Cine// Retro: Los Cazafantasmas

Aunque en verdad nunca hay un consenso absoluto, de vez en cuando ocurre que aparece una producción cinematográfica que, incluso con la diversidad de opiniones que puedan existir al respecto, marcan realmente y se convierten en un acontecimiento por sí mismas, creando una verdadera legión de admiradores, o como poco, una inmensa mayoría de espectadores satisfechos con su visionado.

  Hoy toca hablar de una de estas producciones. Y si tengo que ser sincero con vosotros, esta es una de mis películas favoritas de todos los tiempos, y es que desde el momento en que me decidí a crear “tallopis-escribe.com”, sabía que tarde o temprano la acabaría comentando con vosotros.

  Pero ya dejo de liarme, y sin más demora paso a relatarte la trama de esta película de 1984, la cual fue considerada una de las producciones más icónicas de su década, de los mejores trabajos de su director Ivan Reitman (responsable también de “Poli de guarderia”, “Space Jam”, “Evolution” “Mi super exnovia”, “El pelotón chiflado”, etcétera), y de los papeles más destacados para el elenco principal.

  Queridos lectores y lectoras de bien, elegid vuestro aperitivo favorito, la bebida refrescante que más os apetezca, y poneros cómodos. “Los Cazafantasmas” hacen su aparición de nuevo en este blog.

  Los parapsicólogos Ray Stantz (Dan Aykroyd) y Egon Spengler (Harold Ramis) han dedicado gran parte de su vida profesional al estudio de los diversos fenómenos paranormales de nuestro mundo, sintiendo verdadera fascinación por estos temas y dedicándose muy seriamente a su investigación. Mientras que su amigo Peter Venkman (Bill Murray), también parapsicólogo, no tan estudioso como sus colegas pero mucho más carismático, ve en todo ello una forma de vivir la gran vida gracias a los incautos que creen en ello.

  Hasta que llega el gran día.

  Investigando la llamada recibida de una librería de la ciudad de Nueva York, se encuentran por primera vez con un verdadero fantasma, una aparición de torso completo que se puede apreciar a simple vista, y con capacidad de interactuar hasta cierto punto con nuestro plano de la realidad. Un contacto paranormal real y verdadero. Además, según los cálculos realizados por Spengler, y gracias a los datos obtenidos a raíz de esta experiencia, llegan a la conclusión de que es científicamente posible atrapar a un fantasma y retenerlo indefinidamente.

  Desgraciadamente, cuando por fin reúnen pruebas suficientes para dar apoyo a algunas de sus teorías, el decano de la Universidad de Columbia en dónde trabajaban e investigaban hasta ahora los tres protagonistas, decide dejar de financiar su departamento de parapsicología, tilda su trabajo científico de basura, y los echa a la calle. De modo que los tres deciden crear su propio negocio: una agencia privada de defensa paranormal. O dicho de otro modo, convertirse en los pioneros en el campo de la caza de fantasmas para particulares y empresas que soliciten sus servicios.

  Dicho y hecho.

  Tras endeudarse hasta las orejas, adquieren un edificio dónde llevar a cabo dicha actividad, montan todo el sistema y maquinaria necesaria para llevar a cabo su propósito, adquieren un vehículo de segunda mano, realizan un anuncio de televisión… y abren sus puertas al público.

  Al principio el negocio es un verdadero fracaso y todo parece indicar que van a tener que cerrar muy pronto. Hasta que Dana Barret (Sigourney Weaver), chelista en una destacada orquesta, sufre varios episodios de actividad paranormal en su casa y decide contratarles. Además, esta misma noche, los tres científicos llevan a cabos su primera incursión con éxito al atrapar un ente fantasmal en un lujoso hotel.

  Desde este momento, el teléfono no para de sonar y los clientes son cada vez más numerosos mientras que los medios de comunicación los elevan al estatus de celebridades. De hecho, y a pesar de las numerosas voces que tratan de señalarlos como farsantes, los tres cazafantasmas se ven tan superados por la progresiva cantidad de trabajo que se ven obligados a contratar un refuerzo para el equipo: Winston Zeddemore (Ernie Hudson).

  Con el tiempo, los cuatro profesionales de lo paranormal se empiezan a dar cuenta de que su éxito empresarial y su gran cantidad de clientes, se produce debido a una actividad fantasmal cada vez mayor que está preparando la llegada a nuestro mundo de una poderosa fuerza destructiva que podría desencadenar el apocalipsis, y destruir la humanidad.

  Justo en el momento de llegar a esta terrible conclusión, un burócrata del ayuntamiento (Walter Peck, interpretado por William Atherton) decide ponerles una denuncia y obligarles a desconectar las máquinas que retienen a los malévolos fantasmas ya atrapados.

