Columbus, quien también tuvo sus pinitos en la cosa esa de escribir guiones durante la década de los ochenta y participar en películas como Gremlins, El secreto de la pirámide (ambas de 1985), o Los Goonies (1984), hasta que dirigió su primera película: Aventuras en la gran ciudad en 1987. ¡Menudo currículum tienen entre los dos, oye!

Un joven Chris Columbus junto a su amigo John Hughes.
Aventuras en la gran ciudad.

  Pero me estoy liando.

  Volviendo al señor John Hughes, parece que este hombre fue una verdadera bestia parda a la hora de ponerse a escribir guiones. Llegando a tardar poco más de siete días para escribir algunos de ellos. De hecho, fue a partir de su participación en Socorro, ya es navidad y Solos con nuestro tío que se le ocurrió la idea de Solo en casa, llegando a escribir dos guiones para dos películas distintas EN UN SOLO FIN DE SEMANA (ahora en serio, ¿que le daban de comer a este hombre para que le diera a la tecla de este modo? Qué bárbaro, que portento oiga, yo también quiero), siendo uno de ellos el de la película que nos ocupa en este post.

  Al tener el trabajo terminado (dos guiones en un solo fin de semana… en serio, eso es una bestialidad), Hughes llamó muy ufano a su amigo Crhis Columbus para proponerle el dirigir la que contaba que sería una divertida película familiar llena de humor, y luego si eso, añadir algo de espíritu navideño. Y aunque de entrada Columbus estaba ilusionado con el proyecto, este no pudo evitar hacer algunas variaciones en el guion de Hughes para que tuviera más chicha navideña, a lo que Hughes volvía a revisar el texto para mantenerse en sus trece en lo que se refiere a humor. Al final, tras varios intercambios, diferencias creativas, y algunos que otros dimes y diretes, ambos consiguieron desarrollar un guión que satisfacía a ambas partes al encontrar el equilibrio entre sus dos elementos principales: espíritu de Navidad y muchas risas.

  Aparte de todo esto, Hughes también tenía muy clara la idea de que el protagonista debía ser un niño, el cual llevaría sobre sus hombros casi todo el peso interpretativo y narrativo de la cinta. ¿Y porque no contar con un viejo conocido? Este no fue otro que el actor Macaulay Culkin, al que ya conocía de haber trabajado juntos en Solos con nuestro tío. Y por supuesto, también le propusieron al actor y comediante John Candy que hiciera un papel secundario en Solo en casa al interpretar al músico Guy Polinski, quien se ofrece a ayudar muy gustosamente a la madre de Kevin para que pueda volver a casa con su hijo. Eso si, pese a que el personaje de Guy Polinski tenía sus líneas de diálogo bien definidas, John Candy pidió explicitamente que le dejaran improvisar tanto como quisiera. Y así se hizo. Candy se sacó de la manga varios momentos memorables, como cuando presenta a los miembros de su banda o cuando pregunta <<¿No conoce nuestro éxito Polka Polka Polka?>>.

John Candy con Catherine O’Hara.

  Habiendo aclarado el tema del guión, aclarado quien sería el director, haber encontrado al actor protagonista, e incluso sabiendo que contaban con una estrella de la comedia como era John Candy, tanto Hughes como Columbus se las prometían muy felices con su proyecto. Incluso estaban encantados de poder contar con el colegio abandonado New Trier a modo de oficinas, y que Hughes se conocía al dedillo por haber rodado películas como 16 velas, El club de los cinco, y Todo en un día entre sus pasillos.

Vamos, que todo parecía ir de maravilla al proyecto de Hughes y Columbus… los cuales ignoraban que negros nubarrones se abalanzaban sobre su querida película.

El final para Solo en casa

  Si una cosa está clara en el mundo del espectáculo, y especialmente en el cine, es que por muy buena que sea tu idea no llegarás a ninguna parte si en tus bolsillos no hay más que telarañas. Vamos, que para convertir esta película en una realidad, hacía falta pasta. Había que ponerse manos a la obra, por lo que Hughes se fue alegremente a las oficinas de Warner Bros para vender su guion, reuniéndose con el productor ejecutivo Robert A.Daly.

