Cuando uno piensa en series de animación destinadas a un público infantil, tiende a pensar en tramas inocentes, historias muy cándidas en dónde el sentido del humor y la aventura se dan de la mano en un entorno clásico de fantasía, todo ello en un contexto muy estudiado para que sea lo más inofensivo y sencillo posible. Aparte que no son pocas las que contienen un mensaje moral para los más pequeños en sus tramas.
No obstante, y pensando en unos chavales un poco más mayores, ocurre a veces que a los estudios de animación les da por salirse de lo habitual y presentarnos obras con un contenido más maduro que pueden llegar a rozar temas más serios, o mostrar imágenes más difíciles de ver para el público más joven.
Dentro de este tipo, encontramos series que oscilan según la franja de edad a la que van dirigida, encontrando títulos más suaves que pocas veces se atreven a lanzar alguna que otra indirecta ocasional, como Las supernenas o Hey, Arnold. Subiendo un poco más el nivel de madurez, encontraríamos series intermedias que se aventuran a pisar el límite con más frecuencia pero igualmente con cierto cuidado, como Jhonny Bravo, La vida moderna de Rocko, o la muy recomendable Samurai Jack. Y luego están las que mandan toda prudencia a tomar viento y uno se queda con la boca abierta en más de una ocasión, como ocurre de manera constante en la desquiciada Ren y Stimpy, o la prescindible Mega Babies (no la veas mientras comes… o directamente, no la veas).
Pero casi sin duda alguna, no hay otra serie de animación para niños que sea como la que hoy vengo a presentarte. En la cual se atreven a tocar el tema de la muerte, los monstruos, y el más allá de la forma más gamberra, cínica, y disparatada que puedas imaginar.
Buenas gentes, sin más dilación, paso ya a relatarte la trama de Las macabras aventuras de Billy y Mandy.
La acción transcurre en la ciudad de Endsville, una ciudad aparentemente normal y pacífica en dónde las gentes corrientes del lugar se dedican felizmente a sus quehaceres cotidianos… aunque en el universo de la serie viven personajes que nada tienen de común, como podréis ver.
Pero me estoy adelantando.
Para relataros los acontecimientos principales de este show, primero debo presentaros a dos de sus principales protagonistas: los niños Billy y Mandy, vecinos de una zona residencial de la ciudad.
Para empezar, Billy es… estúpido. Y no lo digo como expresión faltona e hiriente, sino con finalidad descriptiva. De verdad que es de los personajes animados con menos luces que he visto jamás, siendo sumamente cándido, testarudo, ignorante e irresponsable. No obstante, es un sujeto amable a quien le encanta socializar con los demás y hacer nuevos amigos, es curioso, posee una gran imaginación, y por supuesto, es sumamente bienintencionado. Aunque yo de vosotros, no lo dejaría jamás al cuidado de ningún ser vivo ni de nada importante, creedme.
Luego encontramos a quien Billy considera su mejor amiga: Mandy. Una niña dotada de un gran sentido común, sumamente inteligente, pragmática, pero sobre todo, carece de todo escrúpulo moral, es intimidante a la par que sumamente ambiciosa, además de estar dotada de una autoestima a prueba de bomba y un carácter fuertemente antipático. En serio, este personaje de eterno ceño fruncido sería capaz de aterrorizar hasta a un demonio (lo cual no sería raro en esta serie). Todos aquellos que están a su alrededor tienden a tenerle un miedo atroz, además con razón, y eso le gusta. También muestra una fuerte predisposición hacía la violencia ejercida sobre otros, además de una total falta de empatía y ser increíblemente pragmática. Tiene una extraña relación con Billy, de quien abusa constantemente además de mostrar un constante desprecio y hasta odio, al mismo tiempo que protege de distintos peligros.
