Serie de TV retro: Los problemas crecen.

Hola, encantado de saludarte nuevamente.

  En el post de hoy quiero hablarte de las llamadas sitcom, o comedias de situación.

  Seguro que al menos una vez en tu vida has visto algún que otro capítulo de estos programas televisivos, así que ya sabes cómo va. Son series cuyos capítulos tienden a durar unos 25 minutos aproximadamente (aunque las hay más largas) y en dónde nos muestran a los personajes protagonistas viviendo todo tipo de situaciones disparatadas en lugares que suelen frecuentar habitualmente, como el trabajo, el hogar, o incluso el bar al que acuden regularmente para ahogar sus penas (como ocurría en la famosa Cheers).

  La primera de estas series fue la británica Pinwright’s Progress, del año 1947 (no ha llovido nada desde entonces), pero fue en los 60 cuando se empezó a desarrollar este tipo de series, especialmente en estados unidos, dónde fueron especialmente populares.

  Pero de las que me interesa hablarte ahora mismo, a efectos de introducción de este post, son las que se estrenaron durante los 80. Pues en esta década se produjo un verdadero boom de este formato televisivo, la inmensa mayoría de las cuales tendían a tener la misma mecánica: los protagonistas formaban parte de un grupo social muy fuerte, como amigos o familias (albergando en este último grupo varios tipos de estructuras familiares). Luego, en cada episodio, veíamos como cada uno de estos individuos tenía sus conflictos con los demás personajes, o con situaciones normales de la vida diaria, las cuales siempre se trataban de resolver con soluciones esperpénticas y disparatadas que solo servían para complicar aún más la situación, logrando que durante gran parte del capítulo provocaran que nos partiéramos de risa, al margen de las risas, ovaciones, aplausos, y otros sonidos “enlatados” que se oían en muchos de estos shows. Al final de cada episodio, todo se resuelve felizmente, en gran parte gracias al apoyo de los seres queridos del personaje que estaba sufriendo el problema que desencadenó la trama del capítulo, y mostrando una lección moral dirigida al espectador. De este modo, cuando terminaba un episodio, toda la serie quedaba en una especie de punto cero o punto de inicio, como si nada hubiera pasado y quedando todo listo para que otro personaje distinto repitiera el proceso.

  Además, la mayoría de estas series tendían a ser muy blancas, muy inocentes, puede que incluso un poco ñoñas visto en perspectiva, en dónde todo se solucionaba con muy buena voluntad por parte de los distintos protagonistas por muy cómicas o disparatadas que fueran sus premisas, o por excéntricos que resultaran ser algunos secundarios. De modo que tenían a ser programas muy familiares y para todos los públicos.

  De este modo, en la década que nos ocupa, encontramos series tan conocidas como Alf (como me hacía reír este tronchante extraterrestre), Juzgado de guardia, Cosas de casa (ese Jaleel White que saltaría a la fama haciendo de Steve Urkel), Padres forzosos, Punky Brewster, De otro mundo, Webster, Aquellos maravillosos años, Primos Lejanos (anda que lo pasamos bien con el primo Balki)… y así podríamos seguir largo y tendido, porque la verdad es que este tipo de series caló muy fuerte entre el público, produciéndose gran cantidad de ellas.

  ¿Recuerdas cual era tu favorita?

  Aunque hay una que gozó de una gran popularidad a lo largo de sus siete temporadas en antena, y que sirvió de trampolín para muchos rostros famosos de la actualidad. Su intro, al menos en las primeras temporadas, era la siguiente.

  Con el tema de fondo As long as we got each other, de Jennifer Warnes y B.J.Thomas, empezaba cada capítulo de la serie que aquí se conoció como Los problemas crecen, y Growing pains en su país de origen. Además de ser en los créditos de inicio cuando se mostraba un detalle de la serie que me parecía muy curioso, y es que podías saber fácilmente en cual de los protagonistas tendería a centrarse el episodio, simplemente observando quien de ellos se quedaba más tiempo mirando a cámara antes de irse a la casa con los demás.

  Este show nos mostraba las peripecias de los Seaver, una típica familia norteamericana muy bien situada que vivía en Long Island, Nueva York.

  Permíteme que te los presente:

  –Jason (interpretado por Alan Thicke): El padre de esta singular familia trabaja como psiquiatra en su propia consulta, cuyo despacho decide instalar en la planta baja del casoplón en dónde viven. De este modo, entre paciente y paciente, Jason se dedica a las labores del hogar. Es un hombre muy pragmático que tiende a usar “truquitos de psiquiatra” con los demás por pura costumbre, hacendado, escrupuloso, y que empieza a preocuparse por cómo le afectan los años.