  Y hasta aquí puedo explicar. Si aún no la has visto y he logrado llamar tu atención, me temo que tendrás que verla para saber que terribles peligros deberán afrontar los protagonistas para tratar de salvar nuestro mundo.

  Las cosas como son. Esta película puede gustarte más, puede gustarte menos, y todo ello es muy respetable. Pero no cabe duda de que es todo un fenómeno con legiones de fans, y en mi humilde opinión, por gran variedad de méritos propios. Y ni que decir que es de estas producciones en que su historia tras las cámaras es tan interesante como anecdótica, debido a sus numerosos cambios tanto en el planteamiento de la idea original como del reparto pensado inicialmente, así como distintos sucesos curiosos, e incluso una polémica por el tema principal de su banda sonora que terminó en los tribunales.

  Pero como siempre, si quieres saber más al respecto te recomiendo que busques por tu cuenta, y ahora mejor nos centramos en la película en sí, en el producto que obtenemos como espectadores.

  El guion es todo un derroche de buen humor, gags, chistes, y conversaciones llenas de frases más que memorables para gran variedad de escenas. Pero no te vayas a creer que por ser divertida y tener momentos cómicos muy logrados, se trata de una película que se limita en este sentido. Esta producción contiene un fuerte ambiente de ciencia-ficción junto a un toque de aventura, incluso un par de momentos puntuales de intriga, misterio y terror perfectamente equilibrados.

  Y este quizá sea uno de los puntos fuertes de esta producción, el gran carácter y carisma que tienen sus personajes. ¡Hasta los secundarios! Todos ellos tienden a tener un modo de ser muy reconocible, y, aunque en algunos momentos caiga en ciertos tópicos, estos tienen una personalidad muy marcada, con sus debilidades y sus puntos fuertes, sin ser perfectos, pero tremendamente cercanos y muy humanos. Y es que lejos de ser los clásicos personajes perfectos en que todo les sale a pedir de boca, uno casi percibe que varios de ellos te recuerdan poderosamente a gente que podrías conocer en la vida real y que deben llevar a cabo cosas tan mundanas como empezar un nuevo oficio, ir al super, y asustarse realmente por las experiencias que viven, en lugar de comportarse como si lo hubieran hecho toda la vida, siendo necesario acostumbrarse a ello. Realmente el elenco de actores hace un excelente trabajo al interpretar sus respectivos roles.

  Por otro lado, uno de los puntos que también me llama poderosamente la atención en esta película, es la música. Y no me refiero únicamente al famoso trabajo “Ghostbusters” de Ray Parker Jr, sino a la genial selección de temas elegidos para el film como “Savin’ the day” de Alessi, o “Magic” de Mick Smiley, entre otros igual de buenos. Eso, además del genial trabajo de Elmer Bernstein en la composición de la música para los momentos puntuales de la película en que es necesaria dar una sensación de peligro, de misterio, o incluso que genere un leve sentimiento de incomodidad, para dar a conocer que algo siniestro se está cociendo entre bambalinas, esperando el momento oportuno para mostrarse, tal y como ocurre en la escena de inicio en la biblioteca, o cuando Ray y Winston hablan a solas en el Ecto-1. La melodía tan pronto es misteriosa, sutil, casi inaudible, como de repente se vuelve agresiva y amenazadora.

    Para terminar, los efectos. En fin, ¿Qué puedo decir al respecto?, los que lleváis tiempo leyéndome y ya me conocéis, sabéis que no desprecio el CGI en absoluto, pero que tengo debilidad por los efectos especiales que se hacían en los noventa, ochenta, o incluso antes. No solo por el ingenio usado para rodar ciertas escenas, sino por lo artesanal y auténtico de ciertos elementos. Y algunos diréis que en esta película se les ve el truco en muchos momentos y que no pocas veces se producen fallos de escenografía considerables. Pero de nuevo repito, ¿y qué? No sé vosotros, pero yo personalmente he visto esta película un montón de veces y una más que debo sumar por el re-visionado al prepararme para esta entrada, y me he divertido tanto, he disfrutado tanto, que ha sido como redescubrirla de nuevo. Por mi parte, ya podría salir un técnico sujetando un micro y que se viera claramente en cámara, que seguiría pensando que esta película es una de las grandes producciones de ciencia-ficción de su época y puede que de todos los tiempos. Y esto, oh lectores y lectoras de bien, no lo consiguen los efectos solos, sino un gran trabajo de guion, con ayuda de un buen director, grandes actores más preocupados de su trabajo que de su apariencia física, y, sobre todo, una gran historia bien explicada. Lo cual es válido para todos los géneros.