  Después de que John Hughes presentara su idea y explicara la trama de la cinta, Robert A.Daly puso la clásica pose de quien maneja mucho dinero, y con total seriedad, le preguntó cuanto les iba a costar Solo en casa, a lo que Hughes respondió que con diez millones de dólares tendrían suficiente (que dicho así puede parecer una cantidad burrísima de dinero pero si tenemos en cuenta los presupuestos de Warner Bros a finales de los ochenta es casi como calderilla).

  <<Bueno, si solo va a costar diez millones, tira p’alante>> respondió Daly.

Robert A.Daly. Acuérdate bien de él porque más adelante se le menciona otra vez.

  Imagino que Hughes estaría más contento que unas castañuelas cuando llegó a las oficinas de producción (y almacén de utilleria, y vestuario, y maquillaje…) en el colegio New Trier y dio las buenas nuevas.

  El paso siguiente sería buscar a los demás miembros del reparto, para lo cual decidieron enseguida que sería genial contar con la actriz Catherine O’Hara para el papel de Kate, especialmente si tenían en cuenta el genial trabajo que llevó a cabo en la película Bitelchus (un día de estos tengo que traerla al blog). Tenían a John Candy, al protagonista, la madre, y la mayoría de los niños… ya solo faltaba encontrar con dos actores que dieran vida a los ladrones Marv y Harry, lo cual no iba a ser nada fácil, pues tenían que ser dos sujetos lo suficientemente divertidos como para poder llevar a buen puerto las escenas cómicas, y a la vez, debían ser bastante amenazantes pero si caer en lo terrorífico (que se supone que esta es una película familiar oiga). En un principio se pensó en el actor John Lovitz (famoso por sus hilarantes números cómicos en Saturday Night Live y por ser el mirón salidorro al principio de Little Nicky), y por sorprendente que pueda parecer, también se barajó la idea de que Robert De Niro hiciera de Harry (¿te imaginas que llegan a darle el papel?). Pero al final se decantaron por otro actor que participó con De Niro en Toro Salvaje (1980): Ni más ni menos que Joe Pesci. Idea que entusiasmó a Columbus, quien es muy fan de la cinta y se volvía mico por trabajar con Pesci. Aunque entre nosotros, creo que si Columbus llega a saber la que se le veía encima, igual se lo piensa dos veces. Y eso que Pesci realiza una muy buena labor en la película y queda de maravilla en el papel del malicioso aunque torpe Harry, pero tras las cámaras supuso más de un quebradero de cabeza.

  Para empezar, este estaba en constante desacuerdo con el guion de su personaje, el cual le parecía bastante suave. Comprensible si tenemos en cuenta que Pesci no estaba acostumbrado a trabajar en películas familiares, sino en otras producciones en dónde se emplea un vocabulario más grosero y abundante en palabrotas, como ocurre en  Uno de los nuestros (1990) o la ya mencionada Toro Salvaje. Eso por no hablar de los rumores según los cuales Pesci se negaba a empezar el rodaje de ciertas escenas a las siete de la mañana porque esto le impediría jugar al golf. Finalmente, y con muy buena voluntad, se llegó a un acuerdo respecto a los horarios y se propuso que en lugar de blasfemar como un duro mafioso (incluyendo las palabras que empiezan por -j- o por -c-), este se dedicara a maldecir entre dientes.

Como para no blasfemar si se te está haciendo el coco a la brasa.

  De hecho, el aporte de Pesci fue fundamental para la película, pues aparte de contribuir con su propio trabajo interpretativo, propuso al que sería el nuevo actor para interpretar a Harv, el otro ladrón, en vista de que Dan Roebuck no terminaba de encajar. De este modo, el papel cayó en manos de Daniel Stern, con el que mantenía una gran amistad desde que ambos trabajaron en la película I’m dancing as fast as I can en 1982, y que posteriormente sería conocido por películas como Cowboys de ciudad (1991) y Very Bad Things (1998). Pese a la recomendación de Pesci, Stern no estaba muy convencido de querer participar en la película, pero terminó aceptando y llevando a cabo una muy buena labor.

  El único problema que quedaba por resolver sería el encontrar la casa perfecta para rodar la película, y la terminaron encontrando en un barrio residencial en las afueras de Chicago ¡la misma que podemos ver en la película! Sin embargo había un pequeño problema técnico… la casa era perfecta para rodar los exteriores, pero a la hora de intentar hacer las escenas de interiores resultó que era imposible hacer pasar las cámaras y demás equipo técnico en la casa por la sencilla razón que no pasaban por la puerta. Y aunque lo hubieran logrado, el interior de la casa no resultaba lo suficientemente espacioso para rodar en condiciones.

