Serie de televisión: La chica de ayer.

Te propongo un juego.

  Mas bien un ejercicio de imaginación.

  Suponte que estás realizando alguna de las tareas que se encuentran en el horario de un día normal y corriente en tu vida. Estás en tus asuntos, atendiendo tus obligaciones cotidianas habituales, pensando en tus cosas… y de repente, recibes una llamada de auxilio de un ser muy querido que se encuentra en grave peligro.

  Sin pensarlo dos veces, partes velozmente al lugar del incidente para poder ayudar en todo lo posible a dicha persona tan importante en tu vida. Con tan mala suerte que en el camino tienes un desgraciado accidente en el que te golpeas la cabeza. Lo último que recuerdas antes de perder la conciencia, es salir proyectado hacía un estallido de luz cegadora. 

  ¿Vas siguiendo bien toda la situación? ¿puedes imaginarlo?

  Pues espera verás lo que viene a continuación.

  Abres los ojos pesadamente. Tratas de ponerte de pie mientras luchas contra los efectos del mareo y la desorientación causados por el golpe. Finalmente, consigues incorporarte y empiezas a caminar por las calles de la ciudad que tan bien conoces, pero todo es distinto.

  Las personas con las que te cruzas van vestidas de forma muy peculiar, todo cuanto te rodea tiene un aspecto diferente a como lo viste ayer mismo al pasar por este mismo lugar, pero no hay duda de que es el mismo sitio. Los vehículos que circulan parecen salidos de una película antigua, incluso el modo en que la gente habla y se expresa te parecen muy remotos. Es como si estuvieras aparte de todo cuanto te rodea, y te esfuerzas en pensar que aún te sientes confuso por el accidente.

  Finalmente, la realidad te sacude fuertemente y te ves obligado a admitir para ti mismo que, por alguna extraña razón, has viajado tres o cuatro décadas al pasado.

  Tus padres son más jóvenes que tú, la tecnología y la moda que usabas habitualmente es cosa de ciencia-ficción, los hechos más relevantes de los últimos años aún están por suceder, la forma de pensar y vivir de la gente son distintos, la casa en la que vives aún no existe o bien es un edificio que se dedica a otra función, y según la edad que tengas, cabe la posibilidad de que te puedas encontrar otra versión más joven de ti mismo.

Con los recursos que están a tu alcance, y con la poca información que tienes al respecto de lo que te ha pasado, ¿cómo tratarías de volver, recuperar tu vida, y rescatar a tu ser querido en apuros?

  ¿Puedes imaginar sentirte en una situación así?

  Pues esto es exactamente lo que le ocurre al protagonista de esta serie, y cuya trama es como sigue.

  Samuel Santos (Ernesto Alterio) es un inspector de la policía de Madrid en el año 2009. Como es de imaginar, en su trabajo es necesario que Samuel vele por resolver sus casos mediante un minucioso proceso deductivo basado en pruebas físicas, para lo cual da una gran importancia a los resultados otorgados por el laboratorio forense y es muy cuidadoso en lo que se refiere a la contaminación del escenario de un crimen. Además de ser muy organizado, resulta ser un excelente negociador. Y aunque a veces le parezca frustrante si el criminal logra escapar, Samuel tiende a conceder el beneficio de la duda, anteponiendo los derechos de los sospechosos a sus propias opiniones al respecto. No obstante, y debido a su carácter, se siente cómodo con todo ello, siendo un individuo organizado, lógico, de fuerte moral, y con tendencia a usar el diálogo por encima de la fuerza.

  Durante la investigación en un caso de múltiples homicidios, Samuel y su compañera detienen a un potencial sospechoso, pero deben dejarlo en libertad debido a un resquicio legal a favor del detenido. Tras una serie de eventos que afectan emocionalmente a nuestro protagonista, este decide quedarse por la noche en comisaría mientras revisa las pruebas del caso, cuando recibe una llamada de auxilio de su compañera, la cual decidió seguir al sospechoso para conseguir algo con que incriminarle, pero esta termina cayendo en una trampa del verdadero asesino.

  Como ya imaginarás con esta sagacidad que te caracteriza, Samuel sale raudo en auxilio de su compañera, pero sufre un extraño accidente después de que los dispositivos electrónicos de su coche empiecen a funcionar de forma extraña.

  Al despertar, se encuentra vestido con extrañas ropas y que ha viajado 32 años al pasado, encontrándose en el Madrid de 1977. En plena transición española, con todo lo que esto conlleva a nivel de moda, tecnología, y por supuesto, situación social y política del país en aquel momento.

