Videojuegos: «War of the Monsters» y el cine de Serie B.

  Desarrolladora: Incognito Entertainment // Distribuidora: Sony Computer Entertainment // Lanzamiento: Enero de 2003 // Plataformas: La primera versión de este juego (y en la que voy a basar este post) pertenece a PS2, aunque posteriormente estuvo un tiempo en la PlayStation Network de PS3 (ya no), y actualmente está disponible en la de PS4 // Género: Lucha // Vista: Mayormente plano picado, aunque también combina con efecto de cámara aérea cenital y semi-subjetiva tras el personaje. Según requiera el juego, también cuenta con varios efectos de pantalla partida en el modo de varios jugadores, centrándose en un solo plano cuando todos los personajes están cerca el uno del otro.

  Existe una clase especial de videojuegos.

  Son estos que te gustan pero luego te extraña descubrir que no tuvieran mayor repercusión en su momento, ya fuera porque la compañía decidiera no invertir mucho en marketing (mira que bien les fue esta arriesgada táctica a Santa Monica Studios cuando lanzaron el primer God of War), o por cualquier otro motivo.

  Pues hoy vengo a presentaros uno de ellos. Un título que encontré por pura casualidad en una tienda de segunda mano, y que me terminó encantando.

  Sin mas dilación, permíteme que te relate la trama de este War of the Monsters.

  La acción nos lleva a una versión alternativa de Estados Unidos durante la década de los 50.

  En estos tiempos, el cine de ciencia-ficción basado en historias de seres monstruosos y de invasiones alienígenas estaba en pleno apogeo. Pues fue en este periodo cuando se popularizo el género que acabaría llamándose “Serie B”. Entre estas producciones de bajo presupuesto, podemos diferenciar dos tipos: las que destacaban por ser producciones ingeniosas y con un gran trabajo artesanal en lo que se refiere a su apartado estético y de efectos especiales, maquillaje, y disfraces (por lo que no son precisamente malas… solo baratas). Y luego estaban aquellas películas que hacían ostentación de su baja calidad como encanto principal para atraer al público. Vamos, que eran malas y con orgullo, pues ahí está su encanto.

  Muy probablemente a causa de estas últimas, el término acabo tomando un aire despectivo de cine cutre de baja calidad, que se usaba para referirse a estas producciones cinematográficas, fabricadas como churros, para crear los célebres programas dobles en los cines. Títulos que, en general, ni siquiera recibían atención alguna por parte de la crítica.

  Así, nos encontramos con que este juego está inspirado en gran medida en aquellas películas que empezaron a explotarse durante los cincuenta en estados unidos, en la época que las vio nacer, y en el cine del sub-género «kaiju« (bichos enormes dándose de ostias) tan célebre en Japón.

  En este ambiente tan norteamericano y propio de esta década, nos encontramos con que el mundo entero es víctima de un feroz ataque a gran escala por parte de una potencia invasora extraterrestre cuya tecnología es muy superior a la nuestra. La Tierra se vuelve un caos absoluto, las ciudades caen, la gente está aterrorizada, la muerte y la destrucción se encuentran a cada esquina… hasta que un buen día, la ciencia llega al rescate. La humanidad por fin puede devolver el golpe a los malvados seres venidos de otros mundos y logra crear una serie de máquinas ultramodernas, capaces de crear fuertes ondas magneto-electrónicas que deterioran los platillos volantes, los cuales terminan estrellándose contra la Tierra, dando fin a la invasión alienígena.

  ¿Creéis que este es el fin de los problemas?, ¡ay, apreciadas buenas gentes lectoras!… los problemas apenas empiezan.

  Resulta que estas aeronaves espaciales contienen una sustancia mutagénica radioactiva de gran poder, como parte de su complicada maquinaria. De modo que cuando impactan en nuestro planeta, dicha sustancia se esparce de formas imprevistas y causa la aparición de enormes monstruos de veinte metros de altura por todo el planeta, los cuales están provistos de una gran capacidad destructora y extrañas habilidades.

  Estas temibles criaturas andan sin control, peleando unas contra otras y sembrando el caos allá donde van. La humanidad ha encontrado un nuevo desafío que amenaza su supervivencia.

  Permíteme que te presente a estas gigantescas criaturas.

  *Robo-47: Un viejo proyecto militar abandonado por el gobierno de estados unidos al intentar crear un androide de combate gigantesco. Tras años de acumular polvo, ha despertado de repente. Va armado con potentes bombas nucleares.