  –Maggie (Joanna Kerns): Tras pasar los últimos años de su vida cuidando de la casa y de los niños, decide que estos ya son suficientemente adultos como para no necesitar tantos cuidados, por lo que acuerda con su marido Jason que él trabaje en casa y se ocupe de las labores domésticas para que ella pueda volver a trabajar como periodista en el periódico local. Es una luchadora nata, imaginativa, y con mayor facilidad para reírse que su esposo.

  –Mike (Kirk Cameron): Me acuerdo de cuando era niño y como las chicas más mayores del colegio, y las que cursaban BUP en el instituto, andaban la mayoría loquitas por Kirk/Mike. Anda que no había carpetas forradas con los posters que regalaba la revista Super Pop y Tele Indiscreta. Poco imaginábamos los chavales de mi quinta que Los vigilantes de la playa y Pamela Anderson estaban al caer y haríamos lo mismo. Eran otros tiempos.

«Boner» y Mike.

  En fin, que me estoy liando. Mike era el hijo mayor de los Seaver, y un pésimo estudiante cuyo concepto de “dar el primer paso para preparar un examen” consistía en abrir el libro de texto y luego salir a divertirse con sus amigos “Boner” (Josh Andrew Koenig) y Eddie (K.C.Martel). Además de ser un declarado fan de Bruce Springsteen, le gustaba jugar al básquet, hacer rabiar a su hermana, y lucir un tipo lo más “molón” posible, aunque en el fondo era muy bonachón.

  –Carol (Tracey Gold): La hermana del medio y todo lo contrario de Mike. Inteligente, ordenada, con un gran sentido común y de la responsabilidad, además que siempre sacaba unas notazas impresionantes. Solía adoptar una falsa imagen de frialdad y de altivez, como si todo lo que pensaran o dijeran los demás le diera igual, lo que en realidad servía para ocultar un carácter muy sensible.

  –Ben (Jeremy Miller): Quizá fuera por mi semejanza de edad con el personaje cuando vi la serie por primera vez, pero lo cierto es que me caía muy simpático y me parecía muy chistoso. Una de sus principales características era que siempre estaba hambriento, y aunque en las primeras temporadas mostraba una clara tendencia a seguir los pasos de su hermano Mike, con el tiempo empezó a frecuentar la compañía de quien sería su mejor amigo durante todo el resto de la serie, “Cochino” Sullivan (Jambie Abott).

De izquierda a derecha: Carol, Jason, Ben, Maggie, y Mike.

  Estos son los principales personajes de este show, y aunque si bien está claro que son muy diferentes entre sí, cabe decir que todos los Seaver tienen un don realmente excepcional para las respuestas ingeniosas y los comentarios cortantes que se dedican mutuamente, siendo uno de los gags más recurrentes de la serie. Y como toda buena sitcom que se precie, a pesar de que a veces no lo demostraran claramente o intentaran negarlo, lo cierto es que todos los miembros de la familia se aman con locura. Formando un gran equipo que siempre está unido a las duras y a las maduras.

  Siguiendo con lo habitual en este tipo de programas. Todos los capítulos tendían a ser autoconclusivos y con una lección moral de fondo que se comía gran parte de la segunda mitad del episodio antes de dar paso a un último chascarrillo, previo a los créditos finales.

  Con el paso de las temporadas, también se produjeron varios cambios en forma de nuevos personajes o la desaparición de alguno de los ya conocidos. Como ejemplo de ello encontramos que el personaje de “Boner” decide enrolarse en los marines durante la cuarta temporada de la serie, de modo que tras la imagen de Mike y “Boner” sonriendo a la pantalla con un cartel sobreimpreso que rezaba “¡Buena suerte Boner!”, nunca más volvió a aparecer ni mencionarse este personaje.

  Pero si tenemos que nombrar dos claros ejemplos de personajes nuevos que vinieron para añadir alguna novedad a la serie, hay dos que destacan especialmente. El primero de ellos es Chrissy, la cuarta hermana Seaver que nace a finales de la cuarta temporada y que al principio fue interpretada por dos gemelas (como ocurrió con el personaje de Michelle en Padres Forzosos), estas fueron Kelsey y Kristen Doring. Aunque posteriormente, tras el lapso de tiempo que da la serie de la quinta a la sexta temporada, este papel caería sobre Ashley Johnson.

  Pero el que sin duda sería el nuevo personaje más comentado con el paso de los años, sería Luke Browen, que entró en la serie durante la séptima y última temporada. Un niño que, tras diversos acontecimientos, sería adoptado por los Seaver tras ser abandonado por su padre, siendo un jovencísimo Leonardo DiCaprio el actor elegido para interpretarlo.