  Sin embargo, Samuel se topa con un sorprendente as en la manga.

  Buscando en sus bolsillos se encuentra con una placa policial de la época y que se encuentra a su nombre, identificándolo como inspector de primera, así como una carta de carácter oficial confirmando que recién ha sido trasladado a la dirección general de seguridad. Dicho de otra manera, que este es su primer día como inspector en una “nueva” comisaría de policía de la época. Pensando que gracias a su “nuevo trabajo” podrá encontrar un modo de volver a casa, se dirige a la comisaría para empezar su labor.

Samuel con sus nuevos compañeros.

  Pero ahí se encontrará con su la horma de su zapato al conocer al comisario Joaquín “Quin” Gallardo (Antonio Garrido), un agente policial que hoy definiríamos “de la vieja escuela”, el cual confía solamente en su instinto para solucionar los casos y no tiene escrúpulo alguno en hacer la vista gorda ante según qué temas, además de tratar los sospechosos a base de hostias con toda la normalidad del mundo. Por lo que está claro que Joaquín (más temperamental y acostumbrado a hacer las cosas por la brava) y Samuel (más reflexivo y con demasiada tendencia a lo políticamente correcto), siendo cada uno dos personas muy de su tiempo, pues chocan desde el primer momento.

  Este mismo día, Samuel también conocerá a los también policías Raimundo “Rai” (un hombre de mediana edad con ideas muy conservadoras que añora los tiempos pasados, e interpretado por Mariano Llorente), y al joven soltero Cristobal “Cris” (que además de gustarle dibujar, vive muy a la moda del momento además de ser tan ingenuo como inocente, y al cual le da vida Javier Rey).

  Dentro de la frustración que le causa a Samuel tener que lidiar con sus nuevos compañeros, se encuentra con algo positivo. Como tener la oportunidad de salvar a su compañera en apuros del 2009, y que además podrá descubrir las razones por las cuales su padre le abandonó a él y su madre de pequeño, puede que incluso evitarlo. Para lo cual contará con la ayuda de Ana (Manuela Velasco), una secretaria de la comisaría que desea con toda su alma que algún día la legislación cambie y pueda convertirse en policía de pleno derecho.

  Sin embargo, Samuel no solo deberá acostumbrarse a la vida en 1977 sino tomar una serie de duras decisiones, además de sobreponerse a fuertes pesadillas y misteriosos mensajes que solo el parece poder percibir. Pues en ello puede que esté la clave para volver a casa.

  Y hasta aquí la trama.

«¿Qué no contaminemos la escena del crimen?, ¿qué demonios significa esto?»

  Una cosa que he tenido siempre muy clara para el blog, es que solo pienso escribir sobre cosas que me gusten. Por lo tanto, está claro que he disfrutado de esta serie y que la recomiendo por varias razones, pero a mi pesar, hay varias cosas que no han terminado de convencerme.

  Para empezar, me da la sensación de que algunos elementos de la trama son añadidos bruscamente, y sin nada anterior que los respalde, para forzar un poco el dramatismo de la serie en momentos puntuales o meter un poco de relleno. Por ejemplo, los recuerdos que tiene el protagonista del día en que se pierde siendo niño (no daré muchos detalles para ahorrarte spoilers). De haber aparecido en capítulos anteriores (junto a los demás flashbacks en blanco y negro que experimenta el protagonista a lo largo de la serie) y no solo en este, apareciendo de golpe y porrazo, habría mejorado mucho el episodio, logrando que fuera más interesante a nivel argumental. Además, esta situación sirve para mostrar una faceta escondida y muy humana de uno de los personajes principales, lo que sirve para darle más solidez, para que entendamos mejor como es en realidad. Por lo que me parece una lástima que se desarrollara de este modo. Mientras que algunas escenas muy concretas, están puestas con calzador, o directamente consiguen el efecto contrario al deseado.

  A ver, yo no soy especialista, ni tengo conocimientos técnicos en ninguna materia que me permita opinar en profundidad al respecto, solo voy como un espectador más con mis propias opiniones, por lo tanto, los defectos que le pueda sacar a esta serie no tienen por qué ser tenidos en cuenta y cada cual es libre de opinar con total libertad y respeto.