  *Toguera: ¿Es un dinosaurio que ha sobrevivido hasta nuestros días? ¿Un ser reptiliano propio de nuestros días mutado por la radiación? Nadie lo sabe. Pero este gigantesco ser, provisto de fuertes escamas y afilados pinchos en el lomo, avanza destruyendo todo cuando encuentra a su paso con su potente aliento de energía atómica.

  *Congar: El favorito de muchos por su genial equilibro entre agilidad, velocidad, y fuerza. Este enorme simio de afán destructor cuenta además con un poderoso bramido ultrasónico capaz de causar graves daños a todo cuanto se cruce en su camino.

  *Raptros (precisa ser desbloqueado para poder usarlo): Un auténtico y genuino dragón medieval a tu disposición. Puede que combatiendo cuerpo a cuerpo no sea la gran cosa, pero su excelente capacidad de vuelo y su aliento de fuego lo convierten en el rey de los cielos.

  *Kineticlops: Un cuerpo compuesto de energía eléctrica pura, en cuyo centro flota siniestramente un ojo humano gigantesco. Un titan de alto voltaje con el poder del rayo que disfruta un buen partido de baloncesto como el que más.

  *Preytor: ¿Qué puede haber más destructivo que una descomunal mantis religiosa con afiladas cuchillas al final de sus extremidades superiores y con muy mal genio? Este insecto cuenta con una agilidad considerable, así como una limitada capacidad de vuelo, por no decir uno de los ataques especiales más interesantes.

  *Ultra-V: Las más brillantes mentes científicas en el país del sol naciente se han unido para crear… ¡el más grande e impresionante robot militar gigante jamás construido! Lástima que el chip del sentido común anda un tanto estropeado, por lo que ahora este ingenio mecánico anda suelto por ahí, liándola muy parda con su gancho atractor y su espada de energía.

  *Zorgulon (precisa ser desbloqueado para poder usarlo): ¿Recuerdas estos seres invasores que comentábamos antes?, pues se ve que al menos a uno de ellos le espetaba un irónico destino. Después de que su platillo volante fuera derribado, el mutágeno entró en contacto con su cuerpo y adoptó un tamaño gigantesco. Cabreado, furioso, y armado con alta tecnología extraterrestre, este desafortunado alienígena viene dispuesto a dar mucha guerra.

  *Magmo: Al parecer, uno de los platillos volantes cayó cerca de una zona propensa a las erupciones volcánicas. Cuando el vertido mutagénico entra en contacto con la lava incandescente, esta sirvió para dar vida a un potente ser hecho enteramente de roca y magma ardiendo. No es muy rápido, pero lo compensa con la fuerza bruta sus cuatro brazos.

  *Agamo: Una poderosa divinidad tiki originaria de la Polinesia, en una remota región de ciertas islas del océano Pacífico ha despertado de su letargo. Y no parece estar muy contento que digamos con lo que la humanidad está haciendo con la naturaleza, por lo que ha decidido tomar cartas en el asunto a su rocosa manera.

  Y hasta aquí llega el listado de personajes que podemos elegir, pero… ¿qué son capaces de hacer estas bestias sobredimensionadas? Es decir, este es un juego de lucha, sí, ¿pero caen sus mecánicas en lo que estamos acostumbrados a ver en el género? La respuesta es un rotundo NO.

  Cada personaje que participa en la pelea tiene su barra de salud y la finalidad de cada luchador es conseguir que la del rival quede vacía, vale. Pero la única que vemos en pantalla es la del personaje que estamos manejando. Para saber la salud restante al rival (o rivales) deberemos estar atentos al numerito que aparece sobre sus cabezas, y a medida que va cambiando de color (pasando del verde al amarillo, de este al naranja, y llegando a un peligroso color rojo) sabremos mas o menos cuanta vida le queda. No obstante, en la inmensa mayoría de los distintos escenarios desbloqueables, se encuentran pequeñas esferas de color verde que recuperan levemente la salud de quien las toca primero, así como un signo de radiación del mismo color que recupera toda la vida al instante.