Los Seaver con sus dos nuevas incorporaciones familiares: La pequeña Chrissy (centro) y Luke (derecha).

  La serie contó con un total de 166 episodios emitidos inicialmente en la cadena norteamericana ABC, llegando a gozar de muy buena popularidad en su momento, causando infinidad de risas con las respuestas fáciles, los gags inocentes, y las ocurrencias de cada protagonista, así como su modo de enfrentarse a la vida, hasta que el show llegó al final en abril de 1992.

  No obstante, el 5 de noviembre del año 2000, se emitió directamente en televisión la que sería la primera película, llamada simplemente Growing pains: The movie (no he encontrado rastro alguno de que se estrenara en España), en dónde vemos a los mismos personajes varios años después, con un nuevo rumbo en sus vidas. SI NO QUIERES COMERTE UN SPOILER, VE DIRECTAMENTE AL SIGUIENTE PÁRRAFO. De este modo encontramos que Mike está casado, tiene cuatro hijos y es un ejecutivo de éxito, mientras que Carol trabaja en Wall Street, Ben se gana la vida limpiando piscinas, Christie fuma a escondidas en el instituto, y Maggie trata de ganar las elecciones con el apoyo de todos los demás, incluyendo obviamente a Jason.

  La película no tuvo muy buena recepción que digamos, pero igualmente existió una precuela llamada Growing Pains: Return of the Seavers, también conocida como Growing Pains: Home Equity. Se estrenó directamente en televisión cuatro años después que su antecesora, y tuvo aún menos éxito, por lo que veo muy poco probable que volvamos a saber nada más de esta familia (especialmente tras la triste muerte del actor Alan Thicke).

  Las cosas como son. La serie ha envejecido bastante mal, siendo difícilmente disfrutable por mucho que el factor nostalgia parezca hablar a su favor. De modo que, si la viste en su estreno en nuestro país en 1986 o en su reposición posterior, no te recomiendo un nuevo. De hecho, creo que hoy en día sería una serie que no funcionaría en absoluto y muy probablemente causaría más de un ceño fruncido, pero no porque fuera intrínsecamente malo en este show, sino porque simplemente era un producto muy de su tiempo, un claro representante de un tipo de formato de serie que ya vivió su época dorada y que no podría adaptarse al contexto cultural y social de nuestros días.

  Pero insisto en ello, no era mala serie ni mucho menos. Gracias a los Seaver (y tantas series parecidas que aprovecharon la misma fórmula o una similar), llegamos a reírnos a carcajadas, copiamos muchas de sus frases, nos sorprendimos con sus divertidas peripecias, reflexionamos con los valores que transmitieron, y nos emocionamos con las felices conclusiones de cada capítulo, así como el cariño que se dedicaban los personajes entre ellos. Por todo ello, yo personalmente le quedo agradecido, y le digo “hasta siempre” con una sonrisa.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como recomendación de esta semana, te quiero hablar de la nueva aventura iniciada por buen conocido de muchos de nosotros, el amigo Spiegel del muy recomendable blog thesevenspiegel.blogspot.com/, ha decidido dar el paso para empezar una nueva andadura en el mundo del podcast. Para ello ha creado un programa llamado La Caja Gris, en el cual se dedica a dar su opinión sobre varios temas de este gran meta-arte que son los videojuegos, pero con un gran desparpajo que sirve para crear un ambiente muy distendido y amistoso, pero que no por ello deja de ser muy consciente de lo que tiene entre manos, aparte que en cada programa tiende a traer algún invitado con el que debatir sobre varios temas de este gran meta-arte que son los videojuegos. Al momento de escribir estas líneas aún existen pocos programas, pero la verdad es que lo he pasado en grande escuchándolos. Te dejo el link directo de iVoox para que le siguas la pista. www.ivoox.com/podcast-caja-gris_sq_f1998102_1.html

  ¿No te he mencionado nunca en la “recomendación de la semana”?

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  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.

-Y en los ochenta no había mandos en todas las teles, y algunos debíamos usar escobas por pereza de levantarnos a cambiar de canal.

Comments

  1. Para mí esta es la «sitcom» por excelencia, la primera que vi. También recordar el detalle de que en las últimas temporadas el personaje de Carol desaparecía (se iba a estudiar no sé dónde) porque la actriz tuvo transtornos de alimentación derivados de los insultos de sus hermanos en los guiones la serie.