  ¿Solución? Aprovechar el inmenso gimnasio del instituto New Trier para construir en su interior una réplica más espaciosa de la casa con la que poder trabajar como Dios manda. Con lo cual no solo tendrían que contratar a más profesionales para construirla, sino que también debían comprar elementos decorativos acordes al guion para amueblar la casa por completo. Y tres cuartos de lo mismo ocurría con la casa de los Murphy, los vecinos de los McCallister en la película, cuya casa se ve inundada en cierta escena. Por lo que en lugar de alquilar una casa para estropearla posteriormente al llenarla de agua, decidieron construir una segunda casa en la piscina del instituto New Trier.

Fachada de la casa McCallister en dónde se rodaron las escenas de exteriores. Si alguna vez te pasas por Winnetka (Chicago), que sepas que no está habitada y que sirve como atracción turística para que los fans puedan visitar la casa.
Construyendo la casa de los McCallister para rodar los interiores. ¡Ardua labor, oye!

  Para más inri, no había ninguna película de mafiosos que se adapte al guion de la película y que sirva para los planes de Kevin. Por lo que en lugar de adquirir los derechos de una cinta ya existente (cosa que si ocurrió con algunos fragmentos  de The Grinch de 1966, Milagro en la Calle 34, y Que bello es vivir), el equipo técnico decidió rodar su propia película de mafiosos en blanco y negro para que se adaptara a las necesidades del guión: Angels with dirty souls, la cual no existe como tal en nuestro universo aparte de las pocas escenas que aparecen en Solo en casa, pero que si está inspirada en la cinta Angels with dirty faces de 1938.

Fotograma de <<Angels with dirthy souls>>. No la busques. No existe.

  En fin, para no alargarlo más, la cosa es que el presupuesto inicial de diez millones de dólares empezaba a ser insuficiente y los gastos totales ascendieron hasta los 14’7 millones. Con el corazón en un puño, Hughes volvió a visitar al productor ejecutivo de Warner Bros, Robert A.Daly, para decirle que necesitaban un pequeño empujoncito económico extra para terminar la película.

  <<Puedo proporcionarte trece millones y medio, pero ni un solo dolar más>>.

  Columbus y Hughes hicieron verdaderos malabares con el presupuesto que les habían concedido ahorrando en todo lo posible. A tal fin, decidieron apostar por un modesto equipo de producción que estuviera compuesto por profesionales que anteriormente habían trabajado en segundas unidades o en producciones que no salieron muy bien paradas (es decir, que fueran baratos) como el editor Raja Gosnell, el director de fotografía Julio Macat, o el especialista en diseño de producción John Muto. Pero por mas que repararon en gastos (incluyendo el tener en cuenta que decorar dos casas enteras no es barato por mucho que se intente), los números no salían y era imposible terminar la película con el presupuesto negociado con Warner Bros. Eran 14’7 millones de dólares o nada.

  Ante esta situación, desde Warner Bros decidieron cancelar la película de inmediato, y enviaron a uno de sus hombres del departamento de producción (posiblemente fuera Tony Jonas o alguien de su equipo aunque no puedo asegurarlo) al instituto New Trier para decir al equipo de producción que el proyecto se había cancelado y que pararan de trabajar inmediatamente. Era el final para Solo en Casa. The End. Final de partida. San Seacabó. C’est fini. Adiós y muy buenas. Al equipo técnico solo les quedaba recoger los trastos y abandonar el lugar con el rabo entre las piernas.

  Y así fue como Solo en casa desapareció como proyecto antes de poder terminarse.

Adiós <<Solo en casa>>, fue un placer escribir sobre ti.

El misterio de los ángeles, un pequeño milagro, y otras curiosidades

<<Pero oye Tallopis, que Solo en casa si llegó a estrenarse>> puede que estés pensando con esta sagacidad que te caracteriza, oh buena persona lectora que vives en el universo al otro lado de la pantalla. Y tienes razón, Solo en casa fue estrenada en los cines de Estados Unidos en noviembre de 1990. Pero antes de esto, realmente se suspendió el proyecto solo para que renaciera de sus cenizas cual ave fénix con muchas ganas de dar guerra. Y esto fue posible gracias a un pequeño milagro que empezó a gestarse antes incluso de que Warner Bros tomara la decisión de cerrarles el chiringuito al equipo de producción.