  Por otro lado, cada monstruo tiene los movimientos habituales: salto, bloqueo, agarre, ataque especial cercano, ataque especial a corta distancia, ataque rápido, ataque fuerte, combos propios, disparo, etcétera. Sin embargo, cada personaje tiene también una barra azul de resistencia, la cual se consume cuando realizamos los movimientos de ataque (y de vuelo los personajes que están capacitados para ello), de modo que si realizamos muchos seguidos, nuestro PJ entra en estado de “cansancio” y no podrá golpear de nuevo en un rato mientras la barra se recarga, o bien salir corriendo a conseguir una esfera azul para recuperar brevemente la resistencia. Esto tiene, entre otras funciones, evitar que un personaje que está dando una paliza a otro resuelva el combate por la vía rápida, obligándole a escapar para que su víctima no le devuelva la paliza que le estaba dando hace un rato.

  Por otro lado, los ataques especiales también son limitados, y el juego también ha creado una dinámica para evitar que los jugadores abusen de ellas. De hecho, en pantalla tenemos un indicador que desprende un destello rojo. Cuando este está encendido, podemos efectuar un ataque especial a corta distancia (que ejerce como corta-combos) o bien un ataque de largo alcance con distinto efecto en cada personaje. Una vez hemos usado uno u otro, no podremos volver a repetir “la magia” hasta que consigamos una esfera de color rojo ubicada en algún lugar del mapa.

  Como puedes ver por estas mecánicas, este juego obliga a los personajes a no abusar de sus capacidades especiales y crear una estrategia a largo plazo, evitar las victorias por “machacamiento de botones”, facilitar el que se puedan volver las tornas, y en general, alargar los combates, otorgándoles un cierto equilibrio si hay mucha diferencia entre los distintos luchadores (especialmente en el modo multijugador). Aparte de incentivar la búsqueda del personaje que mejor se adapte a nuestro estilo de juego y aprender a dominarlo.

  Dicho de otro modo, es un juego mucho más técnico de lo habitual dentro del género. En War of the Monsters no basta ser bueno pulsando botones y punto, sino que además hay que ser precavido y usar las habilidades de la criatura que estamos manejando con cabeza.

  Sin embargo, eso no le quita acción ni combate despiadado al juego.

  Puede que a nivel técnico a veces cante un poquillo y que sus mecánicas al principio cuestan bastante de dominar (algunas como el enfocar el enemigo, apuntar, el ataque de caída en picado, o la espectacular recuperación aérea, y acostumbrarse a las limitaciones de ataque para que no hagas siempre lo mismo, cuesta un poco de adaptarse). Además, he oído por ahí que muchos jugadores consideran frustrante que, al luchar contra la CPU, los rivales tiendan a huir, buscar objetos para recuperarse, o tomar cualquier otro tipo de táctica evasiva para salvar el pellejo en cuando ven que la barra de salud está a punto de acabarse… pero si lo piensas bien, ¿no es lo más lógico?

  Sea como sea, si hay una palabra que define este juego por encima de todo es: Diversión.

  Una vez dominadas las mecánicas, este juego es una delicia. Y gran parte de este merito recae en sus controles pensados para evitar las técnicas repetitivas a toda costa, pero también en sus escenarios 100% destructibles y con los que puedes interactuar de modos que no puedes llegar a sospechar.

  Si no habéis probado este juego, difícilmente podréis haceros una idea del gustazo que es sembrar el caos y la destrucción a gran escala durante este juego, convirtiéndolo en una especie de Rampage a lo bestia. Nada más glorioso que ver como tu rival está escalando (todos los personajes pueden trepar con gran facilidad) un edificio de oficinas y sacudir los cimientos de dicho inmueble a puñetazos para derribar ambos, o bien agarrar al adversario y lanzarlo contra un bloque de apartamentos, causando una lluvia de escombros mientras los ciudadanos huyen despavoridos a tus pies.

  Para rizar el rizo, puedes usar prácticamente todos los objetos que ves a tu alrededor para ampliar tus técnicas de combate y usarlas en tu beneficio. De este modo, y por citar algunos ejemplos, puedes agarrar cualquier tipo de vehículo y usarlo como arma arrojadiza… ¡causando distintos efectos según el tipo de vehículo!, provocando incendios o explosiones sobre tu rival en el caso de camiones cisterna o vehículos militares. Del mismo modo, puedes arrojar trozos de escombros, usarlos como escudo, tomar enormes vigas de cemento como arma empuñada, electrocutar a tus adversarios con generadores eléctricos, o empalarlos con antenas de comunicaciones solo por nombrar algunos. Como decía antes, prácticamente cualquier cosa con que te topes puede ser usada como arma con creativos resultados, ya sea para darle la del pulpo a tus enemigos o simplemente causar más estragos en cada nivel.