Pues bien, la historia empieza el día en que la Muerte en persona (personaje también llamado Calavera o Puro Hueso según desde dónde me estés leyendo) aparece para reclamar el alma de Don Bigotes: el enfermizo hámster de Billy. Sin embargo, los dos protagonistas deciden apostar contra la Parca para que no se lleve el alma de la mascota, decidiendo su suerte en un concurso de bailar Limbo: Si la Calavera gana, se llevará el alma del animal y la de los dos niños. Pero si pierde, perdonará la vida al hámster y además se convertirá en el mejor amigo de Billy y Mandy para siempre.
De forma inesperada para Calavera, pero no por nosotros, los niños ganan la apuesta y desde este momento, la Muerte en persona se ve obligada a convertirse en su compañero de aventuras. Todo ello con hilarantes consecuencias en las que estarán involucradas las diversas criaturas del submundo, entre otros personajes como el malvado tío de Billy (que resulta ser un demonio todopoderoso llamado Nergal), un aguerrido cazador de monstruos llamado Hoss Delgado, el Coco (u Hombre del saco), una monstruosa araña gigante llamada Jeffrey que ansía una vida familiar, el pez llamado Chuleta de cerdo, o Irwin, que además de ser uno de los mejores amigos de Billy, resulta ser un niño con gafas bastante miedica que es nieto de una momia y el conde Drácula, entre toda clase de personajes de lo más extravagante que ya vivían en Endsville antes de que Calavera se trasladara al mundo de los mortales para poder cumplir con el pago de su apuesta, creando el caos con sus poderes mágicos, invocando reliquias malditas, y con su deseo de provocar travesuras en sus ratos libres cuando no se dedica a recolectar las almas de los muertos, claro.
Hablar de los inicios de Las macabras aventuras de Billy y Mandy puede ser un poco complicado, pues sus personajes aparecieron inicialmente en una serie anterior conocida como El show de Grim & Evil (conocida como Demonio con Carne y compañía en nuestro país), que se estrenó en agosto del 2001 en la cadena Cartoon Network. Esta Grim & Evil tuvo una vida relativamente corta, con solo dos temporadas y un total de 13 capítulos, que en cada episodio mostraba tres segmentos en un espacio de unos veinte minutos y poco (algo parecido a lo que ocurre en la serie de Cool McCool, siendo dos series en una).
En estos tres segmentos aparecieron originalmente Las macabras aventuras de Billy y Mandy, cuya trama ya os he descrito, y la conocida como Demonio con Carne y compañía, con la cual comparte el mismo delirante universo y cuya trama gira alrededor del malvado científico Héctor con Carne (de verdad que se llama así) el cual planea conquistar el mundo y esclavizar a toda la humanidad como buena parodia de típico villano que es. Desgraciadamente, durante uno de sus experimentos fue víctima de una tremenda explosión que prácticamente volatilizó su cuerpo salvo por el cerebro y el estómago, que fueron rescatados por sus dos colaboradores (doctora Espanto y el general Cicatriz), e implantados en un oso de muy pocas luces llamado Kasnatov. Pese a este inconveniente, el despiadado Héctor con Carne y sus dos secuaces, siguen intentando dominar el planeta con nuevos y disparatados planes.
Cuando El show de Grim & Evil llegó a su fin, a mediados de octubre de 2002, las dos series que la componían tomaron caminos distintos. De este modo, la andadura de Héctor con Carne por separado tuvo un éxito más bien moderado, siendo cancelada en 2004 tras solo dos temporadas. Lástima.
Sin embargo, la serie protagonista de este post triunfó por todo lo alto al lanzare en solitario. Se estrenó por su cuenta en junio del 2003 y se emitieron más de setenta episodios distribuidos a lo largo de siete temporadas. Eso además de varios capítulos especiales (como Billy & Mandy save Christmas, Billy y Mandy moon the Moon, y Billy & Mandy Jacked Up-Halloween), y tres películas que se emitieron directamente en televisión: La gran aventura de Billy y Mandy contra el Coco, La ira de la Reina Araña, y Underfist: Rescate tenebroso (la cual estaba destina a ser el origen de la serie spin-off Underfist o Super-Puño ambientada en el mismo universo, pero que desgraciadamente nunca llegó a estrenarse). Esta película sería lo último que veríamos de estos personajes, pues en el año 2008 Las macabras aventuras de Billy y Mandy llegó a su fin cuando terminó el contrato entre la cadena Cartoon Network y el creador de los personajes, el señor Adam Burton, más conocido como Maxwell Atoms.