  Y volviendo al tema de los efectos, vale que a veces se les ve el plumero, pero teniendo en cuenta los avances de la época en esta materia, y con los elementos que disponían, los resultados son increíbles. La película logra que lo vivas tanto y lo pases tan bien, que no estás pendiente de hilos ni cables ni de encontrar “trucos”. Te dejas llevar por la emoción del momento porque la sensación que se pretende transmitir al espectador se consigue de sobras. Y si no, ¿qué me decís de la batalla contra el muñeco de “Stay Puft” o la impresión que da el fantasma de la bibliotecaria la primera vez que se ve esta película? Eso por no hablar de Moquete (“Babetes”, “Slimer” o “Pegajoso” según desde me estés leyendo), los rayos, los haces de luz de la trampa, los hell-dogs, la escenografía en el tejado del edificio, o el contenido de la nevera de Dana.

  En definitiva. Esta película no ha alcanzado el estatus que tiene incluso hoy en día porque sí. Es divertida, está hecha con cariño, hay muy buen rollo con todo el elenco, la historia es impresionante, te ríes, te mantienes intranquilo, empatizas con los personajes, y es de las pocas producciones que me ha llegado a causar el efecto de que los protagonistas realmente se enfrentan a algo que les supera y que el peligro que les acecha debe ser tomado en serio. Por poner un ejemplo, no hay más que ver el modo en que el personaje de Walter Peck avanza por la entrada del edificio de los cazafantasmas acompañado de un policía y un técnico de mantenimiento mientras suena una enervantemente brillante composición musical. Parece que todo cuanto se ve y se oye quiera gritarte a todo pulmón que se avecina un gran peligro y va a pasar algo realmente terrible sin necesidad de que nadie diga nada. Y eso que la película pretende ser una producción cómica de aventuras y family friendly.

  Con razón hay tanto merchandising al respecto de esta película. Empezando por la infinidad de videojuegos al respecto (me encanta el de Mega Drive, el de Game Boy, y el de PS3), juegos de mesa, posters, camisetas, tazas, un videojuego de realidad aumentada (en plan Pokemon Go) para móviles, la posibilidad de poder conseguir tu propia “Guía de espíritus Tobin”, cómics, una segunda película, un reboot, una nueva producción cinematográfica que según dicen está al caer, las dos series de animación (de las que ya hablé en otro post que puedes ver aquí), y mucho más.

  Y hablando del juego para PS3 (del que por cierto creo que hay un remake para PS4), entre el material promocional hay un video de los actores de la película original comentando el juego. A continuación, te dejo el mencionado video, y exactamente en el minuto tres, Dan Aykroyd hace un comentario bastante interesante sobre el que me gustaría conocer tu opinión. Ojo, tiene spoilers sobre el juego y las películas, así que lo ves bajo tu responsabilidad.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como recomendación de la semana, y ya que hablamos de “Los Cazafantasmas”, no puedo dejar de presentaros la scape-room de Mataró: Secret Box, y en concreto su juego “Escapa-Fantasmas” basado en esta famosa franquicia cinematográfica. Debo señalar que antes de participar en este, ya había jugado a varias scape-rooms anteriormente (admito que les he cogido el gustillo y si pudiera participaría en más), pero tengo que decir que esta es de las que tienen la ambientación más lograda. Aparte que el game master que llevo mi grupo demostró en todo momento que sabía muy bien lo que hacía, mantuvo de maravilla la atmósfera del juego, y nos reímos mucho. Personalmente me quedó un muy buen recuerdo de esta actividad. Si queréis saber más, os dejo un link directo a su página: www.escaperoommataro.com/

Como siempre, recordarte que acostumbro a publicar nuevo contenido todos los domingos, de modo que, si nada lo impide, volvemos a vernos el próximo día 26 de julio.

  Para terminar, quisiera pedirte que si has disfrutado el post, me sería de mucha ayuda si le dieras al botón “Me gusta” y lo compartieras en tus redes sociales así como con tu familia, amigos y seres queridos. También decirte que puedes participar activamente en el blog dejándome tus sugerencias para la “recomendación de la semana” (si conoces algún evento o local interesante relacionado con el frikismo cerca de dónde vives), así como tus aportes para la sección de “Fechas frikis” y “Curiosidades” al margen de cualquier cosa que quieras compartir conmigo y los demás lectores, todo ello lo puedes hacer a través de la “Caja de comentarios” o contactando conmigo a través de Twitter (@TALlopis). También puedes apoyar al blog mediante la aplicación “Invítame a un café” que se encuentra en la barra de widgets. Todo ello me sería de gran ayuda para seguir adelante con “tallopis-escribe.com”.

  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.