  Es más, si tienes la suerte de hacerte con este título, te animo a que examines y experimentes sin miedo, porque puedes encontrarte con secretos realmente increíbles (y si no lo crees, trata de lanzar un coche a uno de los pequeños ovnis que rodean el escenario de la ciudad japonesa de Tsunopolis y sabrás porque tiene este nombre… ¡pero ponte en un lugar alto antes!).

  ¿Todo esto te parece poco?, pues que sepas que este juego cuenta con una enorme cantidad de modos de juego. Empezando por el Modo Aventura (lucha por conocer los orígenes de tu personaje y combate increíbles jefes), Pelea (dónde podrás elegir hasta el número de rivales a los que afrontar entre 1 y 3, seleccionar si va a ser un combate a muerte súbita, a dos victorias, o sin fin, entre otras opciones), y Resistencia, en dónde jugarás hasta caer derrotado. Todo ello en tres modos de dificultad distintos.

  Pero en dónde el asunto alcanza unas cotas de diversión asombrosas, es en el modo multijugador, donde podrás participar en increíbles combates 1VS1, todos contra todos (introduciendo a uno o dos enemigos controlados por la CPU), o bien colaborando con un amigo para crear un dúo devastador con el que derrotar a todos los adversarios que se os pongan por delante.

  Pero eh, espera, no te vayas todavía que aún hay más. En los modos para un solo jugador puedes ganar fichas en función de lo bien que hayas jugado, la destrucción que hayas sembrado en el nivel, el número de victorias, y la vida que te quede. Dichas fichas (o tokens) pueden ser cambiados en la tienda del juego a cambio de nuevos escenarios, nuevos personajes, minijuegos, y nuevas skins para cada uno de los personajes (y puedes creerme cuando te digo que algunas son realmente espectaculares, como un Congar de hielo, el esqueleto de Raptros, Preytor en forma de hormiga roja o abeja, o la versión radioactiva de Kineticlops por nombrar algunos).

  En definitiva. Es un juego con algún que otro fallo, las mecánicas echarán para atrás a más de uno, y puede que en el fondo si tenga alguna que otra razón para pasar inadvertido bajo el radar. Pero por otro lado, si en su momento se versionó para PS3 y al momento de escribir estas líneas está en el la tienda de la PS4, será por algo. Puede que la lograda ambientación que rinde un gran homenaje a personajes clásicos como King Kong, Mazinguer, o Godzilla así como al cine de serie B, luchadores con un carácter propio, escenarios absolutamente destruibles, opciones de juego como para parar un tren, y sobre todo, diversión a punta pala que te invita a experimentar sin miedo, sacar a pasear tu lado más salvaje mientras destruyes alegremente todo cuando está a tu alrededor, y te dejas llevar por una dificultad muy equilibrada que te incita a levantarte una y otra vez para que te proclames como el rey de todos los monstruos.

  Y hasta aquí llega este post.

  Como recomendación de la semana, quiero hablaros de la última tienda frikinal que he descubierto casualmente por Barcelona. La cosa es que me encontraba paseando por Sants, cuando paso por enfrente de un local cuyo nombre me cautivó al instante: SOLO FRIKIS. Ni que decir que mi instinto natural me ha empujado irremediablemente a su interior para echar un vistazo, y aunque la tienda es pequeñita, no he quedado decepcionado en absoluto ni mucho menos: camisetas, sudaderas, peluches, muñecos, figuras, carteras, llaveros, tazas, funkos, alfombras, y otros productos de merchandising que me hicieron tilín de inmediato. Puedo asegurarte que me habría llevado toda la tienda, porque hay montón de material del bueno al que echarle el guante. Buena muestra de ello es un muñeco de Arale Norimaki (de mi queridísima Dr.Slump) y una taza con la imagen del disco Highway to Hell de los grandes AC/DC que han terminado siendo parte de mi colección. Además, el dependiente ha resultado ser muy buena gente y atento. En definitiva, un lugar al que os aconsejo que visitéis si estáis de paso por Barcelona, y al que muy seguramente volveré para pillarme alguna que otra camiseta, porque las había con muy buena pinta. Encontraréis la tienda SOLO FRIKIS en C/Sants número 2, muy cerca de la estación de metro Plaça de Sants (líneas azul y roja), o bien podéis visitar su Facebook o página web para más información.

tiendasolofrikis.com/

  ¿Aún no te he mencionado nunca en la “recomendación de la semana”?

  ¿¡Pues a qué estás esperando!?

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  Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.

  Salud, ánimo, y éxito.