La cosa es que John Hughes se reunió con su viejo amigo Tom Jacobson, quien por aquel entonces era productor ejecutivo de 20th Century Fox, y con su jefe Joe Roth. Hablando de esto y aquello, Jacobson le preguntó a Hughes que tal iba el rodaje de Solo en casa, a lo que Hughes respondió bastante desanimado que estaba teniendo problemas con los productores de la Warner debido a que el presupuesto inicial se le había escapado un <<pelín>> de las manos.

John Hughes y Tom Jacobson.
Kevin tiene un plan de batalla. John Hughes también.

<<¿Y de que va Solo en casa?>>, preguntó Jacobson. Hughes recobró por un momento la ilusión y empezó a narrar la trama de la película con tanto entusiasmo que a Jacobson y Roth les encantó el proyecto. De hecho, el mismo Joe Roth (recordemos que era el jefazo de la Fox por aquellos entonces) dijo que por el presupuesto que pedía Hughes él estaría dispuesto a hacer la película ya que se trataba de una historia genial. Dicho y hecho, por lo que a partir de aquel momento, y tras algún que otro trapicheo para poder cambiar legalmente de estudio (algo en plan <<Uy, alguien se ha dejado un guion de una película por accidente en las oficinas de la Fox>>), Solo en Casa dejó de ser un proyecto de la Warner Bros para pasar a formar parte de la Fox. De este modo, mientras el jefe de producción de la Warner se paseaba por el instituto New Trier para decir a todos que cogieran los trastos y se marcharan a sus casas, Scott Rosenfelt (productor ejecutivo de la película) le seguía los pasos para entrar en las improvisadas oficinas en el aula del instituto y anunciar a sus compañeros que de cerrar el chiringuito nanay, pues el proyecto seguía adelante bajo el ala de la Fox. 

No se perdió ni una sola jornada de trabajo.

Al terminar, Rosenfelt se encuentra casualmente con el jefe de producción de la Warner Bros y le dijo <<estás despedido>>. Es una pena para este empleado de la Warner que solo cumplía con su deber, pero estoy seguro que Rosenfelt se quedó mas ancho que alto al decir estas palabras (¿te imaginas vivir una experiencia similar en tu curro? ¿como te sentirías?).

Y así fue como Solo en casa siguió adelante con tareas como construir la cabaña del árbol en el jardín de los McCallister, rodar las escenas que requerían nieve según el guion gracias a una nevada repentina que vino de maravilla para los intereses de la película, rodar las escenas de exteriores… y por supuesto, dedicarse a uno de los puntos fuertes de la película: las caídas y golpes que sufren los desventurados ladrones Harry y Marv. Para lograr el resultado deseado, se puso especial empeño en que las caídas parecieran lo más dolorosas posibles para que resultaran mas divertidas.

Kevin 1 – Ladrones 0.

Y así se hizo. El doble de acción Troy Brown, con todo su equipo, hacían estas escenas sin falsos suelos, protecciones, ni rellenos por increíble que parezca, con toda la intención de que quedara creíble. ¿Problema? que por muy profesional que sea un doble de acción, se puede estropear igual que cualquier otro actor y no era cuestión de repetir las escenas y hacer que los dobles se la pegaran un porrón de veces (que eso tiene que doler oye), por lo que las escenas de caídas y golpes debían quedar bien a la primera. Para ello se usaron varias cámaras para tomar dichas secuencia desde distintos planos en una sola toma para asegurarse de que capturaban el momento adecuadamente. Pero ojo, que esto no es todo, porque la pala que usa Marley para ayudar a Kevin es de verdad, al igual que la tarántula que se pasea como Pedro por su casa por la cara de Marv, cuyo grito solo fue fingido para no asustar al animal y evitar una verdadera desgracia si le picaba, siendo el grito añadido en postproducción.

Y hablando de profesionalidad, uno de los momentos más tensos para el equipo de producción se produjo a la hora de rodar la secuencia en la iglesia, cuando Kevin habla con el tétrico anciano Marley y descubre que no es tan terrible como se creía. Pues aunque Macaulay Culkin había demostrado que estaba a la altura de su papel, el joven actor no había interpretado nunca una escena con tanta profundidad emocional, pero finalmente, y para sorpresa de todos los presentes, logró desarrollar una actuación muy creíble, madura, y a la primera toma.

El anciano Marley nos demuestra que no hay que juzgar un libro por su tapa y que todos llevamos nuestra cruz a cuestas.