Mucho ojo a este sujeto. Puede que dicho así de pronto, su nombre no os suene a muchos de vosotros, pero lo cierto es que llegó a tener una trayectoria de lo más interesante, empezando a trabajar en los estudios de animación W!ldBrain (de la que ya os hablé en el post de Kozik’s Inferno) como diseñador de personajes en The twisted adventures of Felix the cat. Posteriormente, hay que admitir que tuvo un poco de mala suerte, pues dejó su trabajo como diseñador de personajes en la serie King of the Hill para empezar a trabajar en una serie de animación inspirada directamente en la película de The Blues Brothers que fue tristemente cancelada antes incluso de que terminara su edición.
Pasarían unos años antes de que diera la campanada al trabajar en Cartoon Network como guionista para series como Soy Comadreja, y la conocida Vaca y Pollo. Fue en este canal dónde empezó a trabajar en el desternillantemente siniestro universo de Grim & Evil, y el resto es historia.
No sé que razón tendría Cartoon Network para no renovar el contrato de Maxwell Atoms, porque la serie de Billy y Mandy la recuerdo como una animación tan gamberra como divertida. ¿Quizás los números de la serie empezaban a bajar después de tanto tiempo en antena? Sea como sea, posteriormente fue fichado por C.H.Greenblatt (que también trabajó como guionista para Billy y Mandy) para trabajar en el diseño de personajes y el guion de la serie Chowder, que también tenía su gracia. Lo cierto es que no deja de ser irónico, pues con esto, Maxwell Atoms volvió a trabajar para Cartoon Network.
Finalmente, de 2010 a 2014 trabajó como director, productor ejecutivo, y ocasionalmente guionista de Fish Hooks (la serie que aquí conocimos como Pecezuelos). En esta época, lanzó un KickStarter para poder sacar adelante un proyecto por su cuenta: DeadMeat, que combinaría la animación de acción y gore más salvaje con un humor muy parecido al de los shows aparecidos en Grim & Evil aunque más pasado de vueltas, con marionetas, y puntuales actuaciones en vivo. Hay que decir que este proyecto se encuentra actualmente cancelado por diversas razones legales que no vienen al caso, pero la verdad es que sería fantástico si alguna vez todo se resuelve y este DeadMeat termina viendo la luz. El tiempo lo dirá.
¡Madre mía como me he liado esta vez!
Volviendo a la serie que nos ocupa, esta cuenta con un buen número de curiosidades en dónde destaca el gusto de su creador por hacer diversos “cameos con sus otros trabajos. De este modo, podemos ver que no pocas veces aparece el general Cicatriz en escena o entre los personajes que aparecen de fondo, que en cierta ocasión Mandy logra hacerse con el control de Isla-Conejo (usada por los protagonistas de Héctor con Carne como cuartel general), y que hasta el mismísimo Héctor/Kasnatov aparece en el episodio Pato! como uno más de los prisioneros mientras comenta “si yo ya ni siquiera aparezco en esta serie tan tonta”.
Eso por no hablar de la misteriosa sonrisa de Mandy. Uno de los gags más recurrentes del show es el mal genio de este personaje, que parece no asustarse, sorprenderse, mostrar pena, ni demuestra alegría alguna en escasas ocasiones, mientras su eterno ceño fruncido hace acto de presencia. De hecho, en el capítulo llamado My fair Mandy, esta se ve obligada a sonreír de alegría (cosa que hace fuera de cuadro) para ganar un concurso importante para ella, con lo que termina rompiendo el tejido de la lógica y la física de la serie con ello. Sin embargo, en el primer episodio sonríe maliciosamente al ver como Calavera sufre por tener que cumplir con su parte de la apuesta. También exhibe este gesto de modo triunfante cuando logra que todas las personas desaparezcan gracias al deseo de un genio, y por último, podemos verla exhibir una siniestra sonrisa en el mini-juego Harum Scarum si la elegimos como personaje jugable y nos pasamos al menos una fase jugando con ella.