  Pero personalmente, me da que cierto miembro del reparto no consigue transmitir lo suficiente aquello se supone que debía hacerme llegar como espectador. Me refiero al propio protagonista: Ernesto Alterio, el cual seguro que tiene muy buenos trabajos en su haber, pero creo que en esta serie no ha sabido llevar como se esperaba a su personaje de Samuel. Del mismo modo me parece que Biel Durán (en el papel de José Santos y padre del protagonista en el pasado) también parece tener problemas para meterse en la piel de su personaje y a veces queda un tanto plano, lo cual es una lástima porque este personaje tiene mucho peso en una de las tramas principales.

De izquierda a derecha: José, Rosa, «Quin», Samuel, «Rai», Ana, y «Cris».

  Por otro lado, en varios capítulos se usan unos compases melancólicos de piano que a veces quedan de maravilla para resaltar ciertos momentos de lo que vemos en pantalla, pero en otras ocasiones me parece que están fuera de lugar. Aunque eso sí, la selección de temas musicales a lo largo de toda la serie me pare estar muy lograda, contando con temas del momento muy reconocidos a nivel nacional e internacional y que acompañan de maravilla el momento.

  Aparte de esto, la serie en sí me ha parecido un tanto corta, mientras que los capítulos quizás sean demasiado largos. Pues toda la historia de “La chica de ayer” consta de una sola temporada con ocho capítulos, cada uno de los cuales dura entre 70 y 80 minutos. Eso sin contar los anuncios, y ya sabemos como es Antena 3 para estas cosas, pues fue esta cadena la que emitió esta serie por primera vez en abril del 2009.

  Por otro lado, no sé si considerarla una serie valiente y arriesgada, pero está claro que en base al contexto histórico y la ambientación social del momento que sirve de escenario a la trama, este show a veces toca ciertos temas y muestra ciertas actitudes de los protagonistas que hoy en día serían muy fáciles de sacar de contexto o incluso hacer la serie inemitible. De modo que es importante tener en cuenta que los actores y los guiones están reflejando lo que en el contexto del año 1977 era algo común, pero que no necesariamente reflejan una opinión ni indican nada más allá de contar una historia fantástica en un periodo del pasado reciente. De hecho, esta serie hace un interesante ejercicio al oponerse a la actual corrección política con tal de reflejar con más fidelidad la ambientación de la época.

  Y hablando de la ambientación. Si hay un aspecto de esta serie que se ha cuidado con muchísimo detalle y mimo, es el modo tan fiel en que se recrea la época en que se basa la historia. Ello se nota perfectamente en los escenarios, el atuendo de los personajes, su modo de comportarse, y los guiones entre otras muchas cosas, como las publicaciones, los vehículos, el contexto histórico y social, la mentalidad del momento, etcétera. Se nota que hay un importante trabajo de documentación y escenografía, porque reunir algunos de los elementos que se ven en pantalla no habrá sido fácil. Todo ello es algo que impresiona.

   Eso por no hablar del guiño constante para el espectador que se desarrolla en forma de nostalgia, o bien por todo aquello que nos puedan haber explicado nuestros hermanos/as mayores, padres o abuelos sobre aquellos tiempos. Además de los ingeniosos gags y divertidos equívocos basados en un futuro que la audiencia conoce, pero los personajes de 1977 no. Dando pie a diálogos y escenas de Samuel realmente divertidas, permitiendo que podamos empatizar con él.

  Sin embargo, el contraste entre épocas no solo juega a nivel cómico en multitud de divertidísimas escenas, sino a también de acción y dramático. Tres componentes que en esta serie se dan con frecuencia, incluyendo puñetazos, tiros, persecuciones, y situaciones que llegan a alcanzarte la fibra más sensible en varias ocasiones. Añadiendo además un componente fuertemente policial y de investigación, con un toque de romance, encontramos que esta serie ofrece un equilibrio bastante bien logrado en que todos estos ingredientes se muestran de forma muy bien desarrollada, aunque obvia en ocasiones, sin resultar pesados.

  Pero si hay algo que debo destacar es, del mismo modo en que Ernesto Alterio (Samuel) no ha llegado a convencerme (lo cual no significa que todo lo haga mal), Antonio Garrido en el papel de “Quin” Gallardo hace una interpretación genial. Da la sensación de que este buen señor se debía partir de la risa en los descansos del rodaje, pero lo clava a la perfección: los gestos, las caras, así como todo lo que representa el personaje, lo que dice, como lo dice, y lo que no dice abiertamente pero que refleja de forma excepcional sin necesidad de soltar una palabra, es una maravilla. ¡Que crack!