Y hablando de Kevin, otra secuencia que tuvo su miga es cuando este se escapa de la tienda en dónde está comprando un cepillo de dientes (tienda que por cierto es real como la vida misma y no un decorado fabricado a medida) y patina sobre un lago helado, pues no hacía suficiente frío como para que el agua se convirtiera en hielo. De modo que tuvo que improvisarse una superficie que diera el pego mediante un producto especial al que recubrieron con sacos y sacos de virutas espumosas.

Hablando de improvisaciones, esta escena no se mostraba así en el guion. Se suponía que debía darse unas palmaditas antes de gritar, pero en lugar de eso, Culkin decidió dejarse las manos pegadas a la cara y ponerse a gritar sin más. Los del equipo de rodaje se rieron tanto con ello, que así se quedó en el montaje final.

Ahora, si me lo permites, me voy a salir un poco de la tangente para hablarte de algo que me ha llamado mucho la atención durante el revisionado de esta película, y es la notable presencia de ángeles que hay a lo largo de toda la producción. Y si, ya se lo que puedes estar pensando, que la trama de la película transcurre durante las fiestas navideñas y es normal que haya adornos con forma de ángeles, como la escena en que el viejo Marley entra en la tienda o cuando los ladrones desvalijan el armario de los vecinos, los Murphy. Pero no me refiero a eso, sino a todas estas escenas en que los ángeles están presentes de forma intencionada por parte del equipo de dirección artística (es decir, los profesionales dirigidos por el director de arte y que se encargan de que los decorados transmitan un mensaje intencionado al espectador). De este modo nos encontramos con que el coro de la iglesia canta <<escucha la voz de los ángeles>> cuando Kevin entra en el edificio, la cinta de mafiosos que ve el protagonista lleva la palabra <<Angels>> en su título, al igual que el libro que está leyendo Peter (el padre de Kevin que interpreta John Heard) que se titula <<Nobody’s Angel>>, así como los candelabros en forma de estos seres alados que podemos ver cuando Kevin se dispone a degustar un buen plato de macarrones con queso poco antes de que los ladrones entren en acción. Igual son paranoias mías, pero ¿que le ocurre a esta película con todos estos ángeles puestos adrede? ¿Será por esta razón que la película también es conocida como <<Mi pobre angelito>> en América Latina?  ¿o será algún tipo de mensaje para darnos a entender que Kevin cuenta con ayuda <<extra>>? Ahí lo dejo para quien quiera pensar en ello.

Ángeles. Ángeles everywhere.
Hablando de teorías, por centenares de páginas de internet corre el rumor de que Kevin McCallister creció para terminar convirtiéndose en el asesino Jigsaw de la saga <<Saw>>. ¡Hay gente para todo, oye! Aunque original si que es.

Pero bueno, voy a dejarme de teorías para seguir con el asunto que nos ocupa, pues de nuevo aparece un nuevo problema para Hughes y Columbus. Esta vez se trata del acompañamiento musical creado por el compositor Bruce Broughton (El peque se va de marcha, Sherlock Holmes y el secreto de la pirámide, Una pandilla alucinante, Los rescatadores en Cangurolandia, etc), quien pese a su amplia experiencia en el oficio, no consiguió los resultados esperados para Solo en casa, pues su música daba un tono más bien tétrico a la cinta. Vamos, que se habían quedado sin banda sonora. Entonces Hughes, para bromear y quitar hierro al asunto, comenta como si nada que <<molaría que pudiéramos contar con John Williams>>. Todos empezaron a reírse ante tal ocurrencia y no es para menos, porque el señor John Williams es el responsable de bandas sonoras memorables en películas de mucho renombre como Tiburón, E.T. El Extraterrestre, la trilogía de Indiana Jones, Star Wars, y un largo etcétera. Tras las risas iniciales se produjo un profundo silencio hasta que alguien dijo <<Oye, ¿y porque no probamos?>> total, no se pierde nada por intentarlo, ¿no? De esta manera le entregaron a John Williams una copia de la cinta y este quedó encantado, por lo que se prestó a componer la música para la película. ¡Quien no se arriesga no gana!

Y así, finalmente la película se estrenó en los cines de Estados Unidos.