Y es que el éxito de esta serie fue tal que en setiembre de 2006 apareció para Game Boy Advance un videojuego de aventuras basado en este tronchante y monstruoso universo de animación. Este título fue desarrollado por High Voltage Software (que seguro conoceréis por su trabajo en juegos como Saints Row: Gat out of hell, Leisure Suit Larry: Magna Cum Laude, o Injustice: Gods among us) y distribuido por la célebre MidWay (Tapper, Rampage, Smash T.V., Gauntlet, y Mortal Kombat entre otros verdaderos pelotazos). Posteriormente, apareció un nuevo juego de lucha para GameCube, PlayStation 2, y Wii, aunque solo esta última versión llegó a Europa. Yo personalmente no he tenido ocasión de jugar a ninguno de ellos (todavía), pero lo cierto es que tienen bastante buena pinta. ¿Tú lo has probado?
Si tengo que ser sincero, esta es una serie de animación que hecho bastante de menos. No es muy recomendable para niños muy pequeños, pero el entorno tétrico que de entrada parece ofrecer la serie (así como su retorcida y oscura trama), no es más que una excusa, un simple escenario para ofrecer una serie realmente divertida con la que reírse bien a gusto mientras no para de sorprendernos con sus tramas tan delirantes como originales que mandan toda coherencia y sentido común a tomar viento para crear un show con personalidad propia que engancha desde el primer momento. Todo ello en un entorno que no solo parodia constantemente todo el género de terror en todas sus facetas, tanto literario como cinematográfico, sino que en numerosas ocasiones mostrará infinidad de guiños a otras series de animación.
Otro de los puntos fuertes de la serie es sin duda el gran carisma que desprenden sus personajes, los cuales aprovechan al máximo el aparente tópico que muestran para sacarle el máximo partido con toda la intención de llevarlos al extremo de su personalidad y ofrecernos gags realmente desternillantes que en más de una ocasión dejan con la boca abierta. Tópicos que la serie no duda en romper de la manera más salvaje en cuando sea conveniente, en beneficio de un guion que juega siempre en beneficio del espectador para lograr el mejor resultado (como la ocasión en que Calavera dice que su mayor sueño es ser modelo, por poner un sencillo ejemplo).
En definitiva: Una serie hilarante y ocurrente como pocas que se disfraza con una falsa temática de horror para sorprendente aún más en sus capítulos autoconclusivos, llena de gran cantidad de personajes tan extremos en sus características principales como originales, unos guiones realmente inigualables, y que está dispuesta a todo con tal de hacer reír. Lo cual podéis creer que consigue de sobras.
Y hasta aquí llega este post.
Como recomendación de la semana, quiero presentarte nuevamente una de estas iniciativas que tanto me gustan y que se sirven de los videojuegos como medio para hacer un gran bien a quienes más lo necesitan. Me estoy refiriendo a Fundación Juegoterapia, cuya finalidad me parece más que admirable. La idea salió en 2010, cuando a su fundadora Mónica Esteban se le ocurrió darle una PlayStation a un niño ingresado por un tratamiento de quimioterapia. En un ambiente tan atemorizante como este, echar unas partidas cambió el modo en que este joven aventurero vivió su experiencia. Desde entonces, el proyecto Juegoterapia se dedican a recoger consolas y videojuegos para donarlos a los hospitales, además de recaudar donativos de socios, y voluntariado, para crear jardines, áreas de juegos, y hasta cines para que los niños con cáncer. Te dejo el link directo con todas sus actividades, proyectos, información, y modos en que se puede colaborar con su gran labor. www.juegaterapia.org/
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Sin más que añadir, cuídate mucho y pásalo bien.
Salud, ánimo, y éxito.