    1. Creo que fue la primera, o de las primeras, para muchos de nosotros :D. La verdad es que ver las peripecias de la familia Seaver tenían mucha gracia, tanto por las situaciones mostradas, por como las enfrentaba cada personaje. No puedo evitar recordar con cariño al pequeño Ben y sus historias con «Cochino» Sullivan XDXD. Aunque la inocencia de Boner también era tronchante. ¿Cuál de ellos recuerdas como más divertido? 😀
      Uno de los recuerdos que tengo más claros de esta serie es como todas las adolescentes estaban locas por Kirk Cameron… y mira como terminó el hombre, aunque eso fue una elección propia. Mas triste me parece lo que comentas de la actriz Tracey Gold, que interpretaba a Carol, y me parece muy lamentable que pasara por esta experiencia. No se… a veces pienso que los jóvenes actores, por mucho que se conciencien de que son papeles ficticios, a veces lo deben pasar muy mal según el tipo de rol que lleven a cabo, o como deban comportarse con ellos los demás actores según lo que indique el guion. Me parece que posteriormente pudo recuperarse, o eso espero.

      1. Hasta donde yo llego la actriz se recuperó y no parece guardar rencor, que para eso participó en los revivals de la serie. En cuanto a secundario guardo mejor recuerdo de Boner, pero más que nada porque recuerdo el capítulo de su despedida.

        1. Bueno, si al menos se recuperó y el rencor se quedó en el pasado, ya es algo de positivo. La verdad es que no deja de ser curioso como los años han tratado a los diversos actores de esta serie. Personalmente, me encantó volver a ver a Alan Thicke (aunque no tuviera guion y fuera brevemente) en la hilarante película de «Abajo el periscopio».
          Coincido plenamente contigo respecto a Boner, no solo por su emotiva despedida, sino también por su divertida candidez. Ahora no se si lo estoy confundiendo con una secuencia de otra serie, pero me suena que en una ocasión los Seaver comentaron que fue al zoo para poder ver a un unicornio.

  2. Hola. Buena serie y buen post, como siempre. La recuerdo perfectamente de cuando era pequeño, aunque no era de mis favoritas, de aquella época me que más con Alf o El Principe de Bel Air. Aún así, tienes razón, era muy divertida y disfrutable en su momento.

    Un fuerte abrazo.

    1. Bueno, es que Alf/Gordon Shumway y Will Smith-personaje eran los reyes en aquel momento :D, los Seaver no podían competir contra ellos por simpáticos que cayeran. Por mi parte, también recuerdo vagamente la serie «De otro mundo» que daban en TVE1, pero lo cierto es que las dos series que mencionas eran de lo más divertidas y con razón eran de lo más populares. Me alegro que te gustara el post *^_^*.
      ¿Qué otras series recuerdas como tus favoritas de aquellos tiempos? 🙂

        1. Madre mía, madre mía. Vaya dos pedazos de series que mencionas compa :D. Grande Cosas de casa, que catapultó a la popularidad al actor Jaleel White en su papel como el entrañable Steve Urkel… el actor no parecía el mismo cuando lo vi en la película «Campamento Cucamonga». Era realmente muy divertida.
          También recuerdo con cariño esta grande que dices, la de «Salvados por la campana», especialmente por las travesuras de su protagonista Zack, y por el personaje de Screech, pues siempre me pareció el más divertido de todos.
          Gracias por tu simpático comentario y el nombrar estas dos divertidas series.

  3. ¡Qué recuerdos! Aunque «Los problemas crecen» nunca fue mi serie favorita, la recuerdo con mucho cariño. La verdad es que pasé bastante horas perdidas disfrutando de sus capítulos. Por cierto, toda la razón con las carpetas de Kirk, creo que fue de los primeros que consiguiren dicho éxito

    1. ¡¡Hola hemosvisto, muchas gracias por tu genial comentario :D!!
      Lo cierto es que en aquellos tiempos se pudo ver un verdadero auge en lo que a sitcoms se refiere. «Los problemas crecen» no era de las más representativas, pero tampoco estaba nada mal y tenía momentos muy divertidos. Aparte de esta recuerdo muy bien a la mítica Alf (iniciales de «alien life form» pues él realmente se llamaba Gordon Shumway), y otra serie de una chica que paraba el tiempo al juntar los dedos índice, y que se llamaba «De otro mundo». Fue todo un «boom» el que vivimos con este tipo de producciones. ¿Cuál era tu favorita? 😀 Me encanta que me contéis estas cosas y vuestros puntos de vista :D.
      Y desde luego, que las carpetas de colegio forradas con fotos de Kirk Cameron y otras celebridades de la época, era algo muy ochentero XD.
      Un abrazo bien grande y muchas gracias por tu genial comentario 😀

Tus comentarios son más que bienvenidos.