¿Había nacido una estrella? Bueno, según la crítica especializada, la respuesta a esta pregunta es un -NO- rotundo y en mayúsculas. Vamos, que en su parecer la película era un verdadero fiasco. Sin embargo, el público no parecía compartir esta opinión, pues Solo en casa logró una taquilla superior a los 16 millones de dólares en su primer fin de semana. Y eso no es todo, pues la cinta se mantuvo en el número uno de las películas más taquilleras durante más de diez semanas seguidas, recaudando un total de 280 millones de dólares al cabo de un año, solo en Estados Unidos, y más de 533 millones de dólares en todo el mundo (lo siento por Robert A.Daly de la Warner Bros pero no me extrañaría que siguiera dándose de cabezazos por negarse a financiar la película) .

Al final, por mucha fe que tuvieran en el proyecto, por mucho que Hughes, Columbus, y los demás supieran que la película era buena, nadie llegó a imaginar semejante exitazo.

Sin duda alguna, había nacido una estrella.

¡La leche! Cuanto dólar nos llevamos pa’la saca.

Tras pegar semejante pelotazo por todo lo alto, no es de extrañar que al año siguiente se estrenara la secuela Solo en casa 2: Perdido en Nueva York, la cual contaba con la participación de Tim Curry (al que podemos ver como el payaso Pennywise en la miniserie de It en los setenta y en Rocky Horror Picture Show), y de Rob Schneider (Gigoló, Estoy hecho un animal,Este cuerpo no es el mío, etc), así como un sorprendente cameo de Donald Trump cuando Kevin pregunta por la recepción del hotel Plaza, además de que Pesci, Stern y Culkin aparecen nuevamente y repitiendo personajes.   

Posteriormente aparecieron hasta cuatro secuelas más: Solo en Casa 3, Solo en casa 4, Por fin solo en casa, y Home Alone Holiday Heist (conocida en España como Solo en casa 5) con diferentes actores y equipo… y bueno, no es por ser faltón, pero puedes vivir una vida perfectamente feliz sin ver ninguna de estas producciones posteriores.

Como estropear una franquicia. Ejemplo número 258.041.

Como no podía ser de otro modo, Solo en casa también dieron el salto al bello mundo de los videojuegos con Home Alone para Mega Drive, SNES, Master System y Game Gear, así como un Home Alone 2 para Game Boy.

Portada del manual para Mega Drive.

Conclusionando: Algunos dirán que la película es algo lenta, que es un poco ñoña, o que simplemente no les gusta, lo cual es muy respetable. Pero en opinión de este que te escribe, y dejando aparte el taquillazo que pegó en todo el mundo, Solo en casa sigue siendo una película más que disfrutable, con la que partirse de risa y pasarlo en grande, además de ser una de las clásicas películas navideñas que siempre da gusto volver a ver al margen de la época del año en que te encuentres al leer estas líneas. Si no la has visto, queda más que recomendada, y si ya la has visto, sepas que sigue siendo igual de tronchante y divertida aunque hayan pasado casi 32 años desde su estreno. ¿Que otra cosa iba a decir si esta película siempre me huele a familia, risas, y navidad?

Y hasta aquí llega el post.

Pero, ¿Qué me cuentas tu al respecto?, ¿Ya habías visto esta película?, ¿Qué te pareció? Ya sabes que para cualquier cosa que quieras decir sobre tu experiencia con esta producción o tus impresiones al respecto del viaje transdimensional que acabamos de realizar, la caja de comentarios está a tu disposición.

 Como Recomendación de la Semana, quería hablaros nuevamente acerca de una de estas iniciativas solidarias que tanto me gustan, y que vienen a señalar que el frikismo no es incompatible (ni mucho menos) con realizar buenas obras que benefician a quienes más lo necesitan. Me estoy refiriendo a VIDEOJUEGOSPORALIMENTOS.ORGuna asociación sin ánimo de lucro que cambia videojuegos y periféricos a cambio de alimentos no perecederos para repartir entre las familias en riesgo de pobreza o exclusión social. Nada de dinero. Solo kilos de alimentos y te llevas un juego para casa, además de contribuir a una noble causa. ¿Qué más se puede pedir? En su web podréis encontrar una amplia descripción de su actividad así como su presencia en próximos eventos para que puedas ir a hacerles una visita.

<<¡Eso nos pasa por no leer los posts hasta el final ni dejar comentario¡>>

 De nuevo, quiero recordarte que tú eres la otra mitad de este blog, y sin ti no existiría Tallopis-escribe. ¡GRACIAS POR ESTAR AL OTRO LADO DE LA PANTALLA!