  Curiosamente, esta no es una producción original. Sino que podríamos decir que es la versión made in Spain (con sus numerosas similitudes, diferencias argumentales, y conclusiones distintas) de la serie británica “Life on Mars, la cual se comenzó a emitir en la cadena BBC en el año 2006, y que contó con una versión norteamericana con idéntico título y trama pero final distinto, lanzada al aire en ABC en 2008. He visto ambas, y cada una con sus diferencias me parecen muy recomendables, aunque creo que me inclino más hacía la norteamericana.

  Para terminar, he oído por ahí que el show que he venido a presentarte en este post contaba con un final alternativo de conclusión más abierta que diera pie a una segunda temporada, en el caso que se produjera suficiente audiencia como para llevarla a cabo. Pero a la vista de que se eligió el final cerrado para concluir la serie, y del elevado coste de producción de cada capítulo, parece ser que esta no era lo suficientemente rentable.

  En definitiva.

  “La chica de ayerno es la octava maravilla del mundo en lo que se refiere a series, no lo veo como un producto que lo pueda ver cualquiera y disfrutarlo sin dejarse llevar por ciertos temas, pero personalmente me ha parecido muy divertida que destaca por su gran sentido del humor e ironía dramática, el personaje de Gallardo, la trama principal, y, sobre todo, el gran trabajo de documentación y ambientación que se nota por los cuatro costados. Creo que no pierdes nada por ver al menos uno o dos capítulos para formar tu propia opinión.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como recomendación de la semana, y si te gustan los videojuegos, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona presenta “Gameplay: Cultura del videojuego”. Hasta el 30 de agosto se podrá visitar esta exposición que repasa la historia de este medio, ofrece demostraciones de varios títulos clásicos, y reivindica su consideración de “arte”, además de valorar el modo en que esta modalidad de ocio ha influido en la sociedad. Si queréis más información, os dejo el link al respecto: www.cccb.org/es/exposiciones/ficha/gameplay/232349

  Como siempre, te recuerdo que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 23 de agosto.

  Para terminar, quisiera pedirte que, si has disfrutado el post, me sería de mucha ayuda si le dieras al botón “Me gusta” y lo compartieras en tus redes sociales, así como con tu familia y seres queridos. También decirte que puedes participar activamente en el blog a través de la caja de comentarios, ya sea dejándome tus sugerencias para la “recomendación de la semana” (si conoces algún evento o local interesante relacionado con el frikismo cerca de dónde vives), así como tus aportes para la sección de “Fechas frikis” y “Curiosidades” al margen de cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores. También puedes apoyar al blog mediante la aplicación “Invítame a un café” que se encuentra en la barra de widgets. Todo ello me sería de gran ayuda para seguir adelante con “tallopis-escribe.com”.

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.

Comments

  1. Umm El concepto se me antoja interesante. Me has picado la curiosidad con esta serie por lo tanto, eventualmente la leeré. Por otro lado, yo te recomiendo si la encuentras la serie de Thriller Círculo Rojo (que te recomendé en Twitter) Lo creas o no, la actriz Maria Adanez, (La Pija de Aquí No Hay Quien Viva) lo hace bien en un papel más serio

    1. ¡¡Hola juanjo121!!, ¿qué tal todo? 😀
      La verdad es que la serie tiene sus fallitos, pero se le pueden perdonar porque maneja la ambientación muy bien, y aparte de que la historia es interesante, la serie es muy divertida. El contraste de épocas queda muy bien retratado, con toda la parte positiva y cómica del asunto, pero también al contrario. Lo cierto es que no está nada mal.
      «Círculo Rojo», será cuestión de echarle un vistazo :). Desgraciadamente, tengo que admitir que el reparto de la serie «Aquí no hay quien viva» no me sirve de mucho indicativo *^_^*. Alguna vez he visto algún capítulo y se que existe, pero personalmente no me atrajo suficiente y me lié a otros derroteros. De todos modos, que un actor salga o deje de salir en esta serie, no tiene porque ser indicativo de nada, aunque sirva como referencia para ubicar los nombres.
      Por ejemplo, con todo esto me has recordado a la actriz Carmen Machi, que si bien es mayormente conocida por su trabajo cómico, he visto algunos de sus papeles dramáticos y lo borda.
      Pero me estoy liando.
      Tomo nota de este «Círculo rojo» para ver que tal és.
      Un abrazo bien grande 😀

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