Cine/Retro: El club de los cinco

  Tener que ir un sábado a las 7 de la mañana al instituto donde uno estudia la secundaria, es un palizón.

  Y si no, que se lo digan a los cinco protagonistas de esta película: Brian (interpretado por Anthony Michael Hall), Allison (Ally Sheedy), Bender (Judd Nelson), Andrew (Emilio Estévez), y Claire (Molly Ringwald). Los cuales deberán pasar las próximas ocho horas encerrados en la biblioteca del centro sin levantarse de sus asientos y en silencio, como parte del castigo que se les ha impuesto por distintos motivos.

  Por supuesto no están del todo solos, pues el subdirector Vernon (Richard Gleason) se encuentra en el despacho al otro lado del pasillo y de vez en cuando acude para vigilarles, mientras les recuerda constantemente que cree tener calado a cada uno de ellos con solo verlos: un criminal sin remedio, una “princesita” malcriada, un deportista descerebrado, un empollón repelente, y una completa inadaptada. Sin embargo, parece que Clark el conserje (John Kapelos) parece ver más en ellos, y en el propio subdirector Vernon, de lo que parece a simple vista.

  A medida que las horas pasan, cada uno de los cinco protagonistas empiezan a abrirse unos con otros. Después de juzgarse mutuamente, del mismo modo que les encasillan todos los demás en sus vidas, cada uno empieza a mostrar que son mucho más que el tópico en que se les tienen clasificados, que son individuos con miedos, temores, inseguridades, con vidas familiares complicadas, más preocupados por el futuro de lo que parece, y con distintas presiones que les atormentan bajo la forma de las destructivas expectativas tan exigentes que pesan sobre sus hombros, y que hasta este momento no se atrevían a compartir ni mostrar.

  Llegado un punto, estos cinco completos desconocidos llegan a congeniar profundamente. Y aunque no se sabe que va a ocurrir con sus vidas y su amistad más allá de este sábado 24 de marzo de 1984, está claro que esta ha sido una experiencia que les lleva a reflexionar sobre los demás, si todos son más de lo que parecen bajo su cliché, sobre la vida, la familia, el futuro, y sobre todo, sobre sí mismos.

  Y esta es la trama de El club de los cinco.

  Esta película de 1985, escrita y dirigida por John Hughes, se convirtió rápidamente en todo un éxito de taquilla, llegándose a convertir en un título de culto muy popular en los ochenta y noventa. Hasta el punto de ser referenciada en multitud de películas, series, y otras producciones norteamericanas, llegando a ser parte de su cultura popular, sembrar muchas bases que tomarían posteriores producciones destinadas principalmente a adolescentes, e incluso llegar a ser una crítica al sistema de educación en este país.

  Pero hablar de El club de los cinco, es hablar también de música. Pues aunque la banda sonora original no tuvo tanto éxito como la película, lo cierto es que varios de sus temas y grupos se vieron catapultados a un mayor reconocimiento gracias a esta producción, la cual cuenta con temas como Fire In The Twilight de Wang Chung, Heart Too Hot To Hold de Jesse Johnson, o We Are Not Alone de Karla DeVito, entre otros. Pero ninguno, absolutamente ninguno pegó tan fuerte ni ha sido tan conocido como Don’t You Forget About Me de Simple Minds. Es un tema más que respetable y conocido de por sí, y puesto al principio junto a este gran mensaje de David Bowie, logran que uno se sienta inclinado a interesarse aún más por la película.

  Aunque si algo me ha llamado siempre mucho la atención y me gusta de esta película, es que no se dedica a crear santos o villanos ni buscar culpables como hacen la mayoría de títulos en la misma línea que esta producción o inspirados en ella. Aquí se nos muestra que todos los personajes son mucho más solidos de lo que parece a simple vista, con historias emotivas, duras, y con tendencia a alejarse de su cliché para retratar a seres humanos que hacen lo posible para salir adelante en sus circunstancias, como todos. Y eso incluye a los propios profesores estrictos con papel de “antagonista” en tantas películas de adolescentes, dejando bien claro que son algo más que un estereotipo y que tienen una razón de ser bajo muchas de sus acciones, lejos de individuos que son así “porque sí y punto”, jugando de nuevo con esta dinámica que se mantiene en toda la película de presentarnos un estereotipo tras otro, solo para terminar desmontándolo ante nuestras narices y estableciendo que todos los personajes son más de lo que aparentan a primer golpe de vista, dando una palmada en la espalda a la audiencia más joven así como un consejo a los padres.