Y un AGRADECIMIENTO MUY ESPECIAL a todas las buenas gentes lectoras de bien que colaboran con el blog a través de la CAFETERÍA DE TALLOPIS-ESCRIBE o bien comprando mi libro de relatos cortos de ciencia-ficción <<Los Otros Tú>>. ¡¡Mil gracias por vuestro apoyo y ayuda en lograr que esta bitácora salga adelante!! Todo lo aportado servirá para sufragar los costes del blog, invertir en mejoras, novedades, y nuevos proyectos en los que estoy trabajando.

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  Y ya me despido de ti hasta el próximo 28 de agosto.

  Hasta entonces, te deseo feliz semana. Cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.

Ya sabéis buenas gentes. Si os vais de vacaciones, aseguraos bien de que lo lleváis todo, de que estáis (y volvéis) todos, y tomar precauciones, que hay mucho chorizo suelto por ahí. ¡Nos vemos a la próxima!

Comments

  1. De primeras te pedimos disculpas por tardar algunos días en dejarte un comentario en este pedazo de post que nos ofreces, pero es que durante estos días hemos tenido visita por casa y nos ha sido imposible sentarnos un ratito a leerte….eso sí, hemos recibido a los invitados sin trampas ninguna sin emular a este personaje del que nos hablas.
    Esta es una de esas películas que nunca nos cansábamos de visualizar en nuestro querido y sufrido VHS, al que dábamos descanso siempre que la emitiesen en la tv XD. Y es que al igual que Kevin, de pequeños éramos bastante trastos y la vida le dio a más de uno que fuésemos unos manazas en cuanto a `manualidades (véase fabricar trampas) se refiere, por lo que nos sentíamos muy identificados con el personaje en muchos aspectos (también con Junior de Este Chico es un Demonio pero eso te lo podemos contar en otro post, guiño, guiño…)
    Una pena tanto las secuelas, excepto la segunda, como los videojuegos fuesen un poco de aquella manera y no lograsen la calidad de las primeras películas, cosa que es difícil.
    Y como decimos siempre ¡Muchas gracias por traernos de nuevo gratos recuerdos al leer tus líneas, compañero!
    Nos leemos sin falta en el siguiente post.
    Un abrazote.
    ¡¡Ah y no nos podemos ir sin decir: Macaulayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy…..Culkin!

    1. ¡¡Bienhallado queridísimo Presstartcook :D!!
      Nada que perdonar hombre, faltaba más. Ya sabes que siempre eres bienvenido por estos lares y que siempre llegas a tiempo en lo que a mi se refiere. ¡Espero que disfrutaras de esta visita a lo grande :D!, y menos mal que no los recibisteis con las numerosas trampas que se saca Kevin McCallister de la manga XDXD.
      Para gustos colores y no faltará quien no le guste esta película, lo cual me parece de lo más respetable, pero coincido contigo en cuanto a veces vista, tanto en VHS como en televisión. Y es que esta es una de estas cintas que siempre da gusto de volver a visualizar y que te engancha si la encuentras casualmente haciendo zapping. Y ni que decir que muchos se podían sentir identificados por las andanzas del joven McCallister y sus peripecias defendiendo la casa. Eso si, admito que me he quedado de piedra al saber que por poco nos quedamos sin <> O_o. En cuanto a la sugerencia de traer un día a <>, tomo nota debidamente para un futuro post porque la verdad que promete ser de lo más interesante (aparte de las risas que uno llega a darse también con esta película XDXD).
      Desde luego la segunda entrega de la franquicia también es de lo más disfrutable y poco tiene que envidiar a la primera entrega, pero como bien dices, es una verdadera lástima el declive que tuvo a partir de entonces por querer estirar demasiado el chicle y querer sacar partido del gran éxito que fue la original. Y lo mismo con los videojuegos. Sin embargo, tanto la existencia de estos últimos como las secuelas, son un claro indicador de la buena recepción que tuvieron las dos primeras películas.
      Al contrario. Gracias siempre a ti por estos maravillosos comentarios y este apoyo que siempre me brindas amigo. No sabes la ilusión que me hace recibir comentarios tan simpáticos como los que siempre me dejas.
      Un abrazo bien grande, y que no falte este característico grito XDXD.
      Nos seguimos leyendo :D.

Tus comentarios son más que bienvenidos.