  Pero, si me lo permitís, debo hacer un inciso.

  Esta película está especialmente destinada a adolescentes, y de hecho, me atrevería a decir que la mayoría de los que la hemos visto fue precisamente en este momento tan crucial de la vida. Pero la verdad es que se trata de una película que uno puede visionar perfectamente años más tarde durante su madurez, y seguir reflexionando al respecto de la misma bajo un prisma nuevo.

  ¿Hasta qué punto nos sentimos condicionados por nuestros grupos?, ¿Cómo actuaríamos si una persona con quien empatizamos fuera de nuestra zona de confort nos saludara frente a los nuestros?, y sobre todo, ¿hasta qué punto nosotros mismos y los demás somos más complejos como individuos de lo que aparentamos a primer golpe de vista?

  Lo cierto es que esta película está pensada para plasmar en profundidad el ambiente en un centro de secundaria y la calidad de la enseñanza norteamericana en los años ochenta, pero creo que a día de hoy aún tendría mucho que decir, y mucho sobre lo que hacernos reflexionar.

  ¿Tú la has visto?

  Y hasta aquí llega esta entrada.

  Como recomendación de la semana, hoy os traigo algo muy especial. Una página de juegos abandondware en formato portable para facilitar que estos puedan jugarse en ordenadores más actuales, y encima, ahora ha empezado a ofrecer unas pocas películas de los ochenta. Me estoy refiriendo a la muy recomendable Clásicos Básicos, la cual seguro os gusta.

www.clasicosbasicos.org/

  Como siempre, os recuerdo que publico nuevo contenido cada domingo, por lo que volvemos a vernos el próximo día 10 de mayo.

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  Cuídate mucho y pásalo bien.

  Ánimo y éxito.

Comments

  1. ¡Hola, T.A.! La verdad es que de esta película no guardaba ni una referencia en mi memoria. De hecho, casi pensé que era una adaptación de Los cinco de Enid Blyton. Por el año de estreno, no solía ir al cine, y tampoco era de las películas que veía en la tele.
    Eso sí, la trama me ha resultado muy simpática y con un poso de verdad grande. La realidad es mucho más compleja de lo que pretendemos en ocasiones simplificar para ser más «eficiente». Hasta la persona con menos cosas en común que uno pueda imaginar, al acercarnos a ella podemos encontrar cosas sorprendentes. Bueno, quizá no todos, que también están los clichés de dos piernas. Un fuerte abrazo!

    1. ¡¡Hola David!!, que alegría verte de nuevo por aquí :D, ¿cómo te va todo? Qué currada de revista habéis sacado en Tintero de Oro, es impresionante.
      Bueno, la verdad es que por el nombre que tiene esta producción, lo cierto es que sí puede dar lugar a error… quizás al conservar un título más acorde al de la versión original («The Breakfast Club») se podría haber evitado esto.
      Por supuesto que hay quienes cumplen perfectamente los estereotipos que se le puedan aplicar, o incluso se esfuerza en ello, pero coincido contigo en lo de «verdad grande», pues creo que este es uno de sus puntos fuertes, del modo en que se desarrolla la trama y cada uno explica sus historias de fondo para descubrir que todos son algo más que un tópico, y que rascando un poco la superficie, todos somos personas con motivos, razonamientos, experiencias, sueños, y más complejas de lo que aparentamos. Eso, y que quien menos te piensas, puede ser un espíritu afín. Lecciones que de vez en cuando no está mal recordar. Un gran abrazo compañero 😀

  2. El club de los cinco me encantaba en su día (la vi más de una vez) pero es una de esas películas que no vuelves a ver y no tienes muy claro cómo habrá envejecido. No es la primera vez que leo que tiene otro visionado desde la madurez, así que creo que es hora de darle otra vuelta

    1. ¡Hola Mistarnia! 😀
      Hay películas que se ven muy distintas con el paso de los años, y creo que esta es una de ellas. Al verla por primera vez en la adolescencia o de más joven, obviamente se despierta mucha empatía hacía los cinco protagonistas, sus historias, sus trasfondos… lo mismo pasa al verla en la madurez, aunque se ven las lecciones desde otro punto de vista, y uno descubre que muchas de ellas siguen siendo válidas también para esta etapa de la vida. Si te decides a volverla a ver, igual te sorprende.
      Un abrazo :